Poemas de Rodrigo Machado
 
 
 
 
 
 
 
 

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"Poemarios de Javier Heraud"


 
 
 
 
 


 
 

Explicación
 
 
 

                Rodrigo Machado nació un día del mes de julio en La Habana, el año de 1962. ( Su edad no se sabe aún pues tiene la edad de la lucha de su pueblo). La guerra contra el imperialismo, a la que irá conjuntamente con 40 camaradas, dirá o callará los años que él ha de cumplir.

                ¿Se quedará en algún monte regado con una bala en el cuerpo? ¿ seguirá de viaje a la esperanza o lo enterraran en el lecho de algún río, entonces enteramente seco?

                No, pero los ríos de la vida, de la esperanza, seguirán afluyendo con torrentes cristalinos. Porque en el río está la vida de un hombre, de muchos hombres, de un pueblo, de muchos pueblos. Y Rodrigo Machado, de pie o acostado, seguirá cantando con un fusil al hombro, porque el fusil será uno de los medios para lograr la liberación. Y una vez liberados, los hombres dignos y honrados dirán la verdad a todo el mundo sobre nuestro pueblo, sobre sus luchas y su futura vida. Sólo entonces, Rodrigo Machado y con él los 40 que partieron hacia la vida ( de pie o debajo de la tierra) se sentirán felices y dichosos.
 
 

                                                                                                           La Habana, octubre 1962.
 
 
 

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 POEMA ESPECIAL*
 
 
 
Se trata ahora de escribir
 algo original, nuevo, sorprendente.
Mañana salgo de viaje.
(Iré a México como peruano,
turista que recorre las antiguas ruinas)
 y luego Bolivia,
 riéndome de perros policías
y canes presurosos.
Entraré junto con 30 compañeros
 furtivamente a mi patria.
Armados con palabras y fusiles,
armados con ansias nuevas
 de un Perú más joven,
 sembraremos en la sierra de los Andes
“semillas subversivas".
I
Pero esto tiene un origen más lejano.
Fue en Abril (cruel y blando abril)
cuando una mañana apareció
el Comandante.
Era el bravo Fidel en carne y hueso
que nos proponía levantarnos en armas
y cambiar de curso la Historia del Perú.
40 aceptamos.
Subimos al Turquino
2,200 metros de alto y durante
6 meses aprendimos la guerra de guerrillas.
El final lo conocerán todos.
(Me aburro y no termino este poema)
Pero voy al combate y a la guerra
por amor a mi patria, a mi Perú,
por amor a mi suelo, a mis paisajes,
por amor a los pobres de mi tierra,
por amor a mi madre, a sus cariños,
por amor a mi padre, a sus durezas,
por amor a hermanos y amigos,
por amor a la vida y a la muerte,
por amor a las cosas de los días,
por amor a los días del otoño,
por amor a los fríos del invierno.
No sé qué pasará conmigo y mis
hermanos en la lucha,
pero supe vivir y morir como
hombre digno,
queriendo respetar y salvar al que
todo lo sufre,
queriendo abrir nuevos soles salvadores.
"El final de la historia lo dirán
mis compañeros,
arriba, abajo, encima de la historia,
y contarán a mis hijos
historias verdaderas,
y para siempre vivirá la esperanza."
                                                      La Habana, Nov. 62
                                                             Javier Heraud   Gustavo Melgar   Rodrigo Machado
 
 
 
 
 
 
 
 

* Antes de partir de La Habana, Javier escribió este poema en noviembre de 1962. Lo tituló "Poema Especial" y en él explica el viaje, que haría y su decisión de entrar al Perú para abrir un frente guerrillero. Lo firma con tres nombres: Javier Heraud y sus seudónimos Gustavo Melgar y Rodrigo Machado. ( Gustavo se llamaba su hermano menor que siempre lo recordaba en sus cartas).
Una parte de este poema fue publicado en “Poesía completa”, bajo título de "Fragmento de Poema Especial". Esta es la versión del poema completo que Javier dejara a uno de sus compañeros que permanecieron en Bolivia para formar dicho frente guerrillero.
 
 

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EXPLICACION
 
I
Antes hablé del río y las montañas,
canté al otoño, al invierno,
maldije al verano y a sus ritos.
Hablé, paseé, pisé otras tierras,
dije Paz en Moscú, en plazas,
 en calles y puentes.
Hoy hago otra cosa.
Algunos preguntarán de qué
se trata, qué ha pasado.
Nada ha pasado.
Un día conocí a Cuba,
conocí su relámpago de furia,
vi sus plazas llenas
de gentes y fusiles,
escuché sus gritos,
palpé, sentí, caminé Sierra Maestra,
pisé el Turquino,
vi al Apóstol en piedra
para siempre.
Vi a Fidel de piedra movediza,
escuché su voz de furia incontenible
hacia los enemigos.
Y recordé mi triste patria,
mi pueblo amordazado,
sus tristes niños, sus calles
despobladas de alegría.
Recordé, pensé, entreví sus
plazas vacías, su hambre,
su miseria en cada puerta.
Todos recordamos lo mismo.
Triste Perú, dijimos, aún es tiempo
de recuperar la primavera,
de sembrar de nuevo los campos,
de barrer a los miserables
"patriotas" explotadores.
Se acabarán, dijimos, las
fiestas palaciegas para los menos
y las mesas sin comidas
y con hambre.
Y un día nos juntamos unos cuantos.
"Es fácil manejar un fusil, disparar
esperanzas,
es más difícil contemplar inerme
la miseria" dijimos,
y con confianza iniciamos
una nueva vida,
una vida de futuros para
la patria.
Triste Perú, aguarda,
nacerán nuevos ríos,
primaveras nuevas serán
devastadas uevos otoños,
y en cada rostro brillará
la alegría rebosante
y la fortaleza del
pueblo reunido y santo.
 
 
 
 
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II
Me paro y pregunto
¿quién sufre?
Responden: "TODOS".
¿Qué esperamos?, pregunto,
si ya los tiempos maduraron,
muchos murieron inútilmente
(pero no sin causa)
muchos cadáveres están esperando
su redención,
ahí está el cadáver de Juan
el campesino,
y de Pedro el pescador,
y de Mateo el leñador.
"Vamos todos juntos, decimos,
ahora y con armas en la mano.
Aquél tiene máuser
(camarada que había
pedido la palabra)
aquel otro una thompson,
todos tenemos dinamita
y mechas.
Basta esto para despertar
la conciencia dormida de Nuestro
Pueblo,
basta esto para volar las
entrañas del régimen burgués.
Ahora sí todo lo poseemos.
Somos fuertes y nobles,
los ríos serán nuestros
y las aguas doradas de
los mares,
nuestros serán el pan,
el trigo, la espada y
los campos asoleados.
Todo nos pertenece.
A la alegría vamos".
                                                         Bolivia 1963.
 
 
 
 
 
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III
este camino
Fidel señala el camino.
Es fácil pero difícil,
hay mucho por hacer,
muchos quedan atrás,
retroceden,
pero la mayoría avanza
hacia el porvenir.
 
 
 
 
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IV
Preguntó:
¿Quién detiene al pueblo
en su avance hacia el futuro?
Todos responden "Nadie".
Y entre humo y pólvora
y fusiles,
se le ve avanzar
de frente a la Historia.
 
 
 
 
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V
 
ellos
¿Dónde quedarán los traidores
a sueldo, los vendidos, los pobre
diablos?
¿A dónde irá la bazofia del país,
ellos que hablaron de "libertad",
de "justicia", de "igualdad",
cuando miles morían en los campos,
(comuneros, campesinos, indios
desarmados) bajo las balas
del petróleo, de los latifundios,
de los explotadores?
Dejemos nomás que escuchen
los primeros tiros.
Dejemos nomás que vean al
primer campesino armado.
Dirán "es fácil". Y mandarán
sus oficiales de plomo y de huiski.
Morirán éstos. Mandarán otros.
Y casi, casi al final
se irán arrojando abajo
de las camas.
Se irán a las embajadas.
No importa. Los sacaremos de
sus inmundos huecos,
a todos juntos los juzgará
el pueblo.
Nadie podrá pedir clemencia para
ellos,
pues están solos.
Morirán ante el tribunal
del pueblo.
Nadie los llorará.
Pronto serán olvidados.
La Paz, 1963
 
 
 
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VI
 
balada del guerrillero que partió
 
 
Una tarde díjole a su amada
"Me voy, ya es tiempo de lluvias.
todo está anegado
la vida se me envuelve en la garganta
no puedo resistir mas opresión.
Mientras mis hermanos
mueren en las sierras por balas
asesinas,
yo no debo quedar pensativo,
indiferente,
Adiós me voy a los montes
con los guerrilleros"
Se despidió y partió
Y un día ya estaba
arriba, de brazo con los guerrilleros.
Fue su mano espada de plata fina,
aró, sembró, cosechó
la tierra,
disparó con su fusil rayos
de esperanza.
y otro día ya estaba muerto,
sobre el hombro.
Pensativo y triste
aún recuerda a su amada
inmemorial por largo tiempo.
Y ella lo espera junto al río,
en el puente en donde lo vio partir.
Y acaricia su vientre con tristeza,
pensando en él, en todos,
con su ojos hermosos
y radiantes
mira haca el puente, al río,
a la vida.
Y siente en su corazón
la esperanza, la nueva
alegría que su amado juntó
                                                                  en la tierra.
 
 
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                   Poema
 
 

    Ahora debe ser, Juan, empuña tu fusil,
    Pedro, coge tú la treinta.
    Ahora hablaremos con las armas.
    Antes era fácil, nos cogían con los gritos
    en la mano, nos metían en las cárceles.
    Somos menos, no importa. Estamos
    armados y con la fe en el pueblo:
    campesinos, obreros, estudiantes:
    ahora es el momento
    levantémonos todos
    para sembrar en la tierra,
    en nuestro Perú
    una nueva vida con machetes,
    fusiles, hoces y martillos.
    ¿Quién podrá  detenernos,
    si ahora somos menos
    pero seremos todos
    contra el puñado que gobierna..
 
 

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        arte poética
 
 
 

    En verdad, en verdad hablando,
    la poesía es un trabajo difícil
    que se pierde o se gana
    al compás de los años otoñales.

    (Cuando uno es joven
    y las flores que caen no se recogen
    uno escribe y escribe entre las noches,
    y a veces se llenan cientos y cientos
    de cuartillas inservibles.
    Uno puede alardear y decir
    "yo escribo y no corrijo,
    los poemas salen de mi mano
    como la primavera que derrumbaron
    los viejos cipreses de mi calle").
    Pero conforme pasa el tiempo
    y los años se filtran entre las sienes,
    la poesía se va haciendo
    trabajo de alfarero,
    arcilla que se cuece entre las manos,
    arcilla que moldean fuegos rápidos.

    Y la poesía es
    un relámpago maravilloso,
    una lluvia de palabras silenciosas,
    un bosque de latidos y esperanzas,
    el canto de los pueblos oprimidos,
    el nuevo canto de los pueblos liberados.

    Y la poesía es entonces,
    el amor, la muerte,
    la redención del hombre.
 
 

              Madrid, 1961         La Habana, 1962.
 
 

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