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Leon Trotsky

En defensa del marxismo

 

 

Dos cartas a Albert Goldman

 

 

10 de febrero 1940

Querido camarada Goldman:

Estoy completamente de acuerdo con su carta del 5 de febrero. Al publicar la frase de Abern sobre la escisión, pretendía que él y otros líderes de la oposición se pronunciasen claramente y sin ambigüedades sobre sus propias intenciones, no sobre las que atribuyen a los líderes de la mayoría.

Ya he oído el aforismo sobre los "ciudadanos de segunda categoría". Preguntaría a los líderes de la oposición, cuando llaman a la mayoría "la pandilla de Cannon" o "conservadores burocráticos; ¿no la están tratando también como a "ciudadanos de segunda categoría"? No puedo dejar de añadir que la susceptibilidad excesiva es característica de todas las fracciones pequeñoburguesas. Por ejemplo, ignoro si Schatman, en su Carta abierta, quiere convertirme en ciudadano de segunda. Me interesan sus ideas, no hacerle el psicoanálisis.

Tengo la sensación de que, enervados por una serie de errores sucesivos, los líderes de la oposición se empujan unos a otros a la histeria y luego, para justificar la histeria colectiva de la fracción, atribuyen a sus adversarios los designios más siniestros e increíbles. Cuando dicen que las cartas que hemos cruzado Cannon y yo no son más que un camuflaje, lo único que se me ocurre es alzar los hombros.

La objetividad marxista es el mejor tratamiento para la histeria pequeñoburguesa. Seguiremos discutiendo sobre dialéctica, sociología marxista, la naturaleza de clase del Estado soviético, el carácter de la guerra, pero no con el absurdo propósito de provocar una escisión, sino para convencer a una parte importante del partido y para ayudarles a pasar de su posición pequeñoburguesa a la proletaria.

Con los mejores saludos del camarada

Leon Trotsky  

 

 

18 de febrero de 1940

Querido camarada Goldman:

Un congreso de la minoría no es más que una reunión informal a escala nacional[1]. Por lo tanto, no supone un cambio de principio de la situación, Es un paso más por el mismo camino, un mal paso por el camino de la escisión, pero no es todavía la escisión. Probablemente habrá dentro de la oposición dos o tres tendencias respecto a la escisión y el propósito de la conferencia es unificarlas. ¿Sobre qué base? Probablemente algunos líderes, en su desesperación, no ven otra salida que la escisión.

En estas condiciones, una intervención vigorosa de la mayoría haría más difícil la tarea de los escisionistas conscientes. Su grupo, o mejor aun, la mayoría oficial del C. N. o del C. P. podrían dirigir a Cleveland un comunicado sobre un solo punto, la unidad del partido. Sería mejor no introducir el tema de la URSS o de la guerra, pues de lo contrario podrían considerar que se les pone como precondición para permanecer en el partido el abandono de sus posturas sobre esos puntos. Nada de eso. Los aceptáis tal como son, si son realmente fieles al partido y a la IV Internacional y están dispuestos a aceptar, en la práctica, su disciplina.

Con mis mejores saludos,

Leon Trotsky

 

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[1] La minoría convocó una conferencia en Cleveland para el 24-25 de febrero de 1940. Esta conferencia decidió que existían en el partido dos tendencias irreconciliables y que, en el Congreso, el partido debería conceder a cualquier grupo minoritario el derecho a publicar un periódico político que defendiera el programa político de la IV Internacional y que, al mismo tiempo, presentase de forma objetiva la posición especial de la tendencia respecto a la cuestión rusa. La mayoría rechazó esta petición. (Nota del editor.)

 

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