Andreu Nin

¿Por qué los sindicatos de la FOUS ingresan en la UGT?


Escrito: Mayo de 1936.
Primera vez publicado: La Batalla, 23 septiembre 1936, nº 45.
Digitalización: Martin Fahlgren, 2013.
Esta edición: Marxists Internet Archive, agosto de 2013.



Seguramente habrá producido una cierta sorpresa el hecho de que, a los dos meses y medio de su fundación, la Federación Obrera de Unidad Sindical (FOUS), que contaba con una fuerza real en toda Cataluña, adoptara el acuerdo de ingresar en la UGT. ¿Significa este acuerdo que los que en la conferencia del 2 de mayo decidimos agrupar a todos los sindicatos autónomos hayamos llegado a la conclusión de que nuestras posiciones eran falsas y que, por lo tanto, hay que renunciar al propósito de constituir una sola central?: No, Hoy, como ayer, estamos persuadidos de la firmeza de estas posiciones; hoy, como ayer, estimamos profundamente nocivo a los intereses de la clase obrera su división en dos centrales sindicales y consideramos que no debe existir más que una sola organización. No se trata, pues, de una rectificación de principio, sino de un cambio táctico.

Hay que tener presente, en primer lugar, que, contrariamente a lo que alguien estaba interesado en hacer creer, la F0US no era una nueva central, sino un organismo destinado a coordinar y centralizar los esfuerzos de todos los sindicatos que aspiraban a la unidad. El movimiento representado por la F0US tenía una importancia indiscutible, como lo prueba el hecho de que más de 50.000 obreros enviaran sus delegados a la Conferencia de Unidad Sindical. Pero era un movimiento que se iniciaba y que, sin ningún género de duda, habría tomado proporciones mucho más considerables.

La sublevación militar del 19 de julio truncó las posibilidades de desenvolvimiento en este sentido. La FOUS, que se hallaba todavía en período de organización, era insuficientemente conocida, por no decir completamente ignorada, de las grandes masas obreras, muy particularmente en Barcelona.

Nada tiene de sorprendente, en estas circunstancias, que no pudiera convertirse en un centro de atracción. El movimiento se polarizó en torno a la CNT y la UGT. La corriente en este sentido era impetuosa. Los obreros querían incorporarse a una u otra de las dos centrales, traduciendo con ello intuitivamente su anhelo de unidad. ¿Podíamos oponernos a esta corriente? De ningún modo. Aun considerando que nos hallábamos en presencia de una corriente instintiva, que la subsistencia de las dos centrales era un mal, por cuanto sindicalmente los obreros deben pertenecer a una sola organización, era indispensable pasar por esta etapa intermedia, firmemente convencidos, empero, de que, aleccionados por la experiencia, los trabajadores llegarían a las mismas conclusiones que nosotros. Si hubiéramos querido mantener la FOUS a toda costa la clase obrera no nos habría comprendido y el mantenimiento de una organización cuya razón de ser era la lucha por la unidad, hubiera sido interpretado como una actitud de escisión. Dispuestos, pues, como siempre a no divorciamos de la masa trabajadora, nos planteamos el problema del ingreso en una de las dos centrales.¿En cuál?

Los que habían sostenido tenazmente la tesis de la división en dos grandes sectores nos daban la solución. Según esa tesis, los sindicatos orientados por los anarquistas debían ingresar en la CNT; los orientados o influidos por los marxistas debían hacerlo en la UGT. La segunda solución era la más indicada para las organizaciones de la FOUS, por cuanto, a pesar de su carácter netamente sindical, estaban principalmente inspiradas por elementos marxistas. Habría, además, otra consideración que nos inclinaba a optar por el ingreso en la UGT: la necesidad de contribuir a su renovación con el concurso activo de las fuerzas que irían a engrosar sus filas.

Hasta el 19 de julio la influencia de la UGT en Cataluña era insignificante. Esa central no tenía prestigio ni tradición. Su nombre no estaba ligado a ninguna de las grandes 1uchas del proletariado catalán. Las organizaciones con que contaba no se distinguían por su espíritu revolucionario ni por su combatividad. Eran "sociedades de resistencia" típicas, de inspiración pablista[1], cuyos representantes se hallaban como el pez en el agua en las instituciones arbitrales y conciliatorias y en los organismos oficiales.

El formidable movimiento sindical provocado por los acontecimientos revolucionarios cambia fundamentalmente la base social de los sindicatos de la UGT, a la cual afluyen grandes masas trabajadoras. Pero el espíritu reformista de la dirección persiste y constituye un obstáculo a la unificación sindical y un freno al desarrollo victorioso de la revolución. En el fondo, la pugna, a menudo violenta, entre la CNT y la UGT, no es más que el choque entre las exigencias revolucionarias del momento, más fielmente representadas por la CNT, a pesar de ciertas deformaciones, que por la UGT, cuya dirección, inspirada por la política de Frente Popular del Partido Socialista, tiende a frenar la revolución, manteniéndola en los límites de la República democrática burguesa.

Con este estado de cosas hay que acabar. Los intereses de la causa proletaria exigen una transformación radical, fundamental, de la UGT. A ello vamos, con este propósito ingresan en esta central los sindicatos que hasta ahora habían formado parte de la FOUS. Hay que convertir a la UGT en una organización combativa y revolucionaria, con lo cual facilitaremos enormemente la unificación de todos los trabajadores en una sola central y crearemos una fuerza formidable tanto por su importancia numérica como por su espíritu revolucionario. Es indudable que la dirección reformista luchará desesperadamente por conservar sus posiciones – la resistencia que ha opuesto a nuestro ingreso es harto significativa a este respecto – pero con el apoyo de las propias masas de la UGT, no cejaremos en nuestra lucha, con la seguridad absoluta de que la victoria coronará nuestros esfuerzos.


Notas:

[1] El término pablista hace referencia a Pablo Iglesias, el histórico dirigente del Partido Socialista Obrero Español y de la Unión General de Trabajadores.