Leon Trotsky

LA SUBLEVACIÓN

 


Escrito: 9 de julio de 1918
Fuente de esta edicion: MIA.org
Traduccion: Ceip.org.
Html: Marxists Internet Archive.


 

Informe al Quinto Congreso de los Soviets, el 9 de julio de 1918, al día siguiente de la represión de la sublevación de los SR de izquierda, los días 6-7 de julio

I

Camaradas, durante la sesión del Quinto Congreso de los soviets [*] se produjo una interrupción imprevista, debido a los últimos acontecimientos inesperados de Moscú, cuyo eco no se ha apagado aún del todo. Digo: acontecimientos inesperados, aunque en cierta medida sus síntomas han sido visibles en vísperas del Congreso. Si se acuerdan - naturalmente, se acuerdan- que la primera cuestión política abordada en el presente Congreso concernía precisamente a la provocación de determinados grupos y personas en el terreno de nuestras relaciones internacionales. El Quinto Congreso ha adoptado una primera resolución condenando severamente a los grupos que consideran posible en el momento actual, a espaldas del poder soviético, a espaldas del Congreso panruso de los soviets, decidir los problemas políticos según su propia concepción, y en particular decidir, incluida la decisión práctica, la cuestión de con quién debe estar ahora la República soviética en paz y con quién en guerra. Entonces, cuando se votó sobre esta cuestión, la fracción de los SR de izquierda abandonó la sala de sesiones, y este abandono fue ya, por sí mismo, muy sintomático. Significaba que en la resolución del problema esencial, más agudo, de nuestra política exterior, de cuya resolución en uno u otro sentido depende el destino de los habitantes de la República rusa y el destino de la revolución, el partido de los SR que se dice de izquierda, considera obligado retirarse, como si se borrara de la lista soviética. Esta primera advertencia no fue tenida en cuenta plenamente, en aquel momento.

El 6 de julio, a las tres de la tarde, esta adivinanza política, este enigma político, encontró su expresión más neta y precisa en el asesinato, evidente provocación, del embajador alemán, conde Mirbach. Este asesinato es una presión absurda e innoble sobre la política que realiza el poder soviético. El asesinato mismo ha sido ejecutado utilizando el aparato del poder soviético. Nos encontramos ante un acto que no se parece a los antiguos actos terroristas de los mejores luchadores del partido SR. Todos saben que en el pasado éramos contrarios al terror. Pero al mismo tiempo nos inspiraban respeto los héroes sinceros que bajo el zarismo inmolaban su vida para suprimir a los verdugos del régimen zarista.

En el presente acto los hechos, tanto desde el punto de vista político como moral, están en completa contradicción con los que acabo de citar.

Los SR declaran ser un partido soviético. Yo hablo de los llamados ?de izquierda?. Para consumar su acto terrorista no se han servido de su aparato de partido, de sus propios miembros; se han servido del poder soviético, en cuyas instituciones habían entrado, como tal poder. En aplicación de sus decisiones de partido han actuado deshonestamente desde el seno mismo de la organización soviética, porque a fin de asegurar la realización de sus planes se propusieron utilizar los organismos soviéticos.

En concreto, para penetrar en el edificio de la embajada alemana robaron documentos y falsificaron las firmas de personas a las que estaban subordinados. Y así, sirviéndose del robo y la falsificación de documentos, llegaron hasta el embajador alemán y realizaron su acto terrorista. ¿Para qué?... Para, con el asesinato del embajador, con este argumento de peso, inclinar el platillo de la balanza que lleva la inscripción: guerra.

Así, para provocar la guerra, este grupo no tiene en cuenta la opinión del Congreso panruso de los soviets, expresado en su votación del 4 de julio. Para hacer fracasar la política del poder soviético este grupo utiliza las instituciones de este poder, entra en ellas como partido soviético, y a través de sus órganos dirigentes interfiere el poder soviético. Es una perfidia sin precedentes en la historia, al menos en la historia de los revolucionarios.

Es un acto de perfidia que sólo podían cometer los Azev de la revolución[**]. Esos Azev habían expuesto previamente aquí, ante ustedes, su punto de vista, el de la guerra, pero cuando ustedes lo rechazaron, ellos aprovecharon aquellos poderes que no tuvieron tiempo de retirarles, que seguían en sus manos, para llegar a nuestras instituciones, utilizar nuestras armas, paralizar nuestra voluntad. He ahí por qué, repito, este crimen es una perfidia sin precedente en la historia de los revolucionarios.

Al mismo tiempo, sometiéndose a la lógica de la situación en la que él mismo se colocaba con el asesinato del conde Mirbach, este grupo -que actúa, por lo que podemos inferir, a espaldas de las nueve décimas partes de su partido- se vio obligado inmediatamente a desencadenar una insurrección directa contra el poder soviético.

En las horas en que reuníamos en el Kremlin las primeras informaciones sobre los autores del atentado contra el conde Mirbach, cuando el camarada Dzerjinski[***] , con su característico espíritu caballeresco y sin escuchar las advertencias de los amigos, decidió dirigirse al lugar de donde, según los primeros indicios, había partido la acción, con objeto de verificar sobre el terreno ese origen, comenzamos a recibir noticias de que el destacamento de Popov destacaba patrullas, y detenían a centinelas y a representantes del poder soviético. El camarada Dzerjinski fue detenido por el destacamento de Popov, que le estaba subordinado, el cual, cuando le entregué su bandera en la plaza Roja, había prestado juramento de fidelidad al poder soviético. Dzerjinski fue detenido con la participación directa de los dirigentes más conocidos del partido de los SR de izquierda; Aleksandrovich, Karelin, Kamkov, Spiridonova, Cherepanov. Un poco más tarde un grupo de marineros armados se presentó en la Comisión para la Lucha contra la Contrarrevolución [****] , y de allí el ex miembro de la Comisión, Saks -también SR de izquierda- me comunicó por teléfono, que el grupo había detenido y llevado con él al camarada Latsis. Saks mismo se oponía, pero había abandonado el edificio de la Comisión, visiblemente desconcertado. En este momento la insurrección había adquirido ya un carácter abierto; los SR de izquierda tomaron bajo su mando directo el destacamento de Popov y comenzaron a instalar centinelas, lanzar patrullas y detener a los representantes del poder soviético. Fue detenido, por ejemplo, el presidente del Soviet de Moscú de diputados obreros y soldados, camarada Smidovich.

En todas estas acciones había una lógica profunda. Yo preguntaba al partido de los SR de izquierda, en la primera resolución que presenté, si se consideraban ligados por la disciplina con los soviets de diputados de obreros, soldados y campesinos y con el Congreso de los soviets. Yo había dicho, no sólo en mi nombre, sino en el del Partido Comunista, que nosotros nos sometíamos al voto del Congreso panruso, fuera cual fuera, en la cuestión internacional -la cuestión de la guerra o la paz- como en cualquier otra.

Yo pregunté al partido de los SR de izquierda si reconocían el voto del Congreso de los soviets y se comprometían a tenerlo en cuenta en este momento, en el problema crítico de la guerra o la paz. A esta pregunta no recibí respuesta. Lo que ya era una manera de responder. Significaba que este grupo de la intelligentsia, el cual piensa tener el apoyo de una parte importante del campesinado a su política, en lo que concierne a la ruptura de la paz de Brest-Litovsk, no se apoya, en realidad, en ninguna capa apreciable del campesinado. Este grupo de intelectuales, fustigado por la opinión rabiosa de las clases burguesas, excitado por los continuos gritos histéricos de la prensa socialrevolucionaria y burguesa, se ha dejado llevar a un estado de exaltación en el que llega a creer -ni más ni menos- que él puede decidir por sí solo si debe o no hacerse la guerra en tierra rusa, si hay que exponer o no a Moscú y Petrogrado al riesgo directo e inmediato de ocupación. Y ese grupo decidió estas cuestiones a su manera, al margen de ustedes y contra ustedes, y tienen el tupé, además, de decir que responde al voto de los mejores elementos del pueblo ruso. Nosotros le hemos opuesto los obreros de Petrogrado, le hemos opuesto los obreros de Moscú, le hemos opuesto la mayoría aplastante de este Congreso, pero arrastrados por su exaltación, acicateada por la opinión pública burguesa, han ignorado todo. Este grupo no quería saber más que la opinión de los Kulaks, los cuales están descontentos del poder soviético no por la paz de Brest-Litovsk sino por la política de abastecimiento. Los elementos atrasados del campo están descontentos porque no reciben paños en cantidad suficiente. Olvidan que los obreros también reciben muy poco pan y sufren de esa carencia por lo menos tanto como los campesinos por la insuficiencia de la producción textil. Es verdad que las capas más atrasadas del campesinado están descontentas del poder soviético en ese aspecto, pero es falso decir que quieren la guerra. ¿Puede haber una sola persona consiente que en las condiciones actuales, hoy, considere posible la guerra con Alemania?

Y los SR de izquierda, grupo de la intelligentsia, uña y carne de la intelligentsia burguesa, plantan su bandera sobre el descontento de los obreros, de una parte de los obreros, y sobre el descontento de una parte de los campesinos Kulaks. Al descontento de una parte de las masas populares le han encasquetado su bonete de intelectuales, con cascabeles, y han declarado: ?El pueblo junto con nosotros, exige la guerra inmediata con Alemania.?

Pregunten, pregunten ahora a todos los soviets, ahora que la cuestión se ha puesto sobre el tapete, después de ese acto terrorista provocador. Pero no, naturalmente, a los sedicentes soviets establecidos en los rincones del país, y que no contri buyeron en nada a contener la ofensiva alemana cuando el enemigo avanzaba sobre Voronej, Kursk, Briansk, cuando atacaba en el Don, donde ahora combatimos contra Krasnov, donde nuestros soldados rojos rechazan los ataques, mueren, combaten, defendiendo la R epública soviética; pregunten, pero no a los que en los rincones perdidos viven del kulak, sino a los soldados consientes que pasaron la escuela de la guerra, a los mejores elementos del poder soviético en los grandes centros, donde la población es más cul ta y puede juzgar del conjunto de la situación internacional, donde sabe lo que puede y no puede hacerse; pregunten sobre el terreno, cosa que después del Congreso tendrán que hacer, sin duda: ?¿Quieren la guerra?? Todos les dirán que aquellos que por un acto terrorista, y no a través de nuestra voluntad, no a través de nuestra conciencia, sino mecánicamente, desde fuera, intentaron imponernos la guerra, actuaron como enemigos rabiosos, como desleales y traidores al poder soviético.

Los mismos SR de izquierda se dieron cuenta claramente que pasaban, de hecho, al campo de la contrarrevolución, porque no hay un solo partido burgués que no reclame la guerra con Alemania, a excepción naturalmente de aquellos partidos que, situados en la vecindad de las tropas alemanas, se pasaron a Alemania. Todos los periódicos órganos de los SR de derecha y de los mencheviques exigían la ruptura del tratado de Brest- Litovsk, mientras silenciaban deshonestamente que las tropas anglofrancesas maniobraban frente al litoral de Murmansk y que nosotros concentrábamos allí fuerzas para defender la República soviética, como las concentramos también en el norte del Cáucaso y en otros lugares contra los turcos y, eventualmente, contra un ataque alemán, porque nosotros aspiramos, en la medida de nuestras fuerzas, a defender en todas partes la República soviética, no sólo contra las tropas alemanas, allí donde pasen a la ofensiva violando el tratado de Brest-Litovsk, sino también contra las tropas anglofrancesas que intentan ahora asestarnos un golpe traicionero. Sobre esto guarda silencio la prensa burguesa y, con mayor razón, la burguesía. Ayudándola, los SR de izquierda han intentado arrastrarnos a la guerra con Alemania, sabiendo que este intento significaba ya, por sí mismo, sublevarse contra el poder soviético. Y en general, dado el carácter que dieron a su insurrección, los SR de izquierda se han colocado en el campo de la contrarrevolución. Su primer golpe lo han dirigido contra el presidente de la Comisión extraordinaria panrusa. Acto simbólico: los SR de izquierda detienen al presidente de la comisión encargada de la lucha contra la contrarrevolución, la especulación y el sabotaje. ¡Con ello han mostrado en que campo están!

Incluso aquellos que en nuestros medios eran propensos a la benevolencia, a observar una actitud de expectativa paciente respecto a la conducta del partido SR de izquierda, como tal; los que decían: ?los autores del acto terrorista son, tal vez, locos y criminales aislados, pero el Comité Central del partido SR de izquierda no puede estar mezclado en eso?; incluso éstos, al cabo de una hora, de hora y media del asesinato de Mirbach, se convencieron de que se trataba de un auténtico complot, de una insurrección, organizada bajo la dirección directa del Comité Central del partido SR de izquierda. Se comprende que no hayamos podido, en el primer momento, dar la orden de atrapar inmediatamente, para juzgarlos, a los dos provocadores que intentaban arrastrar al país a la guerra mediante su acto terrorista, porque tuvimos que dar inmediatamente la orden de concentrar suficientes fuerzas militares para aplastar la sublevación contrarrevolucionaria organizada bajo la bandera del Comité Central del partido de los SR de izquierda.

Con objeto de ponerlos al corriente, en sus grandes líneas, del curso de la operación militar realizada en estos días, les leeré extractos de los informes que nos han llegado a este propósito. El Jefe de la división letona, el antiguo Coronel de Estado Mayor Vatsetis, informa que llegó a su conocimiento, de fuentes gubernamentales, que a eso de las 9 de la noche del 6 de julio, el destacamento de Popov se concentraba en el pasaje Trejsviatitelski; que se componía de toda clase de tropas y estaba equipado para el combate; en el destacamento se encontraban líderes SR de izquierda. Con la llegada de estas informaciones quedó completamente claro que nos encontrábamos ante un plan de acción, meditado y organizado, y una perfecta preparación militar de los SR de izquierda para pasar inmediatamente al ataque. A continuación, Vatsetis enumera las fuerzas que se encontraban a disposición de los sublevados, pero vacila en lo referente a cuáles son sus fuerzas fundamentales, debido a que los mismos sediciosos no podían designar exactamente, entre las fuerzas movilizadas, las que estaban realmente con ellos, en contra o neutrales. Vatsetis indica que, en dependencia de esa circunstancia indecisa, contaban con 800 a 2.000 soldados, 4 o 6 cañones, 60 ametralladoras; tenían también lanzabombas y granadas de mano. Se recibieron informaciones, además, de que algunas unidades se pasaban a los hombres de Popov. El imponente efectivo del destacamento y, sobre todo, su perfecta preparación para el combate, así como el estar concentrado, proporcionaban a nuestros enemigos grandes ventajas con vista a las acciones inminentes, les situaban favorablemente para tomar la iniciativa. El Comité Central del partido SR de izquierda tenía toda la superioridad en este asunto porque tenía a su favor la perfidia: todos los miembros de ese Comité Central tuvieron siempre, en todo momento, libre acceso al Kremlim, y en particular al camarada Lenin. Podían, por tanto, practicar detenciones, cometer asesinatos, robar documentos de todo género, cosa que hicieron en la Comisión que está bajo la presidencia de Dzerjinski. Disponían de estas facilidades, repito, porque tenían a su favor la ventaja que da la perfidia, y se sirvieron de esta arma frente al partido revolucionario del que se consideraban, o al que llamaban, partido hermano.

La tarea planteada ante las autoridades militares, una vez que la iniciativa había caído en manos de los sediciosos, consistía en concentrar las suficientes fuerzas militares para aplastarlos lo más rápidamente posible. El informe del comisario de la división de fusileros letones, camarada Peterson, conocido por muchos de los presentes como un dirigente revolucionario, nos muestra cómo se han comportado las fuerzas soviéticas, en particular algunas de ellas, al cumplir esa tarea.

Debo señalar previamente que el destacamento de internacionalistas, dirigido por el veterano camarada húngaro, Bela Kun [*****] , se puso a disposición del poder soviético con este propósito. Del Comité Central del SR de izquierda y de la sección campesina del Comité Central ejecutivo dirigida por ellos, ha salido una calumnia, que está circulando, acusándonos de armar a los prisioneros alemanes, cuando en realidad se trata de un destacamento húngaro; destacamento compuesto por los hermanos de los obreros húngaros que están conmocionando Budapest y toda Europa con su lucha revolucionaria.

Sin embargo, las tropas no pudieron ser concentradas durante la noche, precisamente porque el enemigo tenía la ventaja de la iniciativa, y los combates tuvieron lugar de día. Nuestras unidades fueron dispuestas: ante el temple de Cristo Salvador, en la plaza Strastnaya, frente al monumento de Puchkin, en la plaza Arbatsk y, naturalmente, en el Kremlin. ?Hacia las tres de la madrugada del 7 de julio (informa el mismo Vatsetis), supe que las fuerzas principales del enemigo permanecían pasivas en zona del pasaje Trejsviatitelski, pero por la noche se habían apoderado temporalmente de Correos, e intentaron apoderarse, sin conseguirlo, de la central eléctrica.? No he mencionado que en la noche del 6 al 7 un pequeño destacamento de SR, o sea de Popov, se apoderó de los telégrafos. No se hizo dueño de ellos por la fuerza sino por la perfidia. Los soldados del destacamento de Popov capturaron al comisario del pueblo de Correos y Telégrafos, camarada Podbelski, se posesionaron de su automóvil y en el mismo penetraron sin dificultad en el edificio, con sus jefes. Por todas partes vemos el mismo método de acción: los SR de izquierda actúan con documentos falsos, con los documentos del poder soviético, y esto explica su superioridad, que era muy efímera pero en un primer momento les pareció muy importante; era el momento en que sus partidarios transmitían por telégrafo la orden de no acatar más las disposiciones y telegramas del Consejo de Comisarios del Pueblo porque eran perjudiciales al ?partido de los SR de izquierda que ahora gobierna.?

Después, las operaciones militares tomaron el siguiente giro: el destacamento de SR fue desalojado de Telégrafos por los camaradas letones y el destacamento de Bela Kun. Todas las órdenes concretas fueron cumplidas por las fuerzas, pero como era de noche cuando se dirigían a sus puntos de concentración no tuvieron tiempo de orientarse.

Los SR de izquierda abrieron fuego contra el Kremlin. Debe señalarse que en este caso se desarrollaban ante nuestros ojos acciones que pueden calificarse de simbólicas. Cuando nosotros, desde un edificio del Kremlin, veíamos caer en el recinto los obuses, afortunadamente no muy numerosos, nos dijimos: el Consejo de Comisarios del Pueblo es ahora el blanco natural de los SR de izquierda: han izado la bandera de la insurrección contra el poder soviético y lógicamente deben bombardear el Kremlin donde tiene su sede el pilar del poder soviético.

El día 7, los SR de izquierda se retiraron en desorden de la zona del pasaje Hejsviatitelski, y se dirigieron hacia la estación de Kursk dispersándose en el camino. Después de abandonar la estación, la gente de Popov ya no era una fuerza organizada. Para su persecución se pusieron fuerzas a las órdenes del camarada Antonov. En el informe de Podvoiski y Muralov se cuenta que en la versta 12 de la carretera de Vladimir, por la cual se batieron en retirada los sublevados, el camarada Antonov encontró un blindado con cañones, bombas, etc. Hacia el mediodía del 8 de julio habíamos hecho cerca de 300 prisioneros.

De la misma manera fueron detenidos y desarmados los destacamentos de SR de izquierda, formados por unas decenas de hombres, que venían de Petrogrado. También fue detenido un destacamento de unos 300 a 400 hombres que se dirigía hacia aquí procedente de la zona fronteriza occidental. Se interceptó un telegrama en el que se recomendaba la lucha por todos los medios. En Petrogrado el asunto se limitó al desarme de las milicias SR de izquierda, desarme que se llevó a cabo rápidamente sin choques y sin víctimas, salvo en uno de los puntos donde tuvimos 10 muertos y 10 heridos.

Estos son los acontecimientos desde el punto de vista de los hechos. La cosa queda clara para ustedes. Al aspecto político ya me he referido al comienzo de mi informe. Ahora debo hacer un breve balance del aspecto puramente militar. Es indudable que los SR de izquierda, de manera casi inadvertida por el poder soviético, concentraron fuerzas importantes, pero estas fuerzas resultaron ficticias. Cuando nuestros camaradas detenidos -Dzerjinski, Latsis, Smidovich- entraron en relación con el destacamento de SR de izquierda que los guardaba, quedó claro para ellos que una parte importante del mismo estaba -por sus sentimientos, su estado de ánimo- al lado del poder soviético. Eran hombres desorientados, que no sabían de qué se trataba, y cuando los camaradas detenidos les explicaron con franqueza y valentía cuál era la situación, el destacamento se puso a su lado, depuso las armas y les dijeron: pueden irse. Un camarada de los servicios de reconocimiento fue detenido y conducido al Estado Mayor por dos finlandeses; por el camino les quitó los fusiles y las granadas, y los detuvo. Es evidente que los reclutados para combatir no mostraban especial disposición a batirse contra el poder soviético. Desde esta tribuna se nos ha dicho, no hace tanto tiempo -o hace mucho, si se trata de los SR de izquierda-: ?No necesitamos Ejército Rojo sino destacamentos guerrilleros; no necesitamos guerra sino insurrección.? Y ahí tenemos: hubo la insurrección, que tanto querían los SR de izquierda, pero resultó ser una insurrección contra el poder soviético, no contra el imperialismo extranjero. Para esta insurrección prepararon destacamentos guerrilleros y éstos mostraron su total incapacidad, al mismo tiempo que se evidenció la superioridad de nuestro Ejército Rojo frente a ellos. Nuestras unidades dieron pruebas de gran superioridad física y moral. Hablo de superioridad moral porque la operación contra los socialrevolucionarios pudo ser llevada de tal manera que el destacamento de Popov tuviera muchas víctimas, pero se rechazó esta vía. Los astilleros transportaron los cañones a pulso hasta 200 pasos de distancia, los enfilaron directamente contra el Estado Mayor de los SR de izquierda, y lo destruyeron -nos informan camaradas presentes- con una precisión de tiro asombrosa. En ese mismo Estado Mayor se creó una atmósfera guerrillera de indecisión, desconfianza y hostilidad mutuas. Ninguna firmeza. Unos cuantos golpes precisos pusieron a los sediciosos en vergonzosa fuga y la sublevación fue liquidada con escasas víctimas.

Sólo quedaba por hacer ahora el balance político de la sublevación, de esta vergonzosa parodia de sublevación. Tenemos ya una masa de testimonios probatorios de que muchos miembros del partido SR de izquierda están indignados por esta aventura urdida a sus espaldas. De ello hemos sido testigos aunque sólo fuera cuando leímos la declaración de los SR de izquierda de Moscú, irritados contra esos pequeños grupos de intelectuales que se mueven en el vacío hasta caer en un estado de verdadera ebriedad política.

La oposición sublevada intentaba obtener medios de diversas procedencias: había allí campesinos pobres, que se sienten agraviados, cosa comprensible porque la vida en Rusia es dura y penosa después de la guerra, y los campesinos pobres, en los rincones perdidos de las provincias, no han aprendido aún a abarcar la política en su totalidad. Cuando hablan de Ucrania, juzgan sinceramente este problema, lo sienten sinceramente, ¿pero acaso al comienzo de la guerra, en la época del zarismo, no se decía lo mismo de Serbia, o de la Bélgica crucificada, en cuya ayuda debíamos volar? ¿Qué respondíamos? Respondíamos que con esta guerra no liberaremos ni a Bélgica, ni a Serbia, ni a Polonia Sea cual sea el vencedor en esta guerra, los países pequeños, débiles y atrasados serán víctimas de los fuertes rapaces y serán pisoteados. Y cuando se nos dice que Ucrania está ocupada, que la han crucificado los imperialistas contrarrevolucionarios, nosotros sabemos, naturalmente, tan bien como cualquiera, lo que sucede en Ucrania. Y decimos: sólo puede liberar a Ucrania la fuerza que libere a toda Europa y dé la posibilidad de respirar libremente a la Rusia soviética. Pero convertir a nuestra Rusia soviética en la única fuerza que intervenga en la guerra y derrame su sangre, contra los imperialistas rapaces, significaría dilapidar sin resultado el capital moral, el haber, en forma de poder obrero y campesino, que estamos llamados a defender. Mientras nosotros nos mantengamos aquí, haciendo frente a todos los golpes y sediciones, mientras nos mantengamos con la bandera del poder soviético obrero y campesino, en las manos, alienta y se enciende la esperanza en los obreros y oprimidos de todos los países.

Ellos dicen: ?Vean, en las más difíciles condiciones, aprisionados por el cerco imperialista, los obreros rusos no se entregan, marchan con nosotros. Quiere decir que nosotros, obreros de todos los países, podemos poner en marcha grandes fuerzas revolucionarias y realizar proezas revolucionarias aún más grandes que las de la joven clase obrera rusa.? Desde el momento que nos mezcláramos en esta maldita guerra, por culpa propia, pasaríamos a ser los peores traidores al socialismo mundial, porque nuestra intervención significaría el golpe de muerte a la República soviética. Claro está, si se nos ataca, venga de donde venga la agresión, aunque provenga de la salvaje provocación de los SR de izquierda, todos nosotros, como un solo hombre, nos defenderemos hasta la última gota de sangre. Sobre esto, ni hace falta hablar. Nos defenderemos contra todos los rapaces, venga de donde venga el ataque, pero al mismo tiempo no ocultamos que nosotros, debilitados hasta el último grado por todo el curso precedente de los acontecimientos, estamos contra toda guerra.

La clase obrera, cuando comprende que sus enemigos la atacan, siempre encuentra suficiente energía revolucionaria para oponer al agresor grandes obstáculos, crearle grandes dificultades, y obligar a los imperialistas a gastar una gran masa de fuerzas. Pero si ahora nos viésemos envueltos en la guerra con Alemania a causa del asesinato del embajador alemán, si tuviéramos que ceder Petrogrado, Moscú, el obrero y el campesino rusos sabrían que esto no lo debemos a ninguna inevitabilidad histórica sino sólo a la provocación de los SR de izquierda. Y por eso digo que este partido, capaz de ser tan insensato, tan estúpido, por su pequeña camarilla dirigente, como para levantarse contra la voluntad y la conciencia de la aplastante mayoría de los obreros y campesinos; este partido, se ha destruido él mismo, para siempre, el 6 y 7 de julio. ¡Este partido no puede resucitar!

Si no confían en nosotros, si no confían en los obreros y campesinos rusos, yo pregunto: ¿con quién cuentan esos aventureros para la lucha contra Alemania? Porque lo que tramaban no era una conferencia de partido, ni una escisión del partido en un Congreso en algún lugar del extranjero: lo que pretendían era enfrentar a Rusia y Alemania, hundirnos en la guerra. Y al proceder así, ¿de quién desconfiaba? ¡De los obreros y campesinos! Están contra ellos, y por encima de ellos querían provocar la guerra, la guerra que debían hacer esos obreros y campesinos, los mismos a cuyas espaldas organizaban el complot. ¿Por qué vías, con qué medios y fuerzas iban a hacer esa guerra? Ya nos lo han mostrado. Nos han dicho: no será una guerra regular contra Alemania sino una insurrección a través de la organización de destacamentos guerrilleros. En el pasaje Trejsviatitelski hemos visto la capacidad de combate de esos destacamentos guerrilleros, ilustrada con el episodio del camarada nuestro hecho prisionero que a su vez hace prisioneros a los (dos soldados armados de fusiles) que lo conducían, o con la dispersión, al primer cañonazo, de todo un destacamento que se dice: si todo el Estado Mayor se larga, ¿para qué quedarse más tiempo? Y huyen por la carretera de Vladimir. Y ahí los tienen: esa camarilla, con ese ejército y esas ideas quería levantarse contra nosotros para hacer la guerra a Alemania.

Independientemente de la forma en que este episodio ha terminado, el peligro de que la provocación alcance su objetivo no ha desaparecido porque el partido militarista extremista de Alemania, al que nada le satisface, ni siquiera la paz de Brest-Litovsk, está dispuesto a utilizar todo lo que le ofrezcan en bandeja los SR de derecha, los monárquicos, o los SR de izquierda. El peligro no ha pasado. No sabemos que resultará, pero sabemos una cosa: después de la aventura del 6-7 de julio, en la tierra rusa hay un partido menos.

Nosotros iremos junto con ustedes, a cada campesino, y le preguntaremos: ¿quieres ahora, hoy, enseguida, ir a la guerra con Alemania? Si no quieres, debes saber que el partido de los SR de izquierda quería obligarte a ir a esa guerra, y porque nosotros, el poder soviético, consideramos que eso sería nefasto para ti, ese partido intenta presentarnos como agentes del imperialismo alemán, como amigos de su ala extremista. Nos presenta como enemigos del pueblo ruso porque nosotros decimos que el pueblo ruso sería un insensato si por deseo propio abriera ahora las puertas a la guerra. Nosotros iremos ahora a todos los campesinos, y les daremos los nombres de aquellos diputados que aquí aprobaron esa vergonzosa provocación. Nosotros le diremos a cada campesino, en cada rincón perdido del país: Ivanov o Petrov, ¿quieres guerrear ahora con los alemanes? Y después de esto veremos cómo se pronuncia el poder soviético en cada lugar, cómo se pronuncian millones y decenas de millones de obreros y campesinos. Su respuesta será la misma que la de su declaración aquí, diciendo que se atengan al punto de vista aprobado en el Congreso decisivo [******]: nosotros no queremos hacer la guerra. Hemos pagado la paz al precio de onerosas concesiones. Ahora sabemos, en este momento, a qué medios indecorosos recurre el imperialismo anglo francés para arrastrarnos a la guerra y cómo nuestros enemigos jurados intentaban apoderarse de las ciudades para abrir camino al imperialismo anglo francés. ¡En vano!

En Yaroslavl las bandas contrarrevolucionarias han sido cercadas por nuestras tropas; Sisran, que fue ocupada por los checoslovacos, ha sido ocupada por nosotros. Yo no dudo, camaradas, que la vergonzosa aventura de los SR de izquierda despejará la conciencia de aquellos que seguían vacilando, dudando, y no se daban cuenta de donde partía la campaña histérica a propósito de la paz y de nuestra decisión de no entrar en guerra con Alemania. No dudamos de que también para nuestro Ejército Rojo los acontecimientos de Moscú sirvan de lección para reforzar la disciplina. En el Ejército Rojo se comprenderá mejor que necesitamos un ejército organizado científicamente; que los destacamentos de guerrilleros son destacamentos artesanos, infantiles, y necesitamos afirmar una disciplina que haga imposibles tales aventuras. La experiencia de Moscú da la posibilidad a cada soldado de comprender que sin disciplina son posibles el derramamiento de sangre y la lucha fratricida. El Ejército Rojo es el órgano armado del poder soviético; no está al servicio de sí mismo, ni de ningún círculo, sino de todos los obreros y campesinos. La voluntad del pueblo está representada por el Congreso panruso de los soviets, y por eso el deber del Ejército Rojo es aplastar con dureza y sin discusión a aquellos que se atreven a pronunciarse contra el órgano supremo del poder soviético. Le diremos a este Ejército Rojo, le explicaremos que la agresión de los checoslovacos en el Volga y en el Ural, la progresión del imperialismo anglofrancés en el litoral de Murmansk, la sublevación de los SR de izquierda en Moscú, son eslabones de una misma cadena, responden al mismo principio. Y aunque el ignominioso asesinato del embajador alemán esté vinculado subjetivamente de otra manera, objetivamente tiende al mismo fin. Y todo está dirigido por la burguesía rabiosa, cuya prensa excita y envenena contra nosotros a los mencheviques y socialrevolucionarios, diciéndoles: ?Propónganse hacer lo imposible; propónganse derrotar al imperialismo alemán; que la clase obrera rusa se rompa el pecho contra la roca del imperialismo alemán mientras éste aún es fuerte.?

He ahí cuales son los objetivos de los checoslovacos, del desembarco anglofrancés, etc, etc. Le diremos al Ejército Rojo que queremos defendernos de la guerra, y si logramos un apaciguamiento en el frente anglofrancés, anotaremos como un plus el hecho de haber obtenido la paz. Porque nosotros queremos ser neutrales, que los imperialistas nos dejen en paz, se vayan con la música a otra parte. Eso en sí será una gran conquista para el pueblo ruso. Si los guardias blancos, o los ingleses con su desembarco, y los mencheviques, y los socialrevolucionarios de derecha y de izquierda, atacan, ¡entonces nos defenderemos con encarnizamiento! ¡En esto no bromeamos! Nosotros habíamos estado inclinados a pensar: ¿es que todos estos amigos se han confundido? ¡En qué lío se han metido! Yo y otros miembros del Consejo de Comisarios del Pueblo dijimos: estos amigos son unos pobres irresponsables, no comprenden lo que dicen. ¿Se los puede tomar en serio? ¿Se puede ver en eso un complot? Pero estos señores organizan una insurrección, asesinan a personas que por razones objetivas están bajo la protección del poder soviético. ¡No! Para este género de señores no hay lugar aquí. Aquí no se está jugando el destino de un grupo de intelectuales sino el destino de la Rusia soviética, y nosotros no permitiremos que semejante desafío sea arruinado por excentricidades de unos u otros. El poder soviético no puede tener más que un método en la aplicación de su política: aquel basado en el principio que ustedes consideran justo y aprueban: si se atenta al poder soviético no con la crítica sino con los actos, responderemos al hierro con el acero. Tenemos la obligación de defender el poder de los obreros y campesinos con las fuerzas y medios que conocemos, y con medidas semejantes a las que se utilizan contra el poder soviético. El poder soviético, existe, existirá y consolidará la Revolución Rusa para instaurar la república europea y mundial del trabajo. [*******]

II

(Discurso de clausura en la misma reunión -. L.T.]

Camaradas, la analogía ha sido elaborado aquí que, a primera vista, superficial, se sugiere - entre la revuelta SR de Izquierda o, más bien, la parodia de una revuelta, y los días de julio del año pasado en Petrogrado. Doce meses han pasado desde aquellos días, pero el nombre mismo del presente mes de julio, da lugar a una asociación natural de la semejanza y la analogía. El representante de uno de los grupos habló con nosotros acerca de las jornadas de julio. Recuerdo aquellos días, muy bien: hay aquí que están presentes no pocos camaradas los cuales experimento junto con nosotros, y el recuerdo de aquellas jornadas se presenta con firmeza en sus mentes. ¿Que ocurrió en julio del año pasado? El proletariado, en la persona de su vanguardia, estuvo luchando por el poder. Se dieron cuenta claramente de que el dominio de la burguesía y los conciliadores no podía dejar de llevar a Rusia a la ruina. Los obreros de Petrogrado fueron la vanguardia del proletariado, y esta vanguardia se precipitó por delante. Este fue, por un lado, el cumplimiento de su misión, pero, por otro, una tragedia absoluta, debido al hecho de que la vanguardia no había conseguido para si todavía importantes reservas en las provincias - incluso en las provincias proletarias, por no hablar de las campesinas - y que se toparon con la resistencia del enemigo y se exponían a sus golpes.

Naturalmente, cuando esta vanguardia, impulsado hacia adelante por su sentido político, sino no está respaldada por las provincias, cae bajo los golpes, nuestro partido, dijo a sí mismo: en los golpes que están lloviendo sobre el proletariado, tenemos que estar junto a ellos, teniendo estos golpes sobre nosotros mismos.

Ese fue el significado de las jornadas de julio del año pasado [********]: y yo les pregunto, ¿qué clase nueva esta luchando por el poder ahora? Que nos diga qué clase nueva esta luchando por el poder en Moscú en julio de 1918 contra el poder de los trabajadores de Petrogrado y Moscú, ya que, con todo nuestro respeto, con toda nuestra simpatía ardiente fraterna con el campesinado trabajador, ninguno de ustedes campesinos afirman que el campesinado es hoy el elemento más consciente en la revolución. Cualquiera de ustedes quien piensa honestamente sobre las condiciones del momento actual hay que reconocer que en 1905 y en 1917-1918 los obreros de Petrogrado y Moscú eran la vanguardia, que decían: ?Tierra a los campesinos? frente a los campesinos, se les decía. Ellos salieron el 9 de enero de 1905 [*********] , bajo el lema: ?La tierra para los campesinos?, y el zar los suprimió disparando, y los campesinos no los apoyo. En ese hecho, por supuesto, demostró la influencia de la antigua esclavitud, la ignorancia, el aislamiento rural, el analfabetismo rural: que no era culpa de los campesinos, le era su desgracia - pero así es la realidad. Y ahora, me pregunto, cuando el poder soviético ha sido establecido en el país, cuando se vive y respira al unísono con el proletariado avanzado de Petrogrado y Moscú, pregunto a aquellos que presumen de evocar el fantasma de julio del año pasado: ¿Que nueva clase esta luchando por el poder ahora? Los SR de Izquierda no son una clase, son compañeros de viaje que sólo se unieron a la clase obrera y que al principio no mostró su confianza en ella: cuando la clase obrera, junto con nosotros, estrelló en octubre las bases de los ?conciliadores?, el poder de la burguesía, se alejo, se hizo a un lado. Cuando la clase obrera tomó el poder, se unieron a nosotros por el momento: la tarea que les parecía haberse convertido en más fácil. Primero se subestimó la fuerza de la clase obrera, seguido, subestimaron la fuerza de nuestros adversarios, y cada vez, cada vez que una coyuntura especialmente peligrosa fue creada, con el se acercaba a las alas y comenzó a cantar su tono crítico en contra de nosotros, ocupando la posición de los espectadores, observadores. El SR es el partido de intelectuales pequeñoburgueses. Ellos siempre se han basado en los sectores de la pequeña burguesía, para quienes es difícil marchar con la clase obrera a lo largo de su camino de espinas.

Este es el tipo de "clase" del que se puede hablar en este contexto. Sólo podemos hablar de la intelectualidad pequeñoburguesa, que está tratando, en las personas de una pequeña parte de sí mismo, para librarse del yugo del proletariado soviético y la disciplina: se les hace muy difícil compartir la lucha de la clase obrera, con todos sus sufrimientos y dificultades, a compartir esta lucha en las circunstancias en las que es necesario temporalmente por reconciliarse con la coacción exterior. Los intelectuales dicen: ¿no sería mejor para nosotros hacernos a un lado y adoptar el punto de vista de un observador, criticar y quejarse? Si la clase obrera ocupa el primer lugar, estamos con él: si es derrotada, vamos a decir que siempre se le predijo que iba a suceder. Esto, camaradas, es la psicología sobre la base de que un pequeño grupo de fanáticos y locos... desde la que amplios círculos de la intelectualidad están retrocediendo, un grupo de personas responsables, podía concebir la idea de un experimento tan monstruoso como los acontecimientos del 6 y el 7 de julio.

Se nos dice: sí, pero ustedes dicen que todo el partido SR de Izquierda es culpable, reducir en todo al partido el trueno de su ira y su represión. Y uno de los oradores aquí, Lozovsky, se permitió, en una declaración pública, para cometer un absoluto y, digo, una distorsión maliciosa de los hechos, cuando se les presentó de esta manera: en primer lugar, el asesinato del Embajador Mirbach, y luego de la detención de la fracción completa del SR de Izquierda. [A. Lozovsky había sido expulsado del Partido bolchevique en 1918 como resultado de diferencias en las cuestiones sindicales. Se dirigió hacia el ala derecha del grupo internacionalista socialdemócrata hasta que fue readmitido en el partido bolchevique a finales de 1919] El orador dijo que el segundo evento fue la consecuencia del primero. Como si lo que realmente ocurrió fue que algunos y algunas Blyumkin Andreyev o Mirbach otros muertos, y nosotros, en respuesta a esto, arresto al Partido SR de Izquierda. Sin embargo, este arreglo de los hechos es una mentira maliciosa. Lo que sucedió fue algo diferente.

Cuando el acto terrorista fue cometido, el Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo me llamó por teléfono a la Comisaría de Asuntos Militares, me dijo lo que había ocurrido, y me leyó la orden en el que dijo que algunos guardias blancos o anarquistas, como entonces se creía, había, a fin de traer a Rusia a la guerra, cometido el acto de terrorismo, y que deben ser perseguidos en todas partes. Yo, por mi parte, ordenó las medidas adecuadas que deban adoptarse. Estábamos seguros de que teníamos que hacer con un adversario abierto y directo, un enemigo honesto del poder soviético. Pero algún tiempo después recibimos información de que, a juzgar por el número de automóvil que se utilizó, o por alguna otra razón, que fue a esta presunción de que los SR de izquierda habían hecho el acto. No sabíamos que se trataba de una acción decidida por el Comité Central, o del partido SR de Izquierda a sí mismo, a pesar de las advertencias se habían dado desde esta tribuna. A pesar de que Spiridonova, al hablar aquí, juega con un revólver y amenaza con una bomba, mantuvimos la calma, viendo esto como simplemente su comportamiento personal, y sin sospechar que no había ninguna amenaza real contra la existencia pacífica de la República Soviética. Cuando nos enteramos de los primeros informes, no confirmados, que lo que había sucedido era obra del SR de izquierda, que aún estaba seguro de que no sólo el partido sino también el Comité Central no podía ciertamente desear este hecho, y no pudo asociarse con él, que no tenían nada que ver con eso. Fue esa idea la que determina el paso que el camarada Dzherzhinsky tuvo cuando supo que el asesino era Blyumkin, que fue él quien había cometido el acto de terrorismo. ¿Qué hizo Dzherzhinsky? Él no había ido a la fracción SR izquierda, sino a la unidad Popov. Dzherzhinsky tenía información de que el asesino, el cual era un siervo del poder soviético, se había escondido allí. Dzherzhinsky pensó que él sería capaz de aclarar la cuestión sin ningún tipo de conflicto. Eso fue lo que pasó. Y no fue por el acto terrorista se detuvo la fracción SR de izquierda. Más tarde, cuando nos enteramos de que Dzherzhinsky no pudo ser contactado por teléfono, que no se había informado, y que, por consiguiente, debe de haber sido detenidos, y cuando empezamos a ser informados de que las patrullas de Popov se apoderaban de automóviles soviéticos y los delegados del soviets, tomamos medidas para tener todo el teatro rodeado, porque pensamos que la unidad rebelde iba a sitiar el lugar donde el Congreso de toda Rusia se encontraba en progreso . Como garantía, encerramos a la fracción SR de izquierda y los rodearon con un muro de seguridad defensiva. Eso es lo que sucedió.

Pensamos que, dado que lo que estaba pasando era una revuelta, la intención de los rebeldes primero sería la de capturar la ciudadela del poder soviético. Por lo general, esta ciudadela es el Kremlin, pero por el momento es el Teatro Bolshoi, donde el Congreso de toda Rusia se encuentra en sesión. Y dijimos: ?Los conspiradores pueden entrar en este lugar, o ellos quieran obtener sus cómplices fuera de aquí, así que vamos a mantener este último bajo llave durante unas horas y rodean el lugar con las defensas de seguridad, hasta que la situación se haya aclarado. Más tarde, cuando nos enteramos de que el Comité Central del Partido SR de Izquierda, no sólo se sumó a este asesinato deshonroso, sino que incluso aceptó la responsabilidad por ello, no estuvimos dispuestos a creer esto. Yo no soy SR de izquierda, y ustedes saben y oyen cómo hablamos aquí antes del evento en cuestión, pero sin embargo fue un duro golpe para mí que tal perfidia loca y criminal podría ser recurrida por el Comité Central de un partido que se hace llamar un partido soviético. Incluso entonces la esperanza de que, al final, la fracción del SR de Izquierda se desvincularan de su Comité Central. Así fue como el asunto se quedó donde las acciones del SR de Izquierda se refiere.

Pero se nos preguntan: ¿por qué no simplemente liberan a los SR de Izquierda? ¿Hacer eso, cuando, armado de pies a cabeza con bombas, fueron detenidos y sujetando Latsis en Trekhsvyatitelsky Lane, disparando a nuestras patrullas y la apuntando sus armas en el Kremlin, cuando el Comité Central de su partido estaba sentado allí y dirigiendo las operaciones contra el poder soviético? Bueno, y… ¿qué pasa si uno de los miembros de esa fracción de algunas decenas o cientos de personas que participaron en el levantamiento, y los liberamos para ir a ayudar a disparar el Kremlin, o el Teatro Bolshoi, o a nuestros hombres del Ejército Rojo? No, camaradas, como responsable de la política soviética, no podía actuar de esa manera, y nos dirán: esta es una revuelta contra el poder soviético, y en estas circunstancias sólo hay dos respuestas - sí y no.

El Comité Central del Partido SR de Izquierda dijo ?si?, esto fue por la revuelta. Queríamos que la fracción de SR de izquierda diga abiertamente, si estaban a favor de la revuelta contra el poder soviético, con los que quieren traernos la guerra, o por el poder soviético, que se defendía contra los rebeldes. Hubo enfrentamientos aquí en las calles de Moscú, el sonido de esto les llegó aquí. Los transeúntes pacíficos, los pacíficos ciudadanos corrían el riesgo de recibir un disparo, los acontecimientos les habían arrastrado al interior de la guerra civil, al ponerlos en peligro. Teníamos que asegurar que la fracción de este partido, encabezada por el Comité Central, que había aprobado y organizado todo, no iba a quedarse al margen y decir ni sí ni no. Exigimos una respuesta: ¿van a defender el poder soviético o van a disparar contra él? Hemos actuado correctamente, ya que estaban defendiendo el poder del proletariado contra un puñado de rebeldes deshonestos y traicioneros.

Se nos dice que todo el partido no es culpable, y el poder soviético también dice que todo el partido no es culpable. En mi intervención he dicho, en efecto, que estaba detrás de probablemente el 90, posiblemente 98, por ciento de su propio partido que el Comité Central del SR de izquierda llevó a cabo esta aventura loca, y muchos delegados del partido tengan que disociarse indignamente de este acto vergonzoso. Hemos escuchado al delegado de la organización en Yelets del SR de Izquierda hablando aquí en este sentido. Es claro que el partido en su conjunto, todos sus miembros y todas sus organizaciones, no se hacen responsable de lo que el Comité Central hizo. Estos locos son individuos siniestros. Pero un partido es un partido: se diferencia de la multitud por el hecho que esta es, en realidad, una organización espiritual y no físico. Un partido es una organización del propósito. Y queremos saber desde el SR de Izquierda: ¿van a seguir organizados bajo la bandera del Comité Central, que ha jugado un papel tan irritante? ¿O es que va a ser organizados en la plataforma soviética? Eso tiene que ser decidido por todos los grupos que las marchan con nosotros, cada organización, cada miembro individual del partido. Donde se han hecho intentos para tomar prisioneros a desafortunados soldados alemanes bajo la bandera del Partido SR de Izquierda - y ha habido tales intentos - deberíamos castigarlos cruelmente y poner fin a las mismas. La acción iniciada por el Comité Central prueba abundantes motivos para tales intentos. Cuando las declaraciones se hayan publicado indicando que un grupo se asocie con el Comité Central y se reserve el derecho en cualquier momento al violar las decisiones del poder soviético, hemos visto: no hay lugar en el marco de la situación actual de este grupo, y no puede haber. El poder soviético es un poder dominante. Lo que está implicado aquí no es una lucha entre los partidos o grupos pequeños (como se ha dicho aquí por el delegado de los peores de estos grupos, los maximalistas) [Los maximalistas fueron un grupo semí - anarquista que se escindió del Partido Socialista Revolucionario en 1904.] pero el derecho de la clase obrera y de miles de millones del campesinado para mantenerse en el poder. El poder no es un club o una reunión, es la organización estatal. Si la gente lo obedece, se trata de un poder dominante, si no deja de ser eso. En un momento dado el poder gobernante se encuentra frente a la más crucial de las cuestiones - la cuestión de la paz y la guerra. Si esta cuestión no puede ser decidid a por el poder dominante, sino esta puede ser decidida por un grupo, un puñado de pícaros, entonces no tenemos ningún poder de decisión aquí: por lo tanto, el poder gobernante también dirá que tomara con mano de hierro a todos los pícaros que quieran decidir sobre los asuntos en lugar del poder soviético - y la voluntad de poder es una de las condiciones más importantes para mantener el poder.

Camaradas, muchas personas se han pronunciado con freses mentirosas en este lugar sobre la guerra civil, acerca de que todo lo abarca la unidad, y etc., con los que consideró posible levantar la bandera de la rebelión en el Congreso de los Soviets. ¿Acaso no advertí a los SR de izquierda, no vengo a esta tribuna y decir que hay "elementos peligrosos"? Yo no quería que los SR de izquierda volviera a jugar el papel que jugaron en el frente Kursk. Digo que a fin de darles la oportunidad de venir a sus sentidos. Les advertí que en general, como camaradas, a no participar en estas acciones contra el poder soviético. El camarada Lenin dice aquí que Spiridonova es una persona muy honorable, una persona sincera. [Hablando de Spiridonova Lenin dijo: ?Tiene que ser un partido malo de quienes en realidad la gente más sincera se inclina a la difusión de los cuentos de hadas con fines de propaganda.? (Obras Completas, Vol. 27, p.527. Edición inglesa)] Pero ¡ay de un partido más que personas honorables están obligadas a recurrir, en su lucha, a la calumnia y la demagogia! Les advertimos, en la víspera de una acción que no sabíamos y no podíamos prever. Recuerden, ¿no hicieron los SR de izquierda apareciendo aquí a lanzar acusaciones a los obreros de Petrogrado y Moscú, y atribuyen todo tipo de acciones viles al poder soviético? El cebo más deshonesto del poder soviético se llevó a cabo aquí, con el fin de hacerlo más receptivo a la aventura cuando se disponían detrás de sus espaldas. ¿Y ahora nos hablan de la reconciliación - con quién? Se mencionó el nombre de Aleksandrovich, quien ha recibido un disparo, y dijo: ?Este es el terror cruel?. Pero recuerden esto: Aleksandrovich fue Vice-Presidente de la Comisión de Investigación Extraordinaria de Lucha contra la Contrarrevolución, la Especulación y el Sabotaje. Yo lo conocía y cuando lo conocí nunca le pregunté si era un SR de Izquierda o Bolchevique: él era un miembro de confianza de la Comisión, y eso fue suficiente para mí. Esta Comisión fue uno de los órganos más importantes, un órgano de lucha contra la contrarrevolución. Y puesto que la contrarrevolución hacía tiempo que quería matar a Conde Mirbach, la Comisión tuvo como una de sus tareas de la investigación de este asunto. Estamos comprometidos en esta actividad porque estamos obligados a proteger a las personas de los representantes de las potencias extranjeras en general, el embajador alemán en pie de igualdad con los estadounidenses o los británicos, por un golpe a él es una amenaza para la paz y la violación de la autoridad del poder soviético.

Aleksandrovich estaba comprometido en la investigación de los hilos de la trama contra Mirbach. Ha trabajado de la mano con Dzherzhinsky. Y Aleksandrovich convirtió a esta Comisión en el órgano por el asesinato de conde Mirbach. Desfalcó 500.000 rublos y se lo entregó al Comité Central del SR de izquierda, con el propósito de organizar la revuelta. Fue un revolucionario, y me han dicho que murió valientemente: fue un revolucionario, pero lo que interesa aquí no es la evaluación de los individuos, sino la conducta de un poder dominante que quiere sobrevivir.

Ustedes deben darse cuenta de que el diputado - presidente de la Comisión de Lucha contra la contrarrevolución no puede transformar el aparato de poder en un instrumento para la revuelta contra el poder soviético, y no se puede robar el dinero para la organización de una revuelta. No se puede organizar una revuelta y que no puede detener a los delegados del poder soviético. Pero lo hizo arrestar a Dzherzhinsky, su inmediato superior, que confiaba en él. ¡No se puede concebir mayor perfidia, dictada por la disciplina de partido, o una mayor falta de honradez! Nos vemos obligados a decir: en tal caso hay una única solución, un hierro al rojo vivo, cauterizando con un hierro al rojo vivo, por lo que no debe haber más los mismos casos, y el hierro al rojo vivo se puso a trabajar . ¿Fue tan cruel? La vida es un negocio cruel en general, y las revoluciones, como el viejo revolucionario Mirabeau dijo, no se hacen con mantequilla. Si, ayer, los SR de izquierda había obtenido la victoria, con la ayuda de nuestra despreocupación suave, no obstante, han estado en el poder. Y cada uno de ustedes debe entender eso. Los SR de izquierda no tienen ningún respaldo, especialmente ni en Moscú. Aquí sólo hay dos partidos: el partido líder soviético, los bolcheviques, por un lado, y por otro lado, la contrarrevolución. Y si los SR de izquierda han demostrado ser la piedra de cerezo en las que el anarquista Karelin habló, y habíamos puesto sobre en él, en seguida el poder hubiera pasado a la contrarrevolución. [El anarquista es Karelin, líder del grupo anarquista-comunista, que no debe confundirse con el SR de izquierda: A. Karelin.] Todos ustedes han sido víctimas de la contrarrevolución: no habría habido brutalidad real aquí, un planadora de hierro se ha aprobado sobre usted es.

Camaradas , rechazo la afirmación de que después del Tratado de Brest - Litovsk el poder soviético se encontraba en una situación vergonz osa, como uno de los oradores aquí declaro. Sólo los filisteos burgueses pueden ver algo vergonzoso en el hecho de que una clase oprimida es demasiado débil para derro car a todos sus opresores. ¿En que consiste la vergüenza de la clase obrera rusa? En la c ircunstancia de que no es en la actualidad lo suficientemente fuerte como para depojarsde todos sus opresores. ¿ Es esta una cuestión de vergüenza? Aquellos que ven la vergüenza en el tratado de paz que firmamos son charlatanes miserable s . Es una desgrac ia, una calamidad, y puede ser visto como algo vergonzoso sólo por aquellos que son agentes directos de los charlatnes burgueses o miserable s . Otro argumento que se planteó aquí fue que al hacer la paz con los alemanes nos están dando aliento a los sentim ientos patrióticos en el proletariado de los países aliados. Estos son bien conocidos los argumentos los cuales se repiten día tras día por la gente, la gente miserable, que no leen los periódicos, que no saben lo que está pasando en Europa, que no lelo s documentos, y que siguen repitiendo la misma frase una y otra vez. Durante los últimos días tuvo lugar el congreso del Partido Laborista británico, que por mayoría de votos, por primera vez durante la guerra, declaró que se trataba de poner fin a su sat a unión con su propia burguesía. La votación fue 1.100.000 a 700.000. [La Conferencia del Partido Laborista celebrada en junio de 1918, efectivamente, voto para poner fin a la tregua política (por 1.704 millones a 951,0000, pero esto sólo significa que el partido ahora presentara candidatos en las elecciones. Los delegados del Partido Laborista continuaran sirviendo en el Gobierno.] De esta manera, la unión que santa encadena a la clase obrera de Gran Bretaña a su propia burguesía, al patriotismo burgués, que había terminado. Y en Francia, la organización a la cual yo pertenecía, junto con Lozovsky, la organización para el restablecimiento de relaciones internacionales, la organización en la que nuestros amigos Merrheim, Saumoneau y otros trabajaron, esta organización publicó sólo hace unos días su protesta ardiente contra la intervención aliada en los asuntos rusos y expresó su saludo fraterno al partido revolucionario ruso, los bolcheviques. Y… ¿en Alemania? mientras que antes, debido a la censura, ellos no sabían y no entendían sobre nosotros, durante la última semana hemos recibido docenas de resoluciones, documentos varios, en el que los mejores delegados del socialismo alemán declaran su solidaridad con nosotros y dicen que podrán, por supuesto, ser mejor si fuéramos lo suficientemente fuertes como para sacudir el yugo del imperialismo, tanto dentro como fuera, pero que entienden muy bien que la política que estamos llevando a cabo se ha impuesto sobre nosotros por el hecho de que la clase obrera de todos los países no ha sin embargo, roto las cadenas del militarismo. Preguntamos demasiado del proletariado ruso, pero no podemos exigir que haga la labor del proletariado de todos los países. Sin embargo, eso es lo que exigen por parte de los que hablan de nuestra vergüenza. Dicen: el proletariado alemán se mantuvo firme en las garras del imperialismo: es así, entonces, el proletariado ruso, toma las armas y sale a liberar a todos los de Europa, pero nosotros decimos: no, esta es una tarea demasiado grande para nuestra fuerza. Nosotros tratamos de defendernos, para mantener a la espera del momento en que, inevitablemente, por ahí, también, se iniciará la limpieza de los establos del imperialismo corrupto. Nuestros hermanos nos saludan y nos llaman a la ayuda y al apoyo.

Voy a decir unas pocas palabras para concluir. En los primeros días del Congreso un compañero estaba presente el cual vino a nosotros desde su cautiverio: él es un extranjero y al mismo tiempo, un ruso, y, sobre todo, él es nuestro hermano, porque es un socialista revolucionario internacional. Oyó nuestros debates con los SR de izquierda y dijo: ?¿Hay algún sentido en cuanto a vosotros mismos con esto, hay algún sentido en todo esto en tan poco tiempo, en condiciones tan trágicas??

Esta fue la primera impresión que obtuvo aquí. ¿Y, tras él, uno tal vez podría preguntar si en realidad no sería más sencillo tirar todo esto a un lado y seguir adelante? Pero de eso se trata: que la revolución es una máquina grande y grave. Lo que hoy es una diferencia de opinión, una perplejidad, mañana se transformará en una guerra civil. Spiridonova escribió al camarada Lenin un día o dos antes del Congreso en un espíritu de solidaridad fraternal más cercanos: ella vino a verme a la Comisaría de Asuntos Militares, y hablamos juntos como compañeros cercanos, como hermanos de armas, a pesar de que sabía muy bien lo inestable que el Partido SR de Izquierda estaba en su política. Este partido se había ido más lejos y más lejos de nosotros, sobre todo después sus delegados a la izquierda el Consejo de Comisarios del Pueblo y se quedó allí después cada vez más bajo la influencia de los demócratas burgueses. Teníamos que decir en una reunión del Comité Ejecutivo Central: ?¡El camarada SR de izquierda, echo fuera esta influencia miserable y vergonzosa de la psicología burguesa! Tenemos que arrastrarles con un lazo en cada curva cerrada, ya que aún no han levantado sobre toda opinión pública burguesa, y sus gritos significan para ustedes nada menos que la ley moral. Deshacerse de ello, Lo he dicho más de una vez, y no sólo a los miembros individuales del partido SR de Izquierda. Sólo hay una forma de mantener control sobre la conciencia de los grupos intelectuales, y que es un firme control de la clase obrera organizada. Está es organizado en los soviets. En tanto que el SR de izquierda continuo, cojeando, la mayoría en los soviets, su verdadero rostro estaba oculto. Pero cuando se tomaron para sí el derecho a separarse y actuar como ellos eligieron, ellos de tal modo rompieron con el proletariado y cayeron bajo la influencia de la burguesía, que los lanzó en una revuelta armada contra el poder soviético.

Por el contrario, camaradas, no en este momento a la ligera ninguna cuestión de política que el poder soviético esta decidiendo o considerando, por medio de la lucha interna, conflicto abierto, se descubre la solución mejor y más segura para el proletariado. Y en particular los grupos disidentes, especialmente los integrados por intelectuales, deben examinar su equipaje antes de levantar su bandera para llamar abiertamente a la lucha. Hoy en día es la crítica, mañana - la guerra civil.

Nosotros no queremos eso. Queremos emitir un lema en todas partes. Explicar a los campesinos de la peligrosidad de una división, salvaguardar el poder soviético a través de una disciplina firme, y decir a nuestros amigos y co pensadores en todas las provincias. Al mismo tiempo decimos esto: cuando ustedes, nuestros camaradas, los miembros del Congreso de los Soviets de toda Rusia, y ustedes, nuestros rivales, vengan a esta tribuna, tengan cuidado en la elección de sus expresiones. ¿Por qué Lozovsky, en la explicación de la represión de los SR de izquierda como una respuesta a la muerte del conde Mirbach, por ejemplo: ?Insistimos en que se dijo a las demandas que se pusieron al poder soviético por Alemania en relación con el trabajo de los SR izquierda?? No sé con qué deshonesto objetivo a la vista pronunció la calumnia y la mentira nueva.

No hay una sola invención deshonesta que Lozovsky llego a un lugar u otro que no va a repetir en esta tribuna, ante los obreros y campesinos. Tenga cuidado a que provocación deshonesta se refiera. No se debe quedar, aunque sea inconscientemente, los transmisores de este tipo de calumnias deshonestas. Sin embargo, a partir de esta calumnia deshonesta, de esta lección grave que hemos recibido, podemos obtener algún beneficio para nosotros mismos. Un cierto forúnculo madurado en la periferia del poder soviético. Estalló relativamente sin dolor, ya que estalló en Moscú, el centro en el que la parte más consciente de la población se concentra y donde las mejores unidades militares destacadas son. (En el futuro, debemos prestar especial atención a la cuestión de si hay una organización dentro de ellos.) Y si, en algún lugar u otro, incitan a los ignorantes campesinos contra el poder soviético, cuando dicen que son los matones que roban al campesino laborioso, pagan dinero a los imperialistas alemanes, envían a todos nuestras fabricaciones, mientras que nuestros campesinos va desnudo sin protección - si ese tipo de agitación se lleva adelante, ellos saben que esto no es más que un presagio de la epidemia, muy poco después, de una nueva guerra civil. Por esta razón ustedes, los representantes de la clase dominante, tienen una gran responsabilidad, cuando, siguiendo instrucciones de la clase dominante, crean el poder soviético, nuestro órgano político responsable. Y cuando uno oye los ataques maliciosos, difamatorios, cuando una persona con prejuicios difunde rumores mentirosos, tómenlo por las armas y digan: ?El poder soviético surgió de la Revolución de Octubre, y sólo quiere lo mejor para nosotros. Si comete errores, debemos calmadamente ponerle derechos en el Congreso de los Soviets de Toda Rusia?.

El poder soviético, que ha creado, tiene que ser protegido, y estamos convencidos de que se vea que se hace, bajo la bandera que nos han confiado.

Preguntó: ?¿Ustedes se consideran socialistas, comunistas, y sin embargo están disparando y encarcelando a sus camaradas anarquistas comunistas? ¿Cómo se explica eso?? Esto, camaradas, es de hecho algo que merece una explicación. Nosotros, los comunistas marxistas estamos profundamente opuestos a la doctrina anarquista. Esta doctrina es errónea, pero no se puede detener y encarcelar a la gente, y menos aún se puede disparar, sólo por eso.

En primer lugar, diré en pocas palabras por qué la doctrina anarquista que está mal. Los anarquistas dicen que la clase obrera no necesita un gobierno: lo que necesita es organizar la producción. Gobierno, dicen, es un invento burgués, una máquina burguesa de la compulsión, y la clase trabajadora no tiene que tomar el poder gubernamental. Esto es un error de principio a fin. Para la organización de la economía en el pueblo de Neyelovka, y, en general, en pequeñas parcelas de tierra, el poder gubernamental es de hecho necesario. Sin embargo, para la organización de la economía de toda Rusia, de un gran país - y, saqueado como el nuestro, lo nuestro es todavía un país muy grande - un aparato estatal es necesario, el aparato que hasta ahora ha estado en manos del enemigo de clase, la clase que explotó y le robo al pueblo trabajador.

Decimos: con el fin de que la economía se puedan organizar de una manera nueva, la maquinaria del gobierno tiene que ser arrancado de las manos del enemigo y llevada a la nuestra. De lo contrario, nada se logrará. ¿Cuál es la fuente de la explotación y la opresión? La propiedad privada de los medios de producción. ¿Pero quien mantiene y defiende esta propiedad privada? El poder del Estado, siempre y cuando se mantenga en manos de la burguesía. ¿Quién puede abolir la propiedad privada? El poder del Estado, tan pronto como caiga en manos de la clase obrera.

La burguesía dice: no toque el poder del Estado, es el sagrado privilegio hereditario de las clases educadas. Pero los anarquistas dicen: no lo toques, es un invento infernal, un dispositivo diabólico, no tiene nada que ver con eso. La burguesía dice: no lo toques, porque es sagrado. Los anarquistas dicen: no lo toques, porque es pecado. Ambos dicen: no lo toques. Pero nosotros decimos: no sólo tócalo, tómalo en tus manos, y ponlo a trabajar en sus propios intereses, por la abolición de la propiedad privada y la emancipación de la clase obrera.

Pero, camaradas, por equivocada de las enseñanzas de los anarquistas, que en ningún caso se justificar la persecución de ellos. Muchos anarquistas son partidarios muy honestos de la clase obrera: simplemente no sabe cómo abrir la puerta para abrir el camino hacia el reino de la libertad - que cuelga sobre la puerta, pasando de un pie al otro, pero no tiene idea de cómo dar vuelta a la llave. Esta es su desgracia, pero no su culpa, no es un delito y no pueden ser castigados por ello. Sin embargo, camaradas, durante nuestra revolución, como todos saben, y los anarquistas ideológicos honestos lo saben mejor que nadie, muchos rufianes de tipo de cuervos carroñeros, ladrones y merodeadores nocturnos de todo tipo se han reunido bajo la bandera del anarquismo. Ayer este hombre estaba cumpliendo una condena de trabajos forzados por violar a una mujer, o en la cárcel por robo, o en el exilio por robo, pero hoy, dice: ?Yo soy un anarquista del -club- ?Cuervo Negro? - o del club 'Tormenta', o el 'Ataque', o la "Carga", o lo que sea: tienen muchos nombres diferentes.

He hablado de esto, camaradas, con los anarquistas ideológicos, y ellos mismos dicen: Una gran parte de estos cuervos negros, estos vándalos, todo tipo de delincuentes, se han unido a nosotros. Ustedes saben muy bien lo que ha ocurrido en Moscú. Los anarquistas han puesto las calles en todo tributo, o la incautación de los edificios, independientemente del Soviet de Diputados Obreros y Campesinos, con independencia de las organizaciones de trabajadores, y ha sucedido que las organizaciones soviéticas fueron en ocupación de un edificio, y los rufianes, llamados así por los mismos anarquistas, han irrumpido en el edificio, montando ametralladoras y se apoderaron de los vehículos blindados e incluso de la artillería. Cuando les arrestamos encontramos en ellos una gran cantidad de cosas que habían robado, montones de oro. Los anarquistas de Moscú no son más que ladrones y matones que desacreditar a los anarquistas ideológicos. El anarquismo es una ideología, a pesar una mala. Sin embargo, el vandalismo es vandalismo. Y nosotros dijimos a los anarquistas ideológicos: deben estrictamente distanciarse de estos matones, pues nada peor que puede suceder a una revolución que a podrirse de una u otra de sus extremidades. Todo el tejido de la revolución después viene deshilachado con un solo toque.

El mandato Soviético debe ser un tejido sano. Tomamos el poder no para robar, comportándonos como vándalos y ladrones, o emborrachándose, sino a fin de introducir disciplina en el trabajo en general y la vida honesta de trabajo.

Considero que el poder soviético actuara de forma muy correcta cuando diga que los señores Pseudos-anarquista: ?¡No penséis que su reino ha comenzado, no piensen que el pueblo ruso y el estado soviético son ahora carroña que los cuervos pueden liquidar en y a pedazos. Si ustedes quieren vivir junto con nosotros, de acuerdo con los principios del trabajo, entonces ustedes sométanse, junto con nosotros, a la disciplina común soviético de la clase obrera, pero si en nuestro camino fastidian, entonces, con su permiso, nosotros les mostraremos el puño de hierro del gobierno obrero, el poder soviético!?

Si la copia anarquistas, la cual son realmente delincuentes, trata de seguir actuando en la misma línea que antes, entonces el segundo enfrentamiento será tres veces, diez veces, más duro que el primero. Se dice que algunos anarquistas honestos estaban presentes entre los gamberros: si eso es cierto - y, obviamente, puede ser cierto sólo de unas relativamente pocas personas - es muy lamentable, y deben ser liberados de inmediato. Tenemos que expresarles nuestro gran pesar, pero al mismo tiempo, debemos decir: Los anarquistas camarada, con el fin que tales disgustos no puedan suceder en el futuro, ustedes deben construir una línea divisoria entre ustedes y los rufianes, deben trazar una línea firme, para que no se puedan mezclar, de manera que se pueda saber de una vez por todas que este hombre es un asesino, pero que uno es un hombre honesto, con una ideología. ●

LEON TROTSKY


[*] Quinto Congreso panruso de los soviets. Congreso tuvo lugar del 4 al 10 julio de 1918, en Moscú. El 66% de los delegados presentes eran comunistas y la mayoría del resto era SR de izquierda. Trotsky propuso que el Congreso apruebe la orden de introducir una dura disciplina en los destacamentos guerrilleros fronterizos. Los SR de izquierda, demostrando su hostilidad en el Congreso, llamaron a los destacamentos guerrilleros a luchar contra los alemanes, contradiciendo la política de paz soviética. El Quinto Congreso, entre sus principales resoluciones, ratificó el tratado de Brest- Litovsk y el plan de creación del Ejército Rojo y aprobó la Constitución soviética.

[**] Cometer los Azev de la revolución. Probablemente Trotsky hace referencia a Azev, E.F. (1869- 1918), jefe de la organización de combate terrorista del partido S.R y agente la Ojrana (policía secreta zarista), desenmascarado en 1908 tras haber hecho fracasar numerosos atentados y perpetrar otros para asegurar su credibilidad entre sus compañeros.

[***] Dzerjinski, Felix. (1877-1926). Militante de la socialdemocracia lituana. Fundador y primer jefe de la Cheka y más tarde de la GPU. Fue presidente del Consejo de la Economía Nacional en 1924.

[****] Cheka

[*****] Kun, Bela (1886-1939). Socialdemócrata húngaro. Su contacto con la Revolución Rusa lo hizo un ferviente bolchevique. Al acabar la guerra marchó a Hungría para participar de la revolución de 1918. La victoria de la Revolución de Octubre en Rusia tuvo un efecto electrizante en Hungría. La agitación antibélica de los bolcheviques durante las negociaciones de paz de Brest-Litovsk, encontró un gran eco entre las masas de trabajadores, campesinos y soldados cansados de la guerra. La reivindicación de ?paz sin anexiones, ni indemnizaciones? encontró eco en las fábricas, en los pueblos y en las trincheras. El fermento en las fábricas encontró su expresión en una huelga general contra la guerra, el 18 de enero de 1918 en Budapest. La caída del frente búlgaro provocó una nueva oleada de deserciones que se convertiría en una auténtica sangría para el ejército. El 28 de octubre en Budapest, hubo una gigantesca manifestación para exigir la independencia de Hungría. El 29 se proclamó la República. El 30 estalló en Budapest una insurrección de trabajadores, soldados, marineros y estudiantes. Al caer la noche del 31, los insurgentes habían ocupado toda la posición estratégica y liberada a to dos los prisioneros políticos. El 4 de noviembre Bela Kun fundó el Partido Comunista de Hungría. El 16 de noviembre se celebró una gigantesca manifestación en la que participaron cientos de miles de personas a las puertas del parlamento para exigir la república socialista. Para pacificar a las masas, el nuevo gobierno del conde Mihály Károlyi aprobó la reforma agraria; el objetivo era distribuir la tierra entre los campesinos y el gobierno compensaría económicamente a los antiguos propietarios. El propio Károlyi era un terrateniente y entregó sus tierras al campesinado. Las movilizaciones obreras se ampliaron y para tratar de detenerlas, el 22 de febrero de 1919 fue abaleada una manifestación comunista y Bela Kun fue detenido, brutalmente golpeado y acusado de alta traición. La economía había colapsado. El control obrero se estableció en varias fábricas. Al tiempo Károlyi se vio presionado militarmente por los Aliados que exigían a Hungría aceptar una nueva frontera y al recibir un ultimátum dimitió, transmitiendo el poder al partido socialdemócrata que, carente de autoridad ante las masas tuvo que compartirlo con los dirigentes del Partido Comunista. Se formó el Consejo de Comisarios del Pueblo del que formaban parte los comunistas Bela Kun, Samuelyi, Varga, etc. El 21 de marzo de 1919, se proc lamó la República Soviética húngara. En junio el ejército rumano invadió Hungría y el 1° de agosto de 1919 liquidó la República soviética e impuso un régimen de terror, que costó la vida a cinco mil trabajadores socialistas y comunistas. Bela Kun logró huir a la Unión Soviética, donde tras colaborar con la Internacional Comunista por veinte años, cayó en desgracia con Stalin y murió durante las purgas stalinistas el 30 de noviembre de 1939.

[******] El Cuarto Congreso de los soviets de diputados obreros, soldados y campesinos tuvo lugar en Moscú del 14 al 16 de marzo de 1918. Fue un Congreso extraordinario y sólo tenía dos puntos en el orden del día: la ratificación de la paz de Brest Litovsk y el traslado de la capital a Moscú. Sobre el primer punto informaron Chicherin y Lenin. Los socialrevolucionarios también informaron contra la paz. En la votación hubo 780 votos por la ratificación del tratado, 261 en contra y 115 abstenciones. En relación con el traslado de la capital el Congreso decidió transferirla provisionalmente a Moscú

[*******] Después del discurso del camarada Trotsky hacen uso de la palabra los oradores de las fracciones: Garin, en nombre de la federación de anarquistas-comunistas; Roslavets en nombre de la organización socialrevolucionaria de izquierda de Eletzk, adversaria de la política del Comité Central de su partido; Lozovski en nombre de los socialdemócratas internacionalistas; Lindov en nombre de los socialdemócratas internacionalistas de izquierda, y Svetlov en nombre de los Socialrevolucionarios maximalistas.

[********] El 3 y 5 de julio de 1917: El descontento de las masas con la política reaccionaria del gobierno provisional se hizo especialmente aguda después de la ofensiva sin éxito, organizado por Kerensky en junio de 1917. Los regimientos estacionados en San Petersburgo estaban preocupados porque la intención del Gobierno para enviarlos al frente, con el fin de limpiar la capital de las tropas que eran un peligro para el Gobierno. En el centro de la revuelta de julio fue el Regimiento de Ametralladoras, cuyos delegados llegaron a la Conferencia de la Ciudad de San Petersburgo de los bolcheviques y les pidió su apoyo. Teniendo en cuenta que el movimiento es prematuro, la Conferencia se negó. Durante la noche del 3 de julio el movimiento creció con fuerza, y comenzó una manifestación de masas. El 4 de julio, con el fin de evitar un enfrentamiento armado, el Comité Central emitió el lema de la organización de una manifestación pacífica. En este más de medio millón de trabajadores y soldados tomaron parte. El 5 de julio las tropas convocadas desde el frente por Kerensky comenzaron a llegar. El desarme de los obreros, soldados y marineros fue iniciada, y hubo numerosas detenciones. Las jornadas de julio mostró que el Partido Comunista fue seguida por grandes masas de obreros y soldados. Sobre las consecuencias de las jornadas de julio, véase la nota al respecto .

[*********] el 9 de enero 1905: véase la nota al respecto.