Indice del Archivo

 

Marta Harnecker

 

 

La lucha contra la corrupción requiere una revolución cultural

 

 


Fuente del texto: Rebelión (https://rebelion.org), quien lo publicó con el permiso de la autora bajo una licencia de Creative Commons CC BY-NC-ND 2.5 ES, 20 de septiembre de 2018.
Esta edición: Marxists Internet Archive, agosto 2022.  Se publica aquí por cortesía de Michael Lebowitz y Camila Piñeiro Harnecker.


 

 

 

HERENCIA CULTURAL QUE CREA AMBIENTE PROPICIO PARA LA CORRUPCIÓN

1. Para hablar de estos temas voy a partir de lo que ha ocurrido en América Latina, aunque mucho de lo que diga puede aplicarse a otros países del globo.

2. Gobiernos antineoliberales como Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia y Ecuador, lograron en tiempos recién pasados disminuir sensiblemente las desigualdades y la exclusión social, al potenciar el poder económico y político de los sectores populares en lugar de proteger y ampliar las ganancias de los sectores empresariales. Concuerdo con Emir Sader en que los cambios «en estos países fueron enormes, los más significativos hasta entonces experimentados«.

3. La gran pregunta es por qué hoy la izquierda está a la defensiva; por qué y cómo, después de lograr imponer su hegemonía al conjunto de la sociedad, la ha perdido.

4. Para entender lo que ocurre debemos recordar que l as políticas neoliberales, implementadas por el gran capital financiero transnacional, han venido imponiéndose respaldadas por su gran poderío militar y mediático, cuyo centro hegemónico son los Estados Unidos. Esto a pesar de que no sólo no han resuelto los problemas de la gente sino que han agudizado vertiginosamente la miseria y la exclusión social, mientras las riquezas se concentran en cada vez menos manos.

5. Por otra parte, nuestra clase trabajadora actualmente muy heterogénea, ha sido muy debilitada por los procesos de flexibilización laboral y subcontratación, y está muy dividida internamente. Esto no es sólo por las condiciones objetivas creadas por el neoliberalismo, sino también por diferencias ideológicas, personalismos, caudillismos. Por todas estas razones suele no estar en la primera línea del combate.

6. Existe -como dice Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia- un esfuerzo denodado desde los medios de comunicación, desde ciertas ONGs, desde intelectuales orgánicos de la derecha, por devaluar, por poner en duda, por cuestionar la idea y el proyecto de cambio y de revolución.»

7. Un sistema tan injusto e inhumano solo logra mantenerse porque sufrimos una pesada carga cultural: una cultura individualista del sálvese quien pueda; una cultura paternalista, que nos ha acostumbrado a esperar del Estado las soluciones en lugar de organizarnos y luchar por conseguirlas; una cultura consumista, que nos lleva a pensar en que si tenemos más somos mejores, en lugar de sentirnos mal por tener cosas superfluas mientras hay quienes muy cerca de nosotros no tienen lo mínimo para vivir dignamente.

8. Y lo peor -como dice el investigador chileno, Carlos Ruiz- es que los sectores burgueses han logrado sembrar sus valores y generar una amplia aceptación popular del orden social capitalista. Es decir, han logrado la dirección cultural sobre la sociedad y por ello han logrado gobernar por consenso más que usando el látigo. Su propaganda suele estar tan bien elaborada que no sólo logra crear necesidades artificiales, sino que también logra ilusionar a importantes sectores de la población con que sus problemas serán resueltos mediante la implementación de su modelo económico.

9. Según el investigador cubano, Fernando Martínez Heredia, el «esfuerzo principal del capitalismo actual está puesto en la guerra cultural por el dominio de la vida cotidiana, lograr que todos acepten que la única cultura posible en esa vida cotidiana es la del capitalismo». Debido a eso, mucha gente y, entre ella, muchos sectores de izquierda al actuar tienden a reproducir el modo burgués de ver y organizar el mundo.

10. Esta situación ha permitido un regreso de sectores reaccionarios al gobierno en algunos países importantísimos y decisivos de la región, y existe la amenaza de que la derecha retome el control en otros.

11. Teniendo en cuenta estas consideraciones nos damos cuenta de que no lograremos avanzar en nuestra lucha por la nueva sociedad si no realizamos en nuestras filas una verdadera revolución cultural.

12. Esta no es una idea nueva, Marx ya en 1853 planteaba que se requerían décadas de «guerras civiles y luchas populares» no sólo para cambiar la realidad sino para cambiar a los trabajadores y capacitarlos para «ejercitar el dominio político.» Según el pensador alemán, era necesario que las personas, a través de sus prácticas sociales y de su lucha, fueran saliendo del «estiércol» de la cultura heredada al ir descubriendo, experimentando e incorporando a su forma de vivir nuevos valores: los valores del humanismo, la solidaridad, el respeto a las diferencias, el combate al machismo y todo tipo de discriminación.

13. Pero no bastan estas prácticas, se requiere ideas nuevas que le salgan al paso a las viejas ideas. Se requiere -como dice Fidel Castro- dar una «batalla de ideas.» Según Martínez Heredia, necesitamos un pensamiento «fuerte, convincente y atractivo, al mismo tiempo que útil como instrumento movilizador y unificador de lo diverso, y como herramienta eficaz para análisis y políticas acertadas que contribuyan a la actuación y a la formulación de proyectos.»

14. 1 Se requiere -como decíamos- una potente revolución cultural. Ese es el gran desafío que tenemos por delante y, por desgracia, la derecha ha tomado la iniciativa en este terreno.

15. Como dice Aristóbulo Istúriz -alcalde de Caracas antes del triunfo de Hugo Chávez y Vicepresidente Social y Territorial recién nombrado para coordinar el estratégico tema de la participación ciudadana en el momento de escribir este artículo- hay que pasar del «gobierno para el pueblo al auto gobierno del pueblo, a que el pueblo asuma realmente el poder.

16. Aunque el objetivo estratégico a alcanzar es el autogobierno del pueblo, es decir, que la gente se gobierne a sí misma, que el pueblo asuma el poder, esto no se puede dar de un día para otro; nuestros pueblos no tienen «cultura de participación», no tienen «experiencia real de gobernarse», son pueblos acostumbrados «al populismo, al clientelismo, al no razonar políticamente, a pedir cosas». Este paternalismo de Estado, en lugar de hacer que la gente asuma como una responsabilidad propia la construcción de la nueva sociedad, conduce a transformar a la gente en algo pasivo. Hay que pasar de la cultura del ciudadano/a que mendiga a la cultura del ciudadano/a que conquista, que toma decisiones; que ejecuta y controla; o sea, que autogestiona, que autogobierna.

17. Pero, para lograr este objetivo -como Aristóbulo advierte- es necesario «gobernar con la gente durante un cierto período de tiempo, para que la gente aprenda a gobernarse a sí misma, es decir, a autogobernarse.»

18. Esta propuesta transformadora ha estado siempre muy vinculada a una ética militante, fundada en la renuncia personal, en la valoración de lo colectivo por sobre los intereses individuales y, por ello, no debe extrañarnos que figuras como José Mujica, ex presidente de Uruguay, una persona sencilla, austera, solidaria, sea hoy día un referente de la juventud latinoamericana y de muchos movimientos sociales de nuevo tipo.

19. Pero reconociendo la necesidad de una transformación cultural de la izquierda, debemos ser realistas y, para lograr avanzar en nuestro proyecto, debemos trabajar a partir de lo heredado buscando modificarlo. No debemos olvidar que dadas las condiciones en que trabajamos nos vemos obligados a emplear a cuadros profesionales y técnicos que no siempre comparten nuestro proyecto. Asimismo, tenemos que apoyarnos en un pueblo cuya cultura política está muy lejos de ser la deseada. También hay que trabajar muchas veces con partidos conformados para luchar en el terreno electoral y plagados de oportunistas que quieren aprovechar su adhesión al partido para conseguir algún cargo o prebenda, donde quien ocupa un cargo público goza de consideraciones especiales y privilegios (altos salarios, dietas especiales, buenos locales, pasajes en avión, etcétera). En ocasiones hay que aceptar, transitoriamente, que altos dirigentes del partido sean, al mismo tiempo, altos dirigentes del Estado, por la escasez de cuadros dirigentes con los que se cuenta, muchas veces explicable por la mala política de promoción de nuevos cuadros con capacidad de liderazgo . A esto hay que agregar el constante peligro de burocratización aún de los cuadros más revolucionarias, pues el aparato de Estado heredado suele triturar a muchos de ellos: estos comienzan a abandonar la lógica revolucionaria y a trabajar con la lógica administrativista, o a corromperse.

20. Pero además estamos hablando de procesos de transición en los que, junto al nuevo sector socialista, cooperativo, guiado por la lógica de la solidaridad, conviven y van a convivir durante un tiempo, sectores privados guiados por la lógica capitalista del máximo beneficio.

21. Esto plantea el problema, muy importante, desde el punto de vista económico, de cómo asegurar que sea el modelo socialista el que dirija el desarrollo del proceso evitando que la lógica capitalista prevalezca y acabe contaminando y desvirtuando los avances sociales. Basta recordar lo sucedido en el Chile de Allende y lo que ahora mismo sucede en Venezuela, para comprender hasta qué punto es importante resolver este problema.

22. Pero en este momento no vamos a tratar este tema, lo que nos interesa ahora es destacar que la existencia de esa dualidad de modelos económicos viene a favorecer la posible aparición de prácticas corruptas cuando el sector capitalista parece ofrecer vías de enriquecimiento personal a responsables del sector socialista al margen de los principios y la solidaridad.

23. Por otra parte, se puede dar otro tipo de corrupción que es más frecuente en las economías socialistas que en las capitalistas, si las primeras se burocratizan estructurándose de tal forma que los funcionarios y los cuadros intermedios no responden ante la gente sino ante el superior que los designa. Como el futuro político de estos responsables no depende de la gente a la que deben servir, sino de sus superiores, es natural que los funcionarios estén más inclinados a satisfacer las demandas de éstos que a responder a las necesidades y aspiraciones de la gente.

24. Suele ocurrir que deseosos de complacer a sus superiores o de conseguir más estímulos monetarios, falsifican datos o logran los resultados pedidos a costa de la calidad de las obras. Ha sido algo común en los países socialistas la tendencia a inflar los datos sobre la producción. Pero, esto no sólo es negativo desde el punto de vista moral, sino que es muy negativo desde el punto de vista político, porque al falsear los datos se desinforma sobre la situación realmente existente y ello impide que el partido o el gobierno adopten a tiempo las medidas correctoras necesarias.

25. A esto se agrega el que quienes adulan a sus superiores suele ser promovidos a cargos de mayor responsabilidad, mientras que los que critican, adoptando una postura independiente, son marginados a pesar de su competencia.

26. Por otra parte, cómo no se estimula el control popular sobre el comportamiento de los cuadros, el desvío de recursos públicos para objetivos personales pasa a ser algo muy tentador.

27. En estas circunstancias es más fácil entender por qué la izquierda ha caído más de una vez en prácticas corruptas que le restan credibilidad, algo que nunca podemos perder porque tenemos que convencer de nuestras ideas. Hay que recordar que un elemento esencial de la izquierda debe ser la lucha contra la corrupción, en particular dentro de sus propias filas. Nada hay más desmovilizador que la gente llegue a pensar que «todos son iguales y solo buscan la plata».

28. En otro artículo hablaremos de otras prácticas que llevan a la gente a un desencanto de la izquierda. Esta vez queremos sugerir algunas medidas para evitar la corrupción.

 

PROPUESTAS PARA EVITAR LA CORRUPCIÓN

 

1) MEDIDAS PERSONALES

29. Para analizar el problema de la corrupción debemos partir de la idea de que el poder tiende a corromper. No sólo el poder ejercido por la oposición capitalistas sino también el poder ejercido por las fuerzas de izquierda. Por razones aparentemente muy justificadas (falta de tiempo, dedicación, etcétera) las personas en el poder -aunque sean revolucionarias- tienden a favorecer a los suyos a veces sin gran conciencia de lo que ocurre, tiendan a recibir prebendas, a aceptar altos salarios, etcétera.

30. Creo que la única forma de evitarlo es el control que pueda ejercer un pequeño grupo de personas alrededor de ese funcionario en el poder. Su función sería advertirle acerca de las posibles desviaciones que pudieran producirse en él. Creo que esta debe haber sido una de las razones para que nuestras organizaciones políticas se estructuraran a partir de núcleos o células de base como lo concibió el PT de Brasil en sus inicios, y como lo practicaron las comunidades de base y los partidos comunistas en varios países.

31. El presidente de la República tiene un papel crucial en la campaña contra la corrupción, pero en solitario no puede ganar la batalla. Para hacerlo esta debe ser asumida como una batalla de toda la sociedad.

32. Pero, además de esta medida personal de estar inserto en un grupo que te controle, hay también medidas sociales que pueden ayudar en la lucha contra la corrupción.

 

2) MEDIDAS SOCIALES

1. Información y transparencia

33. Ya hemos dicho que no puede haber una lucha exitosa contra la corrupción si no hay transparencia tanto en las entidades del estado como en las no estatales.

34. En algunos gobiernos como el de Kerala, en India, primer gobierno comunista que trató de construir la nueva sociedad por la vía pacífica, la transparencia fue introducida en la ley. Todos los documentos del plan, incluida la selección de las personas beneficiadas, las cuentas y comprobantes de las obras, etcétera, son considerados documentos públicos a los cuales cualquier ciudadano puede tener acceso.

35. Para ello debe disponerse de libros abiertos de todos los documentos. Y en el lugar donde se hace la obra debería ponerse una gran pizarra o mural visible a todo ciudadano o ciudadana y en el idioma del lugar, donde deben exhibirse todos los datos sobre la obra pública que se está realizando. Estas medidas deben también generalizarse a las empresas del estado. Todo ciudadano/a debe poder informarse de la marcha de estas.

36. Además, los funcionarios al frente de cualquier equipo de trabajo, deberían dar un ejemplo en este terreno como lo hicieron, el presidente boliviano, Evo Morales, y el vice-presidente, Álvaro García Linera, decidieron renunciar voluntariamente al secreto bancario sobre todas sus cuentas financieras desde enero de 2006.

2. Comités contra la corrupción incorporando a la oposición en los distintos niveles del poder

37. Creemos que es importante imitar al gobierno de izquierda de Kerala creando un Comité Estatal contra la corrupción. Allí se creó un grupo de siete miembros compuesto por: un alto juez de la Corte del, dos jueces de Distrito, dos secretarios del gobierno y dos eminentes personalidades públicas seleccionadas en consulta con los líderes de la oposición.

38. Incorporar el criterio de la oposición en fórmulas de ejecución y control ha sido fundamental para lograr que la gente tenga confianza en los resultados de este y otros comités de control.

39. Se trata de un comité con vastos poderes para chequear las malversaciones en las que pudiesen incurrir los gobiernos locales en el ejercicio de sus funciones.

40. Este comité debería tener poder para ordenar medidas correctivas y castigos si es necesario. Y, además de este comité estatal, a nivel del país, deberían organizarse comités locales con las mismas características.

3. Descentralización democrática

41. Cuando ha habido descentralización democrática, cuando todo lo que se pueda hacer a un nivel más bajo se ejecuta a ese nivel con la participación del pueblo y se ha puesto énfasis en la transparencia a todos los niveles, se han creado condiciones objetivas para reducir la corrupción.

4. Establecimiento de una Auditoría Social sobre las asambleas que conformen el poder popular y las restantes instituciones populares

42. Es imprescindible establecer la realización de auditorías sociales regulares sobre las asambleas municipales y todas las instancias de participación popular y organismos ejecutivos. Esta medida obliga a la transparencia y ayuda mucho a luchar contra la corrupción.

5. Campañas educativas y publicitarias

43. Diseño de campañas educativas en todos los niveles de la enseñanza. Utilizando para ello en forma creativa todos los medios de comunicación disponibles: realizando concursos de ideas, de artes, etcétera, para divulgar el daño que ejerce la corrupción y buscar el apoyo de la población para luchar contra ella, especialmente de la más joven.

44. E internamente, dentro de las empresas del estado, sería muy útil discutir con los trabajadores cómo emplear mejor el presupuesto de esas empresas, realizando lo que podríamos llamar presupuesto participativo en dichas entidades. Algo similar ya se hizo en la Universidad de Rosario, Argentina donde se aplicó con éxito este proceso participativo.

6. Supresión de todo tipo de privilegios en los cargos públicos

45. Hay que eliminar todo tipo de privilegios otorgados a quienes se desempeñan como funcionarios públicos o responsables políticos reduciendo salarios preferenciales, bonos, viáticos, privilegios en relación con la asistencia médica u hospitalaria, residencias vacacionales, pago de un número mayor de asesores de lo debido, y otras prebendas.

46. enriquecimiento personal durante su mandato. Una declaración jurada de su patrimonio y el de sus familiares directos, antes de ejercer un cargo público es fundamentalrra.

7. Sancionar drásticamente a los funcionarios que han caído en corrupción

47. Es necesario establecer un régimen jurídico que, con las debidas garantías, sancione drásticamente a los funcionarios y responsables políticos que han caído en acciones de corrupción debidamente comprobadas inhabilitándolos de por vida para ocupar cargos políticos-administrativos.

48. Este régimen debe facilitar la denuncia de prácticas corruptas y garantizar la protección de los denunciantes y testigos de esas practicas, protegiéndoles de represalias o practicas intimidatorias. Pero también se deben sancionar rigurosamente las denuncias falsas.

49. Se debe evitar caer en una práctica bastante generalizada de trasladarlos a otros cargos. En caso de que la acusación demuestre ser injusta debe realizarse con igual énfasis una gran publicidad de esos resultados.

8. Establecer tribunales locales de apelación

50. Otra institución que es útil establecer es un Tribunal de Apelaciones que debe constituirse a nivel local para recoger los reclamos si esta considera que se ha absuelto a alguien en forma injustificada o si se ha juzgado injustamente a una determinada persona.

9. Licitación pública de todas las obras que el Estado emprenda

51. Para evitar el otorgamiento de proyectos a los amigos o a personas que ofrecen una recompensa por el otorgamiento de una obra, es fundamental realizar una licitación de todas las obras que el Estado emprenda a sus distintos niveles, con todas las garantías necesarias para asegurar su transparencia.