OBRAS COMPLETAS DE JOSE CARLOS MARIATEGUI

HISTORIA DE LA CRISIS MUNDIAL

  

 

La reseña periodística:

EN LA UNIVERSIDAD POPULAR GONZÁLEZ PRADA

LA, CRISIS DE LA DEMOCRACIA CONFERENCIA DE JOSE CARLOS
MARIATEGUI
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Conforme al programa de su curso de conferen­cias sobre la historia de la crisis mundial, José Carlos Mariátegui se ha ocupado, en su duodéci­ma disertación en la Universidad Popular, de la crisis de la democracia. En la sala de la Federa­ción de Estudiantes se dieron cita para escuchar su conferencia numerosos estudiantes y obreros.

Comenzó Mariátegui recordando que desde an­tes dé la guerra se venía advirtiendo diversos sín­tomas de crisis del régimen democrático. El acrecentamiento y la concentración del capitalismo y del proletariado disminuían cada vez más de lo eficacia del parlamento político. Esas dos gran­des fuerzas tendían a resolver sus contrastes y sus conflicto) mediante transacciones y compromisos directos. El estado político no podía ya contener­las dentro de su antiguo mecanismo, que ellas pugnaban, con intensidad creciente, por romper y sus­tituir. El sentido de la crisis de las instituciones democráticas era éste: el Estado cesaba de corresponderá la nueva realidad. La nación ha dejado de ser en nuestra época una entidad prevalente­mente política para convertirse en una entidad pre­dominantemente económica. Y, por consiguiente, el estado político —superado y sobrepasado por los nuevos problemas—  ha entrado en un período de crisis.

Hizo Mariátegui un resumen sumario de los orí­genes del régimen representativo democrático, con­forme a la interpretación materialista de la his­toria que mira en los acontecimientos políticos una manifestación o un resultado de las transfor­maciones económicas. El régimen medioeval y aristocrático declinó y desapareció porque así lo imponía el desarrollo de las nuevas formas pro­ductivas: porque el crecimiento de la industria ha­bía creado una burguesía rica y poderosa cuyos intereses eran incompatibles e inconciliables con los fueros y privilegios de la aristocracia. Igual­mente, ahora el antiguo régimen democrático in­dividualista decae y envejece porque no se aviene con las nuevas tendencias y necesidades de pro­ducción. El parlamento político no representa neta y proporcionalmente los dos grandes intereses en juego: capital y trabajo, que libran, por consi­guiente, sus batallas y celebran sus pactos fuera del parlamento, al cual no le toca sino ratificar y perfeccionar los pactos de tregua concertados directamente entre las dos fuerzas de contraste. Sintetizó, en seguida, el conferencista, las razones por las cuales los parlamentos políticos carecen de las condiciones técnicas y del espíritu de con­tinuidad necesarios para la solución científica de los complejos problemas económicos, educaciona­les, etc., que emergen de la realidad nueva. Citó las opiniones de algunos estadistas que se pronun­cian contra el sistema uniparlamentario. Se refi­rió entre ellos a Walter Rathenau, quien en su ensayo "El Nuevo Estado" preconiza el sistema de estados especializados y sostiene que el estado eco­nómico puede apoyarse sobre consejos, el estado educador sobre parlamentos de especialistas y sim­ples ciudadanos y que el estado unitario, instan­cia superior y directriz, debe encarar el principio de la democracia en su teoría absoluta. Mencio­nó también la tesis de Caillaux, quien habla de "la síntesis de la democracia de tipo occidental y del sovietismo ruso" como la finalidad que hay que alcanzar.

A continuación estudió Mariátegui la influencia de los problemas económicos de la post-guerra en la crisis de la democracia; las consecuencias políticas de la intensificación, del agravamiento de la guerra social, de la lucha de clases; y la posición de la clase media ante el contraste, ante el con­flicto entre los intereses conservadores y los in­tereses revolucionarios. Explicó las razones polí­ticas, económicas y psicológicas que habían llevado a la clase media a abastecer las filas de los movimientos fascistas. Expuso cómo se generó y desarrolló el fascismo italiano. Y dijo que el fas­cismo no era un fenómeno exclusivamente italia­no sino un fenómeno europeo. Aludió a las orga­nizaciones fascistas de Francia, Alemania, Hun­gría. Se ocupó, sobre todo, de la repercusión del reaccionarismo fascista en la crisis de la demo­cracia. El fascismo mina y desvaloriza las dos instituciones fundamentales del régimen democrá­tico: el parlamento y el sufragio universal. Seña­ló Mariátegui el proceso de la conquista del poder por Mussolini en Italia y por Primo de Rivera en España. Después de otras consideraciones y observaciones, terminó anunciando que el tema de su conferencia del próximo viernes será la agitación en Oriente y los problemas orientales. La concu­rrencia lo aplaudió vivamente.

 


NOTA:

1 La Crónica, N° 4142, pág. 12. Lima, martes 25 de se­tiembre de 1923.