OBRAS COMPLETAS DE JOSE CARLOS MARIATEGUI

FIGURAS Y ASPECTOS DE LA VIDA MUNDIAL III

 

       

EL ENTENDIMIENTO HOOVER MAC DONALD*

 

La Gran Bretaña ha renunciado formalmente, en la conversación entre Mac Donald y Hoover, a la hegemonía mundial de potencia marítima. Este es el primer resultado concreto de las ne­gociaciones entre los dos presidentes, el de la Re­pública de U.S.A. y el del Consejo de Ministros de S. M. Británica. La paridad naval de los dos imperios anglosajones era, sin duda, la condición básica de un acuerdo. El imperio yanqui ha lle­gado a un grado de su crecimiento y expansión en que no le es posible reconocer, en el plano de lo,, armamentos navales, la superioridad británi­ca. La limitación de los gastos navales es una necesidad del tesoro británico; no del tesoro Norteamérica. Por consiguiente, la gestión del acuerdo y las concesiones elementales para alla­narlo correspondían a la Gran Bretaña. Mac Do­nald ha empezado por reconocer este hecho.

Obtenido el entendimiento de las dos poten­cias anglosajonas en los puntos fundamentales, sin esperar el regreso de Mac Donald a Londres se ha convocado para enero próximo a una nue­va conferencia sobre el desarme naval. La Con­ferencia se celebrará esta vez en Londres y a ella concurrirán sólo cinco potencias: la Gran Bretaña, los Estados Unidos, el Japón, Francia e Italia.

Ya se dibujan las irreductibles oposiciones de intereses que esa conferencia tratará de resolver. La Gran Bretaña y los Estados Unidos propugnan la supresión de los submarinos como ar­ma naval. Y en este punto no se muestran dis­puestos a ceder Francia ni Italia. Para las poten­cias a las que no es posible sostener escuadras formadas por unidades costosas, el submarino es el arma por excelencia. Navalmente, Francia e Italia quedarían reducidas a una condición de suma inferioridad, si renunciaran a sus flotillas de submarinos. La prensa fascista, reaccionando rápidamente contra el plan Hoover-Mac Donald, lo denuncia como el pacto de dos imperios para imponer su ley al mundo. El Japón, a su vez, no se aviene a la escala de 5-5-3 que se pretende fi­jar en lo que le respecta. Y los Estados Unidos, sin duda, no querrán hacer concesiones al Japón en este terreno. No es el desarme, sino un equili­brio, fundado en la absoluta primacía angloame­ricana, lo que se negocia, en este difícil y compli­cado proceso.

 

 


NOTAS:

* Publicado en Mundial, Lima, 11 de Octubre de 1929, en la sección "Lo que el cable no dice".