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V. I. Lenin


El empobrecimiento en la sociedad capitalista




Escrito: En noviembre de 1912.
Primera publicación: En Pravda, núm. 181, 30 de noviembre de 1912. Firmado: V.
Fuente del presente texto: Editorial Akal, Obras Completas, Tomo 19.
Preaparado para el MIA: Por Rodrigo Cisterna, 2014.


 


Los reformistas burgueses, a quienes hacen eco ciertos oportunistas existentes entre los socialdemócratas, afirman que en la sociedad capitalista no hay empobrecimiento de las masas. La "teoría del empobrecimiento" es errónea, afirman, pues el bienestar de las masas crece, aunque con lentitud. El abismo entre los que poseen y los que no poseen no se ensancha, sino que se hace más estrecho.

La falsedad de tales afirmaciones se revela últimamente ante las masas, cada vez con mayor claridad. La carestía de la vida aumenta. El salario de los obreros, aun con el movimiento de huelgas más tenaz y más exitoso, crece con mayor lentitud de lo que aumenta la necesaria inversión de fuerza de trabajo. Y paralelamente, la riqueza de los capitalistas crece con vertiginosa rapidez.

Veamos algunos datos relativos a Alemania, donde la situación de los obreros es incomparablemente mejor que en Rusia gracias a su mayor nivel cultural, a la libertad de huelga y de asociación, a la libertad política, a los millones de afiliados a sindicatos y a los millones de lectores de los periódicos obreros.

Según datos de los sociólogos y políticos burgueses, tomados de fuentes oficiales, el salario de los obreros alemanes aumentó durante los últimos treinta años en un 25 por ciento, término medio. En el mismo período, ¡¡el costo de la vida aumentó por lo menos un 40 por ciento!!

Los comestibles, la ropa, el carbón y los alquileres: todo ha subido de precio. El obrero se empobrece absolutamente, es decir se vuelve más pobre que antes, se ve obligado a vivir peor, a comer menos, a pasar más hambre, a alojarse en sótanos y buhardillas.

Pero resulta aun más evidente el empobrecimiento relativo de los obreros, es decir, la disminución de su parte en la renta nacional. En la sociedad capitalista, que se enriquece con rapidez, la proporción de lo que corresponde a los obreros disminuye sin cesar, pues el enriquecimiento de los millonarios es cada vez más rápido.

En Rusia no hay impuesto a los ingresos, no hay datos sobre la creciente riqueza de las clases pudientes de la sociedad. Nuestra realidad, más penosa aun, es cubierta por un velo, el velo de la ignorancia y la falta de publicidad.

En Alemania hay datos exactos sobre la riqueza de las clases pudientes. En Prusia, por ejemplo, los primeros 10.000 millones de marcos (5.000 millones de rublos) de propiedades imponibles pertenecían en 1902 a 1.853 personas, y en 1908 a 1.108.

El número de los más ricos ha disminuido. Su riqueza ha aumentado: cada uno de ellos poseía en 1902, término medio, bienes por valor de 5 millones de marcos (2.500.000 rublos), ¡y en 1908 de 9 millones de marcos (4.500.000 rublos)!

Se habla de "los 10.000 de arriba". En Prusia, los "21.000 de arriba" poseían bienes por valor de 13.500 millones de marcos, y los propietarios restantes, 1.300.000 tenía bienes gravados por valor de sólo 3.000 millones.

Cuatro de los millonarios más adinerados de Prusia (un príncipe, un duque y dos condes) eran dueños en 1907 de bienes por valor de 149 millones de marcos, y en 1908 por valor de 481 millones.

La riqueza crece en la sociedad capitalista con increíble rapidez, paralelamente al empobrecimiento de las masas obreras. ●