OBRAS COMPLETAS DE JOSE CARLOS MARIATEGUI

FIGURAS Y ASPECTOS DE LA VIDA MUNDIAL III

 

       

LA PREPARACION SENTIMENTAL DEL LECTOR ANTE EL CONFLICTO
RUSO-CHINO

 

Las agencias telegráficas norteamericanas continúan activamente su trabajo de prepara­ción sentimental del público para la aquiescen­cia o la incertidumbre ante la ofensiva contra la U.R.S.S. que preludian las violencias del gobier­no de Manchuria y las provocaciones de las ban­das chinas y de los rusos blancos en la frontera de Siberia. Sus informaciones no han aludido jamás a la disposición de los banqueros norteamericanos para financiar la confiscación del Ferrocarril Oriental Ruso-Chino. El capital yanqui busca, como bien se sabe, inversiones productivas, con un sentido al mismo tiempo económico y político de los negocios. Y ninguna inversión afirmaría la penetración norteamericana en la China como la sustitución de la U.R.S.S. en el Ferrocarril Oriental de la China. El Japón no mira con buenos ojos este proyecto. Inglaterra misma, aunque interesada en que se aseste un golpe decisivo a la influencia de la Rusia soviética en el Oriente, no quedaría muy contenta con que la instalación de los norteamericanos en la Manchuria fuere el precio del desalojamiento de los rusos.

Estos son los intereses que se agitan en torno del conflicto ruso-chino. Pero no se encontrará sino accidentalmente alguna velada mención de ellos en la información que nos sirve el cable cotidianamente sobre el estado del conflicto. El objetivo de esta información es persuadir al público, que se desayuna con el diario de la mañana y carece de otros medios de enterarse de la marcha del mundo, de que Rusia invade y ataca a la China y de que lanza sus tropas sobre las poblaciones de la Manchuria.

La política anti-soviética de los imperialismos mira a enemistar la U.R.S.S. con el Oriente. Necesita absolutamente crear el fantasma de un imperialismo rojo, en el mismo sentido colonizador y militar del imperialismo capitalista para justificar la agresión de la U.R.S.S. A este fin tienden los esfuerzos de los corresponsales.

La consideración de este hecho confiere viva actualidad, en lo que respecta, al tema de "la norteamericanización de la prensa latinoamericana". El estudio que con este epígrafe publicó Genaro de Arbayza hace pocos meses en "La Plu­ma", la autorizada revista que en Montevideo dirige Alberto Zum Felde, ha tenido gran resonan­cia en todos los pueblos de habla española, Es­paña inclusive. Genaro de Arbayza examinaba la cuestión con gran objetividad y perfecta docu­mentación. "Los periódicos más ricos —escribía — tienen corresponsales especiales en las capitales más importantes de Europa, pero la casi to­talidad de sus noticias más importantes son suministradas por las agencias norteamericanas. Así es como más de veinte millones de lectores, desde México al Cabo de Hornos, formados por las clases media y gobernante, ven el mundo ex­terior exactamente a través de la forma como quieren los editores norteamericanos que lo vean. Este sistema de distribución de noticias ha convertido a toda la América Latina meramente en una provincia del mundo de noticias norteamericano". Glosando este artículo, la revista cubana "1929", otra cátedra de opinión libre, observaba que "un consorcio de grandes rotati­vos latinoamericanos haría, con toda probabili­dad, factible el establecimiento de una gran agencia noticiera mutua capaz, por lo menos, de comedir y mitigar el caudal informativo yanqui". El optimismo de "1929" en este punto es quizás excesivo. Probablemente la agencia latinoameri­cana que preconiza, no ambicionaría, a la pos­tre, a mejor destino, que a ponerse a remolque del cable yanqui. Es más bien, la indagación vi­gilante de las revistas, el comentario alerta de los escritores independientes, el que puede de­fender al público de la intoxicación a que lo con­dena la trustificación del cable. Ya una revista nuestra, "Mercurio Peruano", enfocó una vez esta cuestión, provocando la protesta del represen­tante de una agencia norteamericana. Los nume­rosos artículos que han seguido al estudio de Ar­bayza, le restituyen acrecentada toda su actua­lidad.