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Redactado: Lima, inicios de
1978.
Fuente para la presente transcripción: “El uso de la palabra”, revista Marka, Año 4, Núm. 56 (Lima, 12 de enero de 1978), págs. 12 y 28.
Esta edición: Marxists Internet Archive, 30 septiembre 2025.
En el número 55 de la revista de su dirección se publica un artículo[1] relativo al Partido Comunista Peruano que no responde a la realidad. Suponemos que ha sido Ud. sorprendido de buena fe con informaciones falsas por quienes dirigen o se prestan para una campaña contra la unidad de nuestro Partido. Campaña que tiene las características de los operativos político-policiales desatados en los últimos tiempos contra las organizaciones populares. Campaña, además. que por el momento en que aparece y las orientaciones que lleva tiene como objetivos impedir la inscripción del Partido e introducir una cuna entre éste y la CGTP. Nos dirigimos por eso para solicitarle nos permita exponer la verdad sobre este asunto, dejando para otro momento discutir si “Marka” procede bien o mal en la forma en que ha abordado el problema.
1. —No es cierto que el Partido Comunista se haya escindido a nivel nacional Lo que existe es un trabajo por lograrlo, a cargo de algunos elementos ubicados en determinados organismos del Partido y la Juventud, ubicación lograda en algunos casos merced a un trabajo conspirativo sistemático realizado desde hace tiempo explotar.do maliciosamente el legítimo deseo de militantes honestos por el mejoramiento constante de nuestras formas y métodos de trabajo. Con su campaña cuidadosamente prepara da sustituyendo la autocrítica de los errores y debilidades por la chismografía y la calumnia lograron arrastrar inicialmente a algunos camaradas, los que con los esclarecimientos internos posteriores están adoptando una posición de defensa de los principios marxista leninistas de organización y a los órganos de dirección nacional elegidos conforme a ellas.
2. —La relación de personas y organismos que el articulo menciona como contrarias a la Dirección del Partido es también apócrifa. Se trata simplemente de una usurpación de cargos y del uso indebido de nombres de organismos partidarios que repudian este movimiento fraccionalista. Es muy fácil poner nombres y membretes ya que como se suele decir, el papel lo aguanta todo.
3. —La presencia en este movimiento fraccionalista de gentes como Roberto Villajuán que pertenecían a organismos de Dirección Nacional o intermedia y que ostentan cierta antigüedad en su militancia no puede servir para calificar de antemano sus opiniones como correctas. Si se usara ese criterio debiera aceptarse "a priori” como ciertas la opinión del Secretario General del Partido o la de cualquiera de los actuales integrantes de su Comité Central. Ocurre que los movimientos fraccionalistas irrumpen públicamente sólo cuando han lo grado colocar a sus miembros o ganar a sus posiciones a cuadros de dirección, de alii que se den casos como el de estos elementos.
4. —Lo que interesa entonces son los planteamientos y sobre todo los hechos. Del análisis de ellos resulta evidente que el grupo fraccional, al cual su revista parece prestar respaldo, miente, calumnia y tiene objetivos contrarios a los intereses de los trabajadores y del pueblo en general. No es posible, por la limitación de espacio que la dirección de la revista nos impone, contestar con detalles cada uno de los cargos que el mencionado artículo nos hace Rechazamos, por falsas las acusaciones sobre violación de los Estatutos y de las normas leninistas de organización así como otras imputaciones que contiene. El trabajo de la dirección del Partido desde 1973 en que fue electa en el VI Congreso, en lo fundamental se ha encuadrado dentro de los procedimientos orgánicos que nos rigen y ha afrontado exitosamente la conducción de la militancia y de la clase obrera en medio de un proceso político extraordinariamente complejo. Que esto así lo demuestran los pronunciamientos del Partido frente a los principales hechos y medidas del actual gobierno. El multitudinario y combativo sepelio del general Juan Velasco Alvarado es la mejor demostración de que la línea de apoyo a los cambios estructurales del gobierno de la Fuerza Armada en su primera fase, línea trazada por el Comité Central e impulsada por la Comisión Política, también fue esencialmente acertada.
La realización del último Pleno del Comité Central del Partido el 18 de Diciembre pasado prueba a su vez que también en lo orgánico la Comisión Política procedió correctamente. Sólo así se explica los acuerdos de este evento: aprobación del Informe Político presentado, la adopción de algunas medidas disciplinarias contra quienes se des cubrieron como parte del movimiento fraccional y convocatoria en fecha próxima al próximo Pleno del Comité Central que abordara los problemas del trabajo de dirección y de los métodos de trabajo, así como la convocatoria para este ano del VII Congreso Nacional del Partido. respaldando así a la Comisión Política en contraposición a las demandas del grupo fraccional para que tales problemas se abordaran de manera improvisada e inorgánica en la misma Sesión del 18 de Diciembre.
Por el contrario, son los integrantes de este grupo fraccional los que pisotean groseramente los Estatutos y normas del Partido como se prueba fácilmente viendo los documentos elaborados por ellos. Inicialmente aparecen atacando sólo a la Comisión Política y aceptando la autoridad del Comité Central. Luego, rechazados y condenados por este, montaron entre gallos y medianoche la farsa de una seudo Conferencia Nacional la cual “desconoció" al Comité Central, y no tuvo empacho en “convocar” a un Congreso Nacional extraordinario. Quien lea nuestros Estatutos sabe que el Comité Central es la máxima autoridad entre los Congresos Nacionales y que corresponde a este organismo y sólo a éste la convocatoria al Congreso Nacional.
Similarmente, es el Comité Central el organismo ante quien la Comisión Política rinde cuentas y el que la elige y modifica cada vez que lo considere necesario. No puede concederse carácter de planteamiento válido dentro del Partido el deseo de pocos, muchos o algún militante de que se modifique su composición. Tales opiniones se canalizan orgánicamente en un Congreso Nacional donde la voz mayoritaria del Partido decide quiénes son los dirigentes de la organización. Aceptar otra cosa sería precisamente renunciar a las normas marxistas-leninistas que aseguran el carácter revolucionario del Partido y trans- formarlo en una organización social- demócrata o burguesa.
Esto basta para demostrar que es el grupo fraccional el que está transgrediendo los principios partidarios, lo cual se explica, ya que sólo en esa forma podrían lograr un éxito parcial, aunque sea temporal. de ese tipo de acciones ten- dientes a confundir transitoriamente a algunos militantes honestos.
5.—“Last but not least”, como diría el autor del artículo que refutamos, a título de preguntas lo que pretenden ser acusaciones muy series a la Dirección del Partido, sólo alcanzan a ser sin embargo un cumulo de falsedades, planteadas en forma mal intencionada donde se distorsionan nuestros puntos de vista y se nos atribuyen cosas jamás hechas ni dichas. Todo con la intención de inducir al lector a con denarnes de antemano. Por la forma de las preguntas nos recuerda mucho al famoso plebiscito pinochetiano de los días pasados. Sólo uno de los presuntos cargos merece respuesta. La acusación que se nos hace de traicionar el Paro del 19 de Julio, no se dice en qué consistió la traición ni cuando ocurrió. Lo asisten las 100 razones del compañero para no hacerlo; la primera es que esa traición no existe. Lo cierto es que la Comisión Política emitió cinco días antes de su realización un comunicado público de apoyo decidido al Paro. Lo reprodujo “El Tiempo” en primera plana para calificarlo de "rojo" y "complot comunista”. Lo cierto es que también así pusimos toda nuestra capacidad orgánica al servicio del Comando Unitario de Lucha y de los trabajadores para el mejor éxito de sus luchas. Como igualmente cierto es que la CGTP y los dirigentes sindicales comunistas fueron los mis golpeados con la respuesta gubernamental.
El cargo de traición esta sólo en la boca de la ultraizquierda y se debe a que combatimos sus intentos aventureros de precipitar sin debida preparación un segundo paro y su consiguiente fracaso para el mes de Setiembre pasado. Hoy tratan de "conquistar desde dentro” a la CGTP, la central clasista que no es por cierto propiedad del Partido Comunista ni de ningún otro. Pero, y esto es también cierto, han sido los comunistas quienes con más sacrificio y abnegación han luchado por su formación y engrandecimiento. Pueden estar seguros que los auténticos comunistas, sean estos dirigentes sindicales o no, no van a permitir que la gloriosa central fundada por Mariátegui abandone la ruta trazada por su fundador y guía. Queda bien claro compañero Director, la verdad de las cosas, aunque no con la minuciosidad con que hubiésemos deseado hacerlo, debido a la limitación de espacio impuesto por Marka.
Agradecemos a usted la publicación de esta nota aclaratoria.
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[1] "Partido Comunista Peruano: Crisis de dirección ... y ruptura", págs. 20 y 21. [Nota de marxists.org]