Acta No 20

REUNIÓN DEL COMITÉ CENTRAL DEL 24 DE SETIEMBRE (7 DE OCTUBRE) DE 1917

Presentes: Sverdlov, Stalin, Kamenev, Sokolnikov, Trotski, Uritski, Rykov, Bubnov, Shaumian.

Orden del día:

1. Conferencia del Partido.

[No aparece el punto 2 del orden del día]

3. Soviet de Petrogrado.

4. Huelga de ferrocarriles.

5. Congreso de los Soviets.

1. Sverdlov presenta un informe sobre la Conferencia del Partido que acaba de celebrarse; (La conferencia de los miembros del Comité Central con los delegados bolcheviques a la Conferencia Democrática había tenido lugar el mismo día, antes de la reunión del Comité Central.) difiere la resolución sobre la situación actual [ver anexo] y el llamamiento que han sido adoptados en líneas generales por la Conferencia y que han sido confiados al Comité Central con vistas a su elaboración definitiva.

3. Se decidió enviar a Rykov a Petrogrado para que trabaje en el seno del Soviet y encargarles a varios otros camaradas, entre ellos a Volodarski, que trabajen también en los Soviets. Trotski debe convertirse en presidente del Soviet, Rykov debe formar parte del presídium.

4. Se aprobó el llamamiento [ver anexo] a los ferrocarriles. (Obreros y empleados ferroviarios habían presentado al Gobierno Provisional una serie de reivindicaciones, entre ellas la de un aumento de salarios. Durante meses el gobierno dejo sin respuesta las reivindicaciones de los ferroviarios obligándolos así a la huelga. Esta comenzó la noche del 24 de setiembre (7 de octubre) y se termino el 27 de setiembre (10 de octubre) después que los trabajadores hubieron alcanzado parte de sus reivindicaciones. El llamamiento de los bolchevique (ver anexo 2 de esta acta) fue publicado en el Rabochi Put de 26 de setiembre (9 de octubre) de 1917)

5. En cuanto al Congreso de los Soviets, (se trata del II Congreso Nacional de los Soviets, el mismo en que Lenin proclamaría la victoria de la Revolución Socialista el 25 de octubre (7 de noviembre) de 1917) se decidió llevar a cabo en todas partes una vasta campaña, hacer proclamar por diversos Soviets resoluciones en que se exija la convocatoria inmediata del Congreso. Se nombro a Sverdlov delegado a la comisión que convocara el Congreso; Yurenev debe secundarlo. Es preferible celebrar previamente congresos departamentales y regionales de los Soviets.

6. Habiendo escuchado la comunicación del camarada Elexandrov (Samashko) concerniente a la proposición hecha por el socialista suizo K. Moor (Datos recopilados más tarde por el Instituto de Historia del Partido en Moscú, permitieron establecer que los fondos ofrecidos por Karl Moor provenían de una importante herencia inesperada que había recibido.) de poner a disposición del Comité Central cierta suma de dinero, dado que es imposible verificar la verdadera fuente de los medios propuestos y determinar con certeza si esos medios propuestos y determinar con certeza si esos medios provienen realmente de ese mismo fondo que se nos señala en la proposición como fuente de donde se abastece V .G. Plejanov, dado que resulta así mismo imposible verificar el verdadero fin de la proposición de Moor, el Comité Central ha decidido rechazar su proposición y declarar inadmisible toda conversación ulterior al respecto.

Anexo 1

LA SITUACIÓN ACTUAL Y LAS TAREAS DEL PROLETARIOS

Resolución aprobada por la Conferencia del Partido del 24 de setiembre (7 de octubre) de 1917

1. Desde el punto de vista de los grupos sociales, la situación actual se caracteriza: a) por la unión de todos los grupos burgueses, de las capas ricas del campesinado (kulaks) y de los cosacos, bajo la hegemonía ideológica y organizativa del capital financiero (del partido kadete); b) por la definitiva del proletariado de la influencia ideológica de la burguesía; c) por la desaparición de las ultimas ilusiones entre los campesinos más pobres y los soldados, lo cual manifiesta en la aparición y la ampliación del ala izquierda de los SR y en la influencia creciente del partido del proletariado sobre estas capas.

2. En semejantes condiciones, las clases dirigentes deben apoyarse cada vez más, en su lucha, exclusivamente en la pura fuerza física del aparato de explotación que conservan aun sus manos (alto mando del ejército, una parte de los cosacos, etc.) y en el apoyo del imperialismo internacional, que tiene tanto interés en asfixiar al proletariado ruso, dispuesto a tomar el poder, como en un saqueo imperialista de Rusia. Todo esto encarna en la política de represión (expediciones punitivas, ley marcial) en la organización de complots militares, en el apoyo activo de que se benefician estos últimos por parte del capital internacional y, finalmente, todo ello encuentra expresión en los esfuerzos que tienden a dar un fin a una guerra de rapiña con una paz también de rapiña, con el único objetivo de emprender enseguida una guerra, esta vez común, contra el proletariado ruso.

3. Por eso la táctica de la burguesía atraviesa en la actualidad una fase de cambio. Su política, que consistía en aprovecharse de la confianza ciega que las masas tenían en ella, y el espíritu de conciliación , que se fundaba en esa confianza y que ponía las fuerzas de esas propias masas a sus disposición, esa política, se hace imposible. El último intento de semejante conciliación, la Conferencia Democrática, ha terminado en un fracaso; no ha sido capaz de movilizar masas importantes al servicio de los intereses de la burguesía. En semejantes condiciones, su política se orienta hacia la guerra civil contra las masas populares.

4. Previendo esta eventualidad, el partido proletario debe comprometer todos sus esfuerzos en la movilización de importantes masas populares, organizadas por los soviets de delegados obreros, soldados y campesinos que, en la actualidad, se han convertido en organizaciones de combate con carácter de clase; el traspaso del poder a esas mismas organizaciones se convierte en la consigna del día. El Partido debe trabajar en este sentido; la actividad del Partido con el pre parlamento, que forma parte de este programa, no debe tener más que un carácter auxiliar, dado que la misma está enteramente sometida a las tareas de la lucha de masas.

5. Con ese fin, hay que esforzarse por desarrollar la actividad de los Soviets, por fortalecer su importancia política hasta hacer de ellos órganos capaces de hacer frente al poder estatal burgués (Gobierno, pre parlamento, etc.). la condición sine qua non de lo dicho es: una ligazón estrecha entre los Soviets locales; el establecimiento de contacto con las demás organizaciones revolucionarias del proletariado, de los soldados y de los campesinos; las modificaciones que hay que aportar al aparato organizativo de los Soviets (supresión de obstáculos ante las nuevas elecciones, revocabilidad de los miembros del Comité Ejecutivo Central y de los comités locales ejecutivos); la convocatoria inmediata de los congresos regionales, y en el más breve plazo, del Congreso de los Soviets.

6. No es sino uniendo todas las fuerzas de las amplias masas organizadas en los Soviets como se podrá lograr la victoria de los obreros, de los soldados y de los campesinos. Solo su victoria permitirá que se establezca una paz democrática y que la causa de la revolución internacional avance rápidamente.

Rabochi Put No 23, 29 de setiembre (12 de octubre) de 1917.

Anexo 2

AYUDA A LOS FERROVIARIOS LLAMAMIENTO DEL CC DEL POSDR (b)

La huelga de los ferrocarriles, que se preparaba desde hacia tiempo, acaba de estallar. El Gobierno provisional, aislado de las organizaciones obreras y en una crisis interna perpetua, ha demostrado ser totalmente incapaz de prevenir la huelga de los ferrocarriles. A los trabajadores de transporte se les respondía desde lo alto con promesas imprecisas, posponiendo, de semana en semana, de mes en mes, la solución de las cuestiones y ello en el momento mismo en que, según las exigencias de Rodzianko y Cía., ese mismo Gobierno ha aumentado en pocos días el precio del pan en un 100%. Esta decisión constituía ya en sí misma una provocación directa a los dirigentes de los obreros y empleados toda la revolución desplegaron una actividad desinteresada y dieron muestras de una fidelidad heroica a la causa de la revolución en el transcurso de las jornadas terribles del putsch de Kornilov. Los ferroviarios han hecho todo lo posible por evitar la huelga que habría podido resultar muy peligrosa dado el desorden reinante actualmente en todo el país. Y todos los ciudadanos deben comprender claramente que la responsabilidad de la huelga que acaba de estallar le corresponde por entero al Gobierno provisional, que no ha encontrado, a guisa de respuesta, más que promesas huecas y amenazas, allí donde hacían falta decisiones y actos.

Los ferroviarios, como lo demuestran sus declaraciones y su actitud, tomaron, por su parte, todas las medidas para que la huelga no tuviese repercusiones en la situación del frente y en el suministro de alimentos a las ciudades. No obstante estas disposiciones, la prensa burguesa y sus acólitos han desatado una furiosa campaña contra los huelguistas, en la que no encuentran nada mejor para designarlos que el término traidores. Las capas oscuras de la burguesía, los oficiales, los elementos retrógrados del ejército, se encarnizan contra los ferroviarios; los agentes provocadores kadetes se toman un gran trabajo para provocar serios conflictos entre las diferentes capas de la población y dar así el pretexto para una intervención punitiva militar contra los trabajadores de los ferrocarriles.

Ante todo el país ponemos al descubierto y condenamos esta actividad provocadora de la burguesía. La huelga de los ferrocarriles golpea indudablemente los intereses de las amplias capas de la población. Pero la salida de esa situación no es el sabotaje criminal a esa huelga, es obligar al Gobierno a satisfacer en el más breve plazo las exigencias legítimas de los ferroviarios.

Este objetivo no puede alcanzarse más que de una manera: los obreros de todas las ramas de la industria, los soldados y los campesinos que tienen una conciencia política desarrollada y, en general, todos los ciudadanos honestos, deben rodear a los ferroviarios de una atmosfera de completa solidaridad, protegerlos contra el encarnizamiento y los ataques provocadores de las bandas contrarrevolucionarias, y, así, ayudarlas a terminar en el más breve plazo la huelga que se les impuso.

Llamamos a todas las organizaciones y a todos los miembros de nuestro Partido a desplegar de inmediato todos sus esfuerzos a fin de impedir que los ferroviarios se asientan aislados y aplastados. La solidaridad revolucionaria de las masas trabajadoras es la única salvación.

Comité Central del POSDR (bolchevique)

24 de setiembre de 1917, Petrogrado.

Archivos del IML, f. 17, óp., 1, un. Arch. 395. Editado según el diario Rabochi Put No. 20, del 26 de setiembre (9 de octubre) de 1917. Conforme al original.