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Redactado: Lima, mediados de 1981.
Fuente para la presente transcripción: "Gobierno –
IU ¿Y qué fue del diálogo?", revista Marka, Año VII, Núm. 216
(Lima, 06 agosto 1981), págs.
14-15.
Esta edición: Marxists Internet Archive, septiembre 2025.
La relación de Izquierda Unida con el gobierno, aperturada el lº de Julio, ha merecido un necesario balance, luego de la conducta oficial durante todo el mes anterior y el discurso de Belaúnde en fiestas Patrias. Hoy, cuando el régimen llama de nuevo a concertar esfuerzos, sin manifestar ninguna autocrítica y mientras se empiezan a agitar las aguas por el convocado Paro Nacional del 19 y 20 de agosto, urge revisar el derrotero inmediato de IU. Y definir los pasos a seguir, sobre todo en relación a las demás fuerzas políticas, económicas, laborales e institucionales, que ban manifestado su disconformidad con el acciopepecismo.
Para los fines de una adecuada y unitaria presentación del pensamiento de IU acerca de esta coyuntura, hemos planteado la misma pregunta a cuatro dirigentes, miembros de su Comité Directivo Nacional y en esta parte de la edición publicamos sus respuestas.
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Del Prado
El discurso del 28 de julio ha ratificado la política antipopular y antinacional del gobierno, tanto en lo interno como en lo externo. El público respaldó a Ulloa y a su negativa gestión, a la que Belaúnde calificó de positiva, es la mejor demostración de la vocación real del régimen.
Así, las posibilidades de que el diálogo sea positivo, se han cancelado. IU no se ilusionó con ello en ningún momento. Solo que ahora es imprescindible responder con más energía y lucha, insistiendo en las movilizaciones de masas como respuesta a la intransigencia gubernamental.
El Paro Nacional, convocado por la CGTP, es, en ese sentido, la justa respuesta de los trabajadores a la negativa a la reposición, estabilidad y mejoras económicas del pueblo. Los trabajado¬res son quienes mejor conocen que en el país se desconocen elementales derechos que la OIT respalda a nivel mundial y se preparan nuevas agresiones, como la ley antihuelgas. Por eso, decir, como Belaúnde, que el Perú respeta los tratados laborales internacionales, es una mentira que tiene que ser respondida.
A la par, IU debe continuar luchando por su plataforma, sin condicionarla a la respuesta de Belaúnde. Es necesario consolidar orgánicamente a los Comités de IU y vincularlos a las organizaciones populares, municipales y gremios, mientras se afiata la acción de su dirección nacional y su fracción parlamentaria.
En relación a otras fuerzas opuestas al gobierno, debemos insistir en la unidad en la acción, como forma de avanzar a niveles mayores de acuerdo político. En el caso del Paro, por ejemplo, la CGTP está coordinándolo con la CTP. La huelga médica, que dirigen posiciones políticas diferentes a IU, debe ser apoyada. En el Parlamento, hay coincidencias con la Célula Parlamentaria Aprista en la derogatoria de la ley que otorgo facultades extraordinarias al Ejecutivo y otras más.