DECLARACION DEL CEIC
SOBRE LA CAIDA DE LA REPUBLICA SOVIETICA DE HUNGRIA

 


Escrito: 5 de Agosto de 1919.
Publicado por Primera Vez: Beschlusse des ersten Kongresses, p. 136.
Fuente de esta edición:Documents of Comunist International, 1919-1943, select Jane Dagras.
Traducción/HTML: Rodrigo Cisterna, febrero de 2016


 

[La dimisión del Gobierno soviético de Hungría el 1 de agosto de 1919 seguido por un ultimátum por parte de las potencias Aliadas, y de la intervención militar de las fuerzas checas, rumanas, y de los serbias. Las razones subsiguientes a las que los comunistas atribuyeron la caída de esta república soviética primordialmente fue a la socialdemocracia "traicionera" en el gobierno, pero en el informe al segundo Congreso de la Comintern Rakosi dijo que el Partido Comunista y el Soviet fueron débiles e inmaduros al ejecutar sus tareas. El fracaso de la huelga internacional llamada a apoyar a la Rusia Soviética y a la Hungría Soviética "demostró claramente que el proletariado de Francia e Inglaterra eran hostiles a la Rusia soviética y que estaban al lado de Clemenceau y de Lloyd George." La huelga convocada para el 21 de julio de 1919 fue parcialmente llevada a cabo solo en Italia.]

¡Camaradas!

Una gran traición ha sido cometida. El poder soviético en Hungría se ha derrumbado en circunstancias estas de la presión de los ladrones imperialistas y de los monstruos traicioneros de los social patriotas. Los líderes de la Segunda Internacional, quienes apoyaron la matanza imperialista, los que rompieron la protesta en huelga internacional. Los imperialistas ladrones, encabezados por Clemenceau y por Wilson, han llegado a ser más bien impúdicos. El ultimátum que han enviado se dirige: "!derrocar el Gobierno Soviético, y le dejaremos en paz!"

El carácter despreciable total del ex Partido Social democrático ha sido también puesto de manifiesto. Renegando fidelidad a la dictadura del proletariado. Firmando el tratado con el Partido Comunista de Hungría. Luego se unió a este partido. La reunión solemne, en el congreso de los Soviets, en el congreso partidario, se declaró que podría combatir hasta la última gota de sangre por la revolución y el comunismo. Uniéndose con los comunistas, se adhirió a la Tercera, la Internacional Comunista.

El Partido ahora lleva la marca de Caín en su frente. Ha hecho la traición al proletariado, la revolución, el partido glorioso de los comunistas húngaros, los internacionalistas. Concluyendo con un tratado secreto con los asesinos de Versalles y con las bayonetas de los ejecutores, derrocando el gobierno de los proletarios comunistas. Aquellos "verdaderos socialistas" están restaurando la propiedad privada. Las potencias de la Liga de Naciones están enviando a cada uno un regimiento militar entero para apoyarlos. En la cabeza del gobierno quedo Peidls, un asesino de obreros, el Noske de Hungría.

El carácter traicionero de los social patriotas ha sido expuesto. Justo cuando los Scheidemannes y los Kautskystas en Alemania ahogaron en sangre la revolución proletaria, justo cuando los mencheviques y los social revolucionarios están objetivamente ayudando a los generales zaristas, justo cuando toda la internacional amarilla de Berna está vendiendo al proletariado, al por mayor y al menudeo, a los depredadores de la "Liga de Naciones", de este modo los social traidores húngaros han entregado a la Republica Soviética de Hungría, el orgullo del proletariado mundial, para ser desgarrado en piezas.

¡No hay lugar en la tercera internacional para los provocadores de los pagados por los verdugos!

¡Dejemos que vayan a la segunda internacional, con Branting y Thomas, Noske y Kautsky!

La Internacional Comunista, llora la caída de la República Soviética en Hungría y la perdida de líder glorioso Tibor Szamuely, llamando a los proletarios del mundo para reagruparse más una cercanamente bajo las banderas comunistas, fortaleciendo aún más la ofensiva en contra de la fortaleza del capital.

En las grandes luchas de la historia de nuestros días habrá grandes victorias y crueles derrotas. Pero las experiencias de Finlandia y de Siberia nos han demostrado que en los países donde una vez los Soviets han tenido el poder sin la victoria perdurable de la contrarrevolución es dable. En todas las partes las olas de la insurrección se levanta. Nuestra victoria final es tan inevitable como la caída de la burguesía y de los social - traidores.

La internacional Comunista llama al proletariado húngaro a permanecer firmes con coraje y entereza. ¡Al trabajo, camaradas! Que empiece de una vez la organización del partido comunista de manera ilegal. ¡La lección sangrienta de Hungría ha enseñado al proletario del mundo entero que no puede haber coalición, sin conciliación, con los conciliadores de clase!. El estado de los líderes despreciables oportunistas debe ser barrido lejos. El nuevo hombre debe llegar a la cresta de la ola del movimiento. Ellos avanzaran según el proletariado. Solo para ellos y no para sus enemigos esa victoria está asignada.

¡El Soviet de Hungría ha caído, viva la Hungría Soviética!

¡Viva el Partido Comunista de Hungría!

¡Viva la revolución proletaria del mundo!

¡Viva el Comunismo!