Redactado: En Inglaterra el 15 de abril de 1926,
sobre papel membretado del 1917 Club, un club para socialistas con dirección en
4 & 5 Gerrard Street, en el barrio londinense de Soho.
Fuente del texto: "1926: Haya, filocomunista. Las cartas
secretas de Víctor Raúl", revista Marka, 21 de agosto de
1980 (Año VI, No. 167; Lima - Perú),
págs. 20-25.
Transcripción: Juan Fajardo, para marxists.org, 9 de noviembre de 2025.
Esta edición: Marxists Internet Archive, noviembre
2025.
15 de abril [1926]
Querido Pavletich:
He recibido su carta con sincero agrado. Ya le había escrito a Guatemala y no lo he hecho antes porque nunca tuve comunicación directa con los compañeros que han salido desterrados al Norte. Mi relación con los compañeros que están en Buenos Aires es constante, regular y creo eficaz. Nunca pude conseguir lo mismo de los compañeros que fueron a Panamá.
Me parece bien que estén en México. México es mucho más seguro para todos en este caso. Creo que deben procurar permanecer ahí todo el tiempo que puedan, aunque sería verdaderamente interesante que trataran de reconcentrarse en Buenos Aires. Por mi parte, mientras termino los estudios económicos en que me hallo empeñado vivo aquí, procurando al mismo tiempo galvanizar lo más posible mis pulmones. Sin embargo, estoy tratando de ir a Buenos Aires por un breve tiempo y ponerme en comunicación directa con nuestros compañeros.
Me alegra mucho que V. esté en pleno entusiasmo antiimperialista. Cuando fui a México en 1923 nadie hablaba una palabra del asunto. Cuando fui a Moscú en 1924 no tenían ni idea del problema nuestro. Wolfe y yo trabajamos activamente por darlo a entender no sólo a los rusos, que tienen comprensión fácil y estudian todas las cosas, sino a los del Workers Party de U.S. que como gringos tienen la cabeza más dura. Sin embargo la cosa se entendió bien y hoy es una fuerza. Creo sí que una fuerza que puede perderse si no se le da un absoluto carácter americano, popular. Si nuestro movimiento antiimperialista que es nuevo, fresco y fuerte se propone dar vida a otros movimientos fracasados, muertos, podridos, por vicios de caciquismo o de ignorancia estamos perdiendo el tiempo. Entre las actuales organizaciones obreras de América Latina hay abismos insalvables. El odio de los anarquistas por los comunistas y por los sindicalistas, las divisiones, los insultos de burdel, las calumnias de comadres, toda esa porquería que es la lucha de unos grupos o camarillas obreras unas con otras no la podremos curar uniéndonos o uniendo nuestro movimiento a NINGUNO de los bandos. Todos están llenos de odio anticlasista y reaccionario y la manera de matar esa "enfermedad de infancia” no es acostarse con NINGUNO de los enfermos porque nos contagiamos, sino tratarlos a todos desde un poco lejos aplicándoles inyecciones de revolucionarismo autentico por igual y tratando de unirlos ya curados de sus histerismos infantiles. Eso es el Frente UNICO antiimperialista que debemos formar, NO AL SERVICIO DE NINGUNA DE LAS FRACCIONES EXISTENTES sino al servicio de la clase trabajadora latinoamericana.
No sé si me explico. La cuestión es dar a nuestro movimiento un carácter realmente comunista, marxista, leninista SIN DECIRLO, SIN LLAMARNOS COMUNISTAS O LENINISTAS, sino procediendo como tales. Nada menos marxista o leninista que expulsar a Mella del P.C. de Cuba por ejemplo o que dar a nuestro movimiento antiimperialista una gran apariencia comunista, como manejado por el Workers Party de América y dando a la reacción una arma que sirve para alarmar a las masas y alejarnos de ella al presentarnos como empujados por los yanquis o los rusos. Puede ser una gran satisfacción para el Workers Party ir a Moscú y decir que ellos tienen en sus manos la agitación latinoamericana, por eso NO ES eficaz procedimiento para nuestra clase trabajadora. LA UNICA MANERA be dar a nuestro movimiento antiimperialista fuerza de masas, fuerza revolucionaria, es hacerlo típicamente latinoamericano, como el movimiento chino, como el movimiento moro si se quiere. La UNICA MANERA de darle fuerza y simpatía es no ponerle letrero anunciando que es una cosa fabricada en Moscú y pagada en Chicago.
Yo no admito ni admitiré nunca que se desnaturalice el movimiento antiimperialista. La simpatía extranjera puede venir pero nuestra campaña antiimperialista debe usar de todas las armas para dividir al monstruo yanqui despertando odio hacia él y tratando de que nuestras masas cuando no puedan distinguir el yanqui capitalista del obrero (cosa difícil tratándose de un país de tan fuerte aristocracia obrera y de arraigados prejuicios de raza) odie a los yanquis y los mire como enemigos, pero no, por tratar de distinguir los buenos de los malos, caiga en un confusionismo reformista y reaccionario.
No sé si me explico. El movimiento antiimperialista hasta hoy carece de agresividad de espíritu revolucionario. Usa palabras que parecen traducidas del inglés. El Libertador produce la impresión de una revista yanqui traducida, extranjera. Mientras no se hable del "gringo" y se agite a las masas con palabras que ellas entiendan, con puntos de vista criollos. nacionales, estamos coqueteando y complaciendo, pero corremos el riesgo que el entusiasmo pase, y nuestro movimiento caiga en el lodazal donde se debaten fraccionados y epilépticos los grupos innumerables en que se halla dividida la clase trabajadora latinoamericana para alegría de la burguesía y del imperialismo.
Por eso estoy luchando por la organización de la A.P.R.A. (Alianza Popular Revolucionaria Americana) que será el Frente Único de Trabajadores Manuales e Intelectuales de América Latina. Su primer papel es ser un partido internacional antiimperialista de forma y hasta táctica y disciplina comunistas pero sin decirlo, sin gritar a todo el mundo como prostitutas histéricas: "Véanme, soy comunista, soy leninista y rusa!!". Eso me parece ridículo. Nuestra A.P.R.A. será el gran partido de masa antiimperialista y tratara de agitar la América Latina a una acción de aspecto nacionalista revolucionaria contra los yanquis (boycots, etc.) tratando al mismo tiempo de organizar en cada sección nacional del partido el asalto del poder. Para agitar las masas contra el imperialismo usara de todos los medios y muy en especial de la racista, basándose en el desprecio casi universal del yanqui por el indio y el negro. Todo individuo u organización yanqui que desee venir con nosotros debe ingresar a nuestras filas y estar BAJO la disciplina y programa de nuestra organización.
Creo que al yanqui sólo se le abatiría provocando contra él una guerra sin cuartel, despertando odio en nuestras masas contra su presencia en América Latina, tratando de que se le hostilice sin piedad. Si no provocamos una guerra insurreccional antiyanqui, una rebeldía revolucionario-nacionalista en toda América Latina, el yanqui se nos vendrá encima muy pronto, con su pesada aristocracia obrera y sus universales prejuicios de raza.
Demostrar que nuestras burguesías son burguesías coloniales, dependientes de la gran burguesía madre y que nuestras clases feudales, las más poderosas en nuestros países característicamente agrícolas, son ambas traidoras a las clases trabajadoras por su complicidad con el yanqui, es una propaganda clara y posible y revolucionaria. Contra nuestras burguesías y clase feudal por ser cómplices del yanqui. He ahí una palabra de orden de masa inteligible y nacional. Los rahjas de la India y los caídes de Marruecos son el más grande obstáculo para la independencia de esos pueblos, y esos rahjas o caídes surgen cuando no se infunde en las masas un odio agresivo y general contra el pueblo invasor.
Tendría que escribirle largamente. No puedo sino decirle a saltos estas cosas. Estoy escribiendo en español e inglés un folleto: "Latinoamericanismo y antiimperialismo revolucionarios" en el que expongo, ampliado, el concepto económico antiimperialista que enuncie desde "Córdoba” a principios de 1924 y que ya había esbozado en un reportaje a fines de 1923, cuando la palabra imperialismo era apenas usada y cuando el antiimperialismo revolucionario y el latinoamericano económico no se veían por ninguna parte y menos en los partidos o agrupaciones "proletaries" enfermas de literatura anarquista o sindicalista europea e ignorantes de nuestra realidad económica social.
Por lo pronto la A.P.R.A. se está organizando y creo que en Perú va bien y va justamente ganando adeptos entre las masas. Se trata ahora de darle una disciplina de hierro, militar. de verdadero "ejército rojo” --Nuestra A.P.R.A. será un gran ejército rojo o no será nada. Pero no se llamará ejército rojo porque nosotros como las mujeres y como los peces morimos por la boca. Nos ocupamos demasiado de las palabras, de las denominaciones. Eso es una característica "enfermedad infantil". Lo primero que se hace con nuestros países es ponerse nombres. anunciar que se es tal o cual cosa. Muchas veces se ignora la cosa en sí. ¿Cuántos compañeros han leído El Capital? Yo ni siquiera he visto jamás una traducción de El Capital en español. ¿Se puede uno llamar comunista no sabiendo elementalmente que es el comunismo científico? Creo que no. Y justamente cuando se sabe es que se puede descubrir que aquellos que ignoran que la base de la táctica comunista es la aplicación de la doctrina a la realidad y por consiguiente el ESTUDIO PREVIO DE LA REALIDAD y de sus condiciones económicas, entonces no se puede admitir que un movimiento como el nuestro, producto de nuestra realidad, sea dirigido o inspirado o sometido a quienes no conocen esa realidad y quieren aplicarle tácticas y procedimientos extraños.
Así como el "caso" económico y social de América Latina es único, sin paralelo ni semejanza en otro lado del mundo, así el problema de la liberación de las clases trabajadoras y de su despertamiento y preparación para la lucha de clases es también único. Debemos estudiarlo con detención, para que no seamos arrastrados como indígenas ignorantes al fracaso y al sacrificio, sino que tomemos las riendas de nuestra propia acción revolucionaria y "la emancipación de los trabajadores latinoamericanos sea obra de ellos mismos".
En junio terminare la mitad de todos mis cursos económicos inclusive dos de marxismo y táctica que sigo con el P-- Comunista aquí. Cuando en Rusia oí decir a algunos compañeros extranjeros que nuestro movimiento necesitaba de gente que supiera marxismo me propuse estudiarlo. Estoy seguro que al terminar mi curso y al irme a América no seré un ignorante, pero no me pasará lo que a Plejanov que por teorizar con el pensamiento occidental se debilitó su mirada de la realidad rusa y, teórico maravilloso, marxista estupendo, se olvidó que la aplicación de la teoría a la realidad de su país imponía una táctica nueva, una acción eminentemente rusa, eminentemente nacional: el leninismo.
Por mi parte trato de no caer en el peligro. Cada vez me siento mis profundamente americano y cada día establezco con más claridad las diferencias entre nuestro medio económico y los medios económicos europeos o yanquis. Entonces, cada día pienso que nuestra responsabilidad y nuestro deber revolucionario es UTILIZAR TODAS LAS TEORIAS EUROPEAS, SACANDO DE ELLAS TODO EL GRAN APORTE DE CIENCIA Y DE EXPERIENCE QUE ELLAS REPRESENTAN PARA APLICARLAS A AMERICA LATINA CON UN SENTIDO REALISTA, NUEVO. COMPLETAMENTE DE ACUERDO CON NUESTRAS SINGULARES CONDICIONES ECONOMICAS Y SOCIALES. CREANDO NUEVAS TACTICAS Y USANDO DE TODOS LOS MEDIOS UTILIZABLES PARA CONSEGUIR LA DEFENSA DE LAS CLASES TRABAJADORAS Y SU ACCION REVOLUCIONARIA IMPLACABLE PARA QUE OBTENGAN EL PODER.
Abraza a todos los amigos y a U. fraternalmente su compañero y amigo leal.
Víctor Raúl Haya de la Torre