J. J. Morales Hernández

NOCHE Y NEBLINA

 

 

Presentación

 

El objetivo de escribir este libro es demostrar la impunidad con la que actuaron las autoridades y los órganos represivos del Estado en el periodo llamado de la guerra sucia, sin tener el más mínimo respeto de los derechos y las garantías individuales sobre todo de los más marginados.

El ocultamiento de las razones de este movimiento me llevó a realizar un cuidadoso estudio de las causas del movimiento revolucionario de los años sesentas, setentas y mediados de los ochentas desde el punto de vista y el análisis Histórico, Jurídico, Económico, Filosófico y Sociológico, y hasta psicológico (del comportamiento del Estado como ejecutor-victimario), y del daño que le provocaron a la víctima, tanto de la directa como de la colateral, así como la intervención directa de los militares, la impunidad, la corrupción, el dilema entre reforma y libertad, la función de los partidos políticos y de la inviabilidad de la política democrática, el por qué de la desigualdad económica y la injusticia social, de cómo el bienestar de las clases dominantes como parásitos enquistados, es gracias a la desdicha de los que producen la riqueza que nunca llegan a disfrutar, pero sí los proxenetas de la desdicha.

Uno escribe para tratar de responder a las preguntas que le zumban en la cabeza, moscas tenaces que perturban el sueño, y lo que uno escribe puede cobrar sentido colectivo cuando de alguna manera coincide con la necesidad social de respuesta. Primeramente escribí Memorias de un guerrillero en mi participación muy particular en la lucha armada, pero fue mi aportación a través de esta trinchera para construir un mundo mejor, y lo escribí para difundir ideas ajenas y experiencias propias que quizás ayuden un poquito, en su real medida, a despejar las interrogantes que nos persiguen desde siempre.

Ahora, trato de recopilar los movimientos guerrilleros en toda su dimensión en el mayor de los esfuerzos posibles para tratar de contribuir al rescate histórico como una obligación que tenemos todos de aportar experiencias propias y ajenas y sin la menor desviación posible, para que quede aclarada esta historia y ponga a cada quien en su lugar y no se vuelva a repetir, además de poner a los compañeros en su verdadera dimensión histórica y que los asesinos sean enjuiciados tal como nosotros lo fuimos (aunque nosotros no desaparecimos a nadie) y para curar en parte las heridas, digo en parte porque a las madres nunca se le va a cerrar esa herida del dolor de un hijo desaparecido.

Estas dictaduras o gobiernos totalitaristas son tumores a extirpar de organismos sanos o el pus que delata la infección del sistema con el olor de la putrefacción. La información sobre los desaparecidos la deben de aportar los victimarios y las instituciones que tuvieron una participación activa en estos hechos. La Secretaría de la Defensa Nacional debe de tener documentación —que no ha puesto a disposición—, y con testigos clave —que hasta ahora han mantenido un silencio culposo o cómplice—, para esclarecer la suerte de los detenidos desaparecidos.Por tal motivo, este trabajo presenta la información más relevante que se ha podido obtener en los archivos de la policía política sobre su detención para rastrear su paradero y para dar mayores elementos de certeza a la sociedad en relación con esas personas —por ser parte de la herida de nuestra sociedad—, que deben de aparecer con vida ya que el Estado es responsable de su desaparición, como queda demostrado con pruebas documentales fehacientes de que los tuvieron detenidos y que aquí presento con fotografías y firmas de los detenidos, (no hay forma de que nieguen que los tuvieron en sus mazmorras) y la búsqueda no puede ni debe cesar, debemos persistir sin parar y exigir el castigo a los responsables.Lo que se destruyó no sólo fue la vida de los combatientes y su base social, sino que aterrorizaron a la población, el ataque se dirigió no tanto en contra de las vidas humanas directamente, sino en contra de los medios de vida y sustento.

Demostrar la forma en que actúan las fuerzas del Estado representadas por el ejército y los diferentes cuerpos policiacos que están al servicio de las élites empresariales, listos para defender el orden establecido y reprimir con todos lo medios a

su alcance a los grupos sociales que cuestionen y pongan en riesgo sus intereses políticos y económicos del país. Asimismo, me propongo plantear un cuestionamiento sobre las diferentes formas de democracia (oligárquica, liberal o del pueblo) y el confusionismo que crean en la práctica, logrando sostener a las engañosas instituciones en el sistema jurídico mexicano a través de los métodos funcionalistas-estructuralistas, difusionistas; alcanzando su objetivo de aculturar al gobernado, logrando con la difusión del mensaje la metamorfosis del destinatario con las distintas formas de alienación que existen.

Como lo señala Bertolt Brecht de manera dramática: Quien no conoce la verdad es sólo un tonto, pero quien la conoce y la llame mentira es un delincuente.[1]

El Estado por su rigidez, corrupción y autoritarismo no deja alternativa alguna a quien busca mejorar las condiciones de vida del grupo históricamente marginado —el proletariado— únicamente la vía armada, orillados a consecuencia de las crisis económicas y sociales del país a optar por esa vía, como ha quedado demostrado históricamente. Ejemplo: Nuestra independencia que fue un logro por esa vía, la lucha de los considerados “violentos y un peligro para el país” (como Morelos e Hidalgo), a los cuales “los pacíficos” les cercenaron la cabeza.Otro ejemplo de cómo se rompen las cadenas de la ignominia se encuentra en la persona de Ricardo Flores Magón, al cual también “los pacíficos” asesinaron. Pero veamos la obra de este “vulgar delincuente”, nada más ni nada menos que el artículo 123 Constitucional. Zapata, el 27 constitucional, a nosotros nos acreditan la apertura política, etc. Claro que para lograrlo se aporta una pequeña dosis de pasión y algo de sacrificio, ya sea la vida o la libertad, por la vida y la libertad de otros, para lograr el objetivo primordial que es el romper las cadenas esclavizantes. Aunque luego sus propios enemigos de clase y de intereses se ven obligados en contra de su propia voluntad a hacerles homenajes en la Rotonda de los Hombres Ilustres. Parece una lucha de locura, pero sólo los que se atreven construyen, edifican y transforman el mundo, nunca esperan que alguien se los reconozca, nadie nos debe nada, tratamos de cumplir con el compromiso histórico de romper los lazos subyugantes transformando al hombre, formándole conciencia y lograr su libertad. Por eso es necesario el análisis histórico desde la óptica del materialismo histórico y dialéctico, para poder comprender política, jurídica, económica, social y culturalmente, cómo los que dominan el Estado-Gobierno llegaron al poder, cómo está organizada su producción, sus normas jurídicas, cómo se ha organizado su producción en los años pasados y recientes, eso hay que investigarlo. En esta historia hay una fuente inagotable de heroismo, de espíritu de sacrificio, de lucha y de combate.La descarga patológica de paranoia que el Estado emprendió —en contra de estos grupos nacionales que se organizaron en los movimientos obreros, campesinos, estudiantiles, y en la insurgencia popular—, se salió del marco legal e incurrió en crímenes de lesa humanidad que culminaron en masacres, desapariciones forzadas, tortura sistemática, crímenes de guerray genocidio al destruir a un gran sector de la sociedad al que consideró ideológicamente como su enemigo, por ser la base social de apoyo de los grupos armados.Estas mismas causas obligaron a numerosos sectores sociales a abrazar ideas marxistas-leninistas y realizar diversas acciones revolucionarias con el fin de derrocar a un gobierno caracterizado por su autoritarismo, surgiendo de esta manera los movimientos estudiantiles de 1968 y de 1971 y las guerrillas de Rubén Jaramillo, Arturo Gámiz, Genaro Vázquez, Lucio Cabañas, la Liga Comunista 23 de Septiembre, las Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo, la Unión del Pueblo-Procup, y muchos más. Fueron las manifestaciones revolucionarias que tuvieron mayor relevancia en la lucha social reivindicatoria de finales de las décadas de los años sesenta y hasta mediados de los ochentas.

El problema aquí planteado es muy claro, después de la Revolución de 1910-1917, se firmó lo que ha dado en llamarse el “contrato social,” o Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (el cual no lo es, ya que el requisito para que sea valido un contrato, es que haya dos obligados), y en este caso el Estado-Gobierno no se obliga, sólo dice que tienes derechos, por eso es que no te respeta ninguno de los derechos ahí plasmados. Por lo tanto ni es Estado de Derecho, ni es soberano, ni es democrático —éste es un grave problema—. Se recurrió al artículo 39 constitucional (el pueblo tiene el inalienable derecho a alterar o modificar la forma de gobierno) y no dice cómo. (El ex procurador Jorge Carpizo, comenta que hasta puede ser armada). Se agotaron todas las vías y el camino se fue acortando hasta dejar el único camino que históricamente ha logrado los cambios (la violencia revolucionaria), para hacer que se respete lo firmado en el pacto social —que es nuestra Constitución— y lograr los cambios políticos, sociales, culturales, y económicos. Todos estos grupos y sus dirigencias agotaron hasta la saciedad la vía democrática.Estos jóvenes oníricos portadores de sueños e ideales se toparon con lo vesánico, lo siniestro, lo perverso y el desbocado instinto homicida de quienes vieron heridos sus mezquinos intereses de clase y sus privilegios, por eso fue su reacción contrarrevolucionaria tan feroz y exterminaron la vida de compañeros de pensar profundo y proyectos de bienestar social. Lo que más nos causó la ira y el enojo fue cuando vimos que atentaban contra los niños vulnerados al hambre, las enfermedades, la grave marginación y el atentado a la dignidad humana con tanto cinismo e impunidad.

Todos los compañeros fueron víctimas de la brutalidad del sistema, nadie escapó de la ferocidad del fascismo, mantuvieron el poder a base del terror, la tortura, la desaparición forzada de personas y el crimen. Pero. ¿Cómo eran estos jóvenes tan “peligrosos” para el país? Nuestros compañeros asesinados y desaparecidos eran obreros sencillos, campesinos fértiles, jóvenes  estudiantes, colonos pobres, amas de casa, indígenas, profesionistas, escritores, músicos, filósofos, historiadores. etc.  El presidente de la República Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), utilizó un doble discurso: por un lado, hacía creer al exterior del país que vivíamos en un Estado de derecho y democrático, mientras que al interior operó la guerra sucia y de exterminio contra estudiantes y grupos de jóvenes que acorralados no les quedó otra opción más  que el camino de la lucha armada para lograr el cambio y como un acto de sobrevivencia. Después del genocidio de 1968 el grito ya no fue, “por mi raza hablara el espíritu”, ahora el grito de guerra era, “por mi raza hablará el fusil”. Este presidente fue el que dio la orden para eliminar a la guerrilla y su base social a cualquier costo, lo que en la práctica implicó que acataran la orden gobernadores, mandos de todos los niveles, policías y militares, haciendo a un lado los preceptos constitucionales y los más elementales derechos humanos, reprimiendo, torturando, desapareciendo, privando de la vida y de la libertad a numerosos guerrilleros, familiares, amigos y aún a personas ajenas al movimiento armado. La guerra también tiene leyes, y no respetaron el más elemental de los derechos tutelados, — el derecho a la vida—.Ahora nos piden que olvidemos, que perdonemos, pero si olvidamos o nos da amnesia seremos traidores a nuestros muertos, nuestros desaparecidos, a sus familiares, a nuestros indígenas, pero sobre todo a nosotros mismos. No podemos olvidar para que no se distorsione la historia y se vuelva a repetir. ¿Qué es la historia? —La historia es émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente y una advertencia de lo que puede venir—.Que la verdad no sea sólo historia, —porque en el ahora, en el presente,se sentirá el dolor de la injusticia— aún más. Ya analizaremos de cómo en aquel momento planteamos construir un mundo mejor y demostrar que si hay otras formas de vida mas civilizada y garantizar por lo menos todos los derechos consagrados en nuestra constitución: (El de la salud, la educación, el trabajo remunerado, la vivienda la recreación, etc.) en fin una vida digna, y no sólo regirnos bajo la ley del más fuerte. ¡Que siempre impere la razón! En fin, construir el socialismo como única alternativa. Que al verdugo lo sometan también al orden y vivir en un mundo civilizado, de derecho, y si no quieren enjuiciarlos como lo contempla nuestra norma, entonces que sea a través de los tribunales internacionales, y lograr que la norma jurídica se aplique por parejo, que no se castigue sólo al que roba un pan por hambre. ”Un pueblo culto es un pueblo libre y un pueblo sin hambre es un pueblo feliz”. No hay que pasar por esta vida por puras desgracias por culpa de unos pocos insensibles, hambrientos de poder que viven en la opulencia como parásitos a costa del que produce los bienes.Las denuncias ante las autoridades respectivas por parte de los familiares de los muertos y los desaparecidos no han prosperado, ni el gobierno ha reconocido los tratados internacionales que México firmó y ratificó, de los delitos de genocidio y lesa humanidad como lo es la desaparición forzada, asimismo veremos como todos los países, desde la Patagonia hasta el Río Bravo sufrieron los estragos del fascismo, como Argentina, Chile, Guatemala, y Uruguay, etc., al igual que México.

Más adelante lo demostraremos con bibliografía que consistirá: en la consulta de diversos textos sobre la desaparición forzada y el genocidio, ya que en ellos encontraremos aspectos legales y doctrinales sobre los conceptos básicos del tema.

Pruebas documentales que radican en la consulta de archivos, en los que encontraremos un sinnúmero de casos de personas desaparecidas o asesinadas y hasta las fichas signalécticas en el periodo denominado como guerra sucia.

Informática: Es decir, en la consulta en páginas de Internet sobre temas relacionados con el genocidio y la desaparición forzada.

Estadística: Se hará un recuento estadístico de las personas desaparecidas o asesinadas durante la guerra sucia en México que tengan registradas las instituciones y aún instituciones de carácter internacional, el recuento que hicieron los familiares de sus muertos y desaparecidos agrupados en organismos de derechos humanos y otros no gubernamentales.

Hemerográfica: Que consistirá en la consulta de diferentes periódicos de la época en la que se registraron los acontecimientos de la guerra sucia, asimismo en la consulta de los periódicos actuales que todavía siguen hablando del tema de la investigación presente.

De campo: Al recabar los testimonios de participantes directos-materiales y que sufrieron en carne propia la represión, entre ellos, el suscrito que sufrió los embates de la represión junto con toda mi familia y la manera cómo fueron eliminando a todos mis compañeros de armas y simpatizantes como objetivo militar.

De la importancia de intensificar el trabajo político de concientización que es el objetivo de esta obra para poder construir.

 

__________________

[1] Salvador Romero Montalvo, LA REVOLUCIÓN CUBANA.  Prometeo Editores,Guadalajara Jalisco, año 2006, Pág.129.