Leon Trotsky

Orden desde el Caos.

 


Escrito: 26 de enero de 1919.
Publicado por Primera Vez: Publicado por primera vez como suplemento a Pravda, del 26 de enero de 1919.-
Fuente de esta edicion: Trotsky´s Militar Writings and Speeches. Vol.2 (1919)
Traduccion: Matteo David, enero 2018.


 

Los soldados Alemanes marchan de manera apresurada a su propio país de los países en que la voluntad criminal del agresor alemán les había echado. En su camino a casa estos soldados son atacados por esos regimientos polacos que habían formado, desarmados y algunas veces masacrado. Los anglo-franco-americanos tomó a Alemania por pescuezo y, miran sus relojes, contando su pulso febril. Para ello no les hubiese impedido exigir al Gobierno Alemán con los restos de las fuerzas alemanas le encargaría una lucha contra la Rusia soviética, impedirles continuar más tiempo su emancipación a los territorios que fueron ocupados por el imperialismo alemán. Belgíca cuyo país crucificado por el imperialismo alemán, hoy se apropia de las provincias alemanas de la Renania. Rumania, eliminó la mendicidad al menos, de sus propios gobernantes ladrones, quienes el capital franco-german ha estado, girando y girando sobre su botín, apropiandose de Besarabia, Transilvania y Bukovina. Las tropas americanas al pasar el mar están torpemente sentadas al borde de nuestro norte hambriento y débil, preguntandose por qué han sido traídos allí. Las calles de Berlín, esa ciudad que no hace mucho tiempo tan orgullosa de su orden riguroso, está inundada con la ola de sangre de la guerra civil. Las tropas francesas han desembarcado en Odessa, sin embargo áreas extensas de la misma Francia son ocupadas por fuerzas americanas, británicos, australianas y canadienses, quienes tratan a los franceses igual a los nativos de las colonias. Polonia, restaurada tras casi un siglo y medio de inhibición, en una clase de ardiente impaciencia, se envuelve en una guerra con ucrania y con Prusia, de este modo provoca a la Rusia Soviética.

El Presidente norteamericano, Wilson, un hipócrita barato patente, un tartufo de apariencia piadosa, viaja alrededor del drenaje de sangre de Europa como el sumo representante de la moralidad, como el mesías del dólar norteamericano, castigando, absolviendo de pecado y decidiendo el destino de las naciones. Todos le pedimos en su bienvenida, le imploramos: el Rey de Italia, el traidor Menchevique que gobierna en Georgia; Scheidemann humilde y congraciado; Clemenceau, ese tigre roñoso de los partidos burgueses franceses; el todo seguro a prueba de fuego de la ciudad de Londres; y aun la comadrona de Suiza. Con su calzón subiéndose, Wilson camina a zancadas a través del charco de sangre europeo y, por gracia de la bolsa de valores de New York, la cual hace de este modo lugar para ocupar la última estaca en el lote de Europa, unió a los yugoslavos con los serbios, estimo el precio de la corona de Habsburgo, entre los dos apretaron a la Bélgica olfateada a expensa del pillaje alemán, y medita entre mandar o no orangutanes o mandriles a salvar la civilización cristiana de la barbarie bolchevique.

Europa se parece a un manicomio y a primera vista este se parece al enfermo no conociéndose desde hace media hora hasta la próxima a quién de ellos va a apuñalar y a quien va hacérseles amigos. Una lección, sin embargo, se destaca irrefutablemente fuera de la ola agitada de este caos; cargada de responsabilidad criminal por parte del mundo burgués. Todo lo que está sucediendo en Europa hoy estuvo preparado durante los siglos pasados por la estructura económica, las relaciones del estado, el sistema del militarismo, la moralidad y la filosofía de las clases dominantes, la religión de todos los sacerdotes. La monarquía, la nobleza, el clero, la burocracia, la burguesía, la inteligencia profesional, los maestros de ricos y soberanos del estado; estos fueron quienes prepararon los eventos incomprensibles hasta el punto que en la vieja Europa "Civilizada" y "Cristiana" parece a un asilo de lunáticos.

El "caos" de Europa es el caos solo en forma: lo que expresa esencialmente es la ley suprema de la historia, la cual está destruyendo el viejo orden para crear el nuevo en su lugar. La población de Europa está ahora fortificada, usando exactamente los mismos rifles, en el nombre de programas y tareas diferentes que refleja épocas de la historia diferentes. Fundamentalmente, les importa a estos tres: al imperialismos, al nacionalismo, y al comunismo.

La guerra comenzó como un conflicto entre los grandes buitres capitalistas por la conquista y partición del mundo: pero puede también constituir el imperialismo. Pero, de modo que pueda miles de millones de las masas combatir, contraponiendose, apoyados en un espíritu de odio y frenesí, "ideas", o "sentimientos", fueron necesarios que estuvieran cercanas a las masas, engañándolas y condenándolas para masacrarlas. La idea del nacionalismo sirvió como este agente hipnótico a la disposición de los bandidos imperialistas. El nexo mutuo entre personas que hablaban el mismo lenguaje y pertenecían a la misma nación es una gran fuerza. Este nexo no fue comprendido cuando el pueblo vivió una vida patriarcal en sus propios pueblos ni en distritos provinciales. Pero el desenvolvimiento ulterior de la producción burguesa, unió pueblo con pueblo cada vez más y más cerca, la provincias con el pueblo, hicieron a la mayoria de la gente que fueron arrastrados en este remolino ha podido apreciar a un lenguaje común, la gran mediación de la comunidad material y espiritual. El capitalismo se esfuerza por consolidarse sobre bases a escala nacional, y engendro miles de movimientos nacionales: en la Alemania fragmentada, en la Italia desmembrada, en la Polonia desgarrada, en la Austria húngara, en los Balcanes y en la Armenia golpeadas.

Gracias á estas revoluciones y guerras la burguesía Europea resolvió algunas tareas a escala nacional. Una Italia unificada fue creada, y una Alemania unificada; sin Austria alemana, en vez, de una docena de cabezas coronadas. Al pueblo de Rusia encorsetado en el zarismo. En Austria y en los Balcanes continuaba una lucha feroz entre las naciones que, si bien está condenada a vivir en la proximidad cercana, no eran capaces de establecer la coexistencia pacífica formalmente.

Mientras tanto, el capitalismo creció más rápidamente que la estructura nacional del trabajo. El estado nacional como mera palanca para el capitalismo; palanca que necesaria para saltar hacia delante. El capital se convirtió pronto en cosmopolita. Dispone de medios de comunicación de todo el mundo, de agentes y sirvientes que hablaban en todos los lenguajes, y estos buscaban saquear a los pueblos de todo el mundo sin consideración alguna de su lenguaje, el color de su piel, ni la religión de su sacerdote. Al mismo tiempo la media y pequeña burguesía, en los amplios círculos de proletarios, aún respira una atmosfera de ideología nacional, el desenvolvimiento del capitalismo en imperialismo, en el esfuerzo por dominar el mundo. La masacre mundial presento un cuadro amenazante del imperialismo unificado con el nacionalismo, desde el principio: la pandilla del capital financiero poderosa y la industria pesada lograron enganchar de su carroza todo el pensamiento, pasiones y sentimientos fomentado por nexos nacionales, la unidad del lenguaje, las memorias históricas comunes y, sobre todo, vida en común en el estado nacional. Prefieren ir a pie por el camino facil del pillaje, la conquista y el exterminio, los imperialistas de cada uno de los campos conteniente saben como inspirar a las masas con la idea de que sobre todo lo que estaba pasando era una lucha por la independencia y cultura nacional. Los banqueros al igual y en gran escala los fabricantes de mercancías explotan al pequeño despensero y al obrero, así el imperialismo, sin excepción, trae el sentimiento nacionalista y chauvinista bajo su control, pretendiendo asegurarse. La marcha de esta batería psicológica cruel de gran matanza fue potenciada por cuatro años y medio.

Pero el comunismo aparecía en escena, había surgido primero sobre una base a escala nacional, junto con el desencadenamiento del movimiento obrero, entre los primeros, aun inseguro se escuchaba el rodar de la maquina capitalista. En la doctrina del comunismo el proletariado se opone a la burguesía. Y mientras el último se convirtió pronto en imperialista y saqueador mundial, el proletariado avanzado en internacionalista. La burguesía imperialista abrigaba a una minoría insignificante de la nación, manteniendose como clase poseedora dominante del poder mientras pueda, gracias a las ideas y a los sentimientos del nacionalismo, mantiene la esclavitud de las amplias masas proletarias y las pequeñas burguesías. En el otro polo, el proletariado internacionalista fue una minoría. Esperaba arrancar su espíritu de esclavitud a la mayoría del pueblo del imperialismo. Pero antes de la última gran masacre de los pueblos e incluso a los líderes del proletariado sin sospechar cuan perjudica el poder burgués y el hábito del conservadurismo nacional seguiría siendo la conciencia de las masas. En Julio de 1914 quedó claro, que fue sin exagerar el mes más oscuro de la historia del mundo. No a causa de los reyes ni de los corredores de bolsa que desencadenaron la guerra, sino porque dominan profundamente a cientos de millones de personas, engaññandoles de forma psicológica en su iniciativa de estos bandoleros.

El internacionalismo, por décadas fue el estandarte oficial de una poderosa organización del proletariado, parecía que de golpe se desvanecio en el humo y el fuego de la matanza internacional. Más tarde reveló ser una llamarada débil, vacilante en medio del aislamiento, grupos esparcidos en varios países. El sacerdote y el adulador, el culto y el ignorante burgués describe a este grupo como de restos muertos de una secta utópica. Pero el nombre de Zimmerwald oyeron desde entonces con un eco alarmante a través de toda la prensa burguesa.

Los internacionalistas revolucionarios mantuvieron su rumbo. Como su primera tarea crearon una valoración clara de los motivos de lo que había sucedido. El desenvolvimiento de un largo periodo de "paz" burguesa, con su lucha sindical cotidiana, reformistas quisquillosos y las pequeñas batallas parlamentarios creó una organización de muchos millones, los dirigentes oportunistas, que puso fuertes grilletes a la energía del proletariado. Por el poder de los eventos históricos, la Social Democracia oficial, puso en marcha bajo el distintivo de la revolución social, transformase en la fuerza más contrarrevolucionaria en Europa y en todo el mundo. Se había tejido así en el estado nacional, su parlamentos, sus ministerios y comisiones, que negocian con sus enemigos amigablemente, los estafadores parlamentarios de la pequeña burguesía y los burgueses, que no veíamos en la catástrofe sangrienta del régimen capitalista, cuando comenzó, sino una amenaza a la "unidad" nacional. En vez de llamar a las masas proletarias de pasar a la ofensiva en contra del capitalismo, les llamo a defender al estado "nacional". La Social democracia de los Plejanov, Tsereteli, Scheidemann, Kautsky, Renauldel y Longuet movilizados para servir al imperialismo a todos los prejuicios nacionales, a todos los instintos esclavistas, a toda la espuma del chauvinismo, a todo lo oscuro y putrefacto acumulada en las almas de las masas obreras oprimidas durante sus siglos de esclavitud. Para el partido del comunismo revolucionario era claro que este gran chantaje histórico fue el fín en un golpe furioso por la pandilla dominante y sus parásitos serviles. Provocó en las masas el espíritu combatiente, preparada para el sacrificio, y, finalmente, sencillo pasar años en las trincheras sucias, olorosas, fue necesario implantarles magnas expectativas, las monstruosas ilusiones. La desilusión y la amargura de las masas podrían inevitablemente ser proporcionadas en escala para decepcionar a la que sufrieron. Los internacionalistas revolucionarios (aún no se llamaban comunistas en ese tiempo) preveía esto, y construyeron su táctica revolucionaria bajo esta perspectiva: "adaptaron su rumbo" hacia la revolución social.

Las dos minorías conscientes, los internacionalistas y los imperialistas, se declararon la guerra a muerte entre sí, y ahora su rivalidad emergió en las calles de las ciudades como una guerra civil directa maduro en la consciencia de millones y millones de obreros. Eran sin conflictos parlamentarios, que también en el mejor momento del parlamentarismo encontraron solo un extrańo efecto educativo limitado. Hoy, el pueblo entero, su más profunda ignorancia y estancamiento, fue tomado con las garras de acero del militarismo y arrastrado por la fuerza en el mismísimo tornado de los acontecimientos. El imperialismo fue confrontado por el comunismo, que dice: "Usted ahora está sinceramente demostrando a las masas que es capaz, y la próxima será nuestro turno. La gran pugna entre el imperialismo y el comunismo no será decidido por la reforma legislativa, por los elecciones legislativas, ni por los boletines de huelga de los sindicatos. Los hechos serán grabados a hierro, y cada paso de la lucha deja huellas de sangre. Este único hecho determina que el resultado de la lucha entre el imperialismo y el comunismo no se encontrará a lo largo del camino de la democracia formal. Decidir las cuestiones básicas del desarrollo social por la vía del sufragio universal consistiria necesariamente, en las condiciones actuales, cuando las cuestiones son puestas a quemarropa, hacer pender la lucha entre las clases enemigas mortales y apelando al arbitraje entre los dos, principalmente las masas pequeño burguesas, que no han sido envueltos en la lucha, ni hubieran participado conscientemente. Pero precisamente, estas masas, engañadas por la gran mentira del nacionalismo, cansadas por la guerra, distraídos, anhela solamente una salida, practicando la máxima variedad de modos contradictorios; estas masas no podrían aparecer como árbitros autoritarios en la perspectiva entre el imperialismo ni, aun menos, del comunismo, ni aun en sus dos perspectivas.

Aplazando el intercambio de ideas establecido hasta el vivo cuidado entre las masas vino y todos sacan sus conclusiones desde las lecciones de la guerra. ¿Cómo puede ser? Artificialmente las pausas son posibles en luchas entre atletas, en el cuadrilátero del circo, o en la tribuna parlamentaria, pero no en la guerra civil. Lo gran tensión alcanzada en todas las relaciones, todas las necesidades, todas las calamidades originadas por la guerra imperialista, cuanto menores la posibilidad objetiva que es dejada para librar una guerra sin los límites de la democracia formal, por medio del levantamiento simultaneo universal de manos. "En esta guerra usted, imperialismo, demostró que es capaz, pero mi turno ha llegado: tomaré el poder en mis manos y demostrare que sigo vacilando, sigo con vivo cuidado a las masas dirigiéndoles, lo que que quiero y soy capaz de darles". Esta fue la consigna de la insurrección de octubre del comunismo, en esto consistio la guerra cruel que declaro los Espartaquistas a las burguesias del mundo en las calles de Berlín.

La masacre imperialista que había terminado por la guerra civil. Las guerras capitalistas enseña desesperadamente a los trabajadores a manipular un rifle, los más resueltos comenzaron a usar el rifle para su propios propósitos. Sin embargo, la vieja matanza no ha sido liquidada: aquí y allí, los nuevos conflictos sangrientos siguen estallando por el camino de naciones y de los estados, dando impulso a la amenaza de una nueva conflagración. En el preciso momento en que el comunismo esta celebrando su primera victoria y ha sido completamente justo sin ser espantado por la derrota particular, la lengua amarilla de la flama imperialista sigue estallando desde bajo al suelo volcánico.

Todavía ayer estaba Polonia dispersa, desmembrada, despedazada y drenada de sangre, se encuentra en una intoxicación nacionalista tardías en extremo, probando tomar Prusia, Galicia, Lituania y Bielorrusia. Pero el proletariado polaco ya esta construyendo sus soviets. El nacionalismo serbio reconoce una satisfacción de un bandido por una antigua humillación y laceración en el territorio inhabitado por los búlgaros. Italia se apropia de las provincias serbias. Los Checoslovacos, apenas escaparon de bajo el talón alemán Habsburgo, y embriagados con la pseudo independencia que les estaba asegurado de parte mayores estafadores del imperialismo, estupran los pueblos de la Bohemia alemana y atacan a los rusos en Serbia. Los comunistas checos están sonando la alarma. Un hecho tras otro. El mapa de Europa se modifica constantemente, pero el cambio más profundo de las mentes de las masas. El rifle que ayer sirvió al imperialismo a escala nacional hoy, tomado por las mismas manos, sirve a la causa de la revolución social. La bolsa de valores americana, mantenia la llama prendida de Europa, de manera qué ésta pueda con sus banqueros e industriales calentar sus manos con esta llamarada, hoy enviaron a Europa a su principal agente comercial, su agente supremo, el pícaro charlatán amoroso Wilson, mira más de cerca y ve si las cosas van mas lejos. El billonario americano estuvo sonriente no por mucho con su afeitada barbilla, frotando sus manos: "Europa se torno un manicomio, la Europa está agotada, arruinada, se transforme en un cementerio de la vieja cultura. Hoy pagaremos una visita a su ruina, acapararemos sus mejores monumentos, daremos sugerencias generosas al mejor hijo majestuoso de todas las dinastías europeas, se extinguira la competición europea, la vida industrial finalizara movilizandose en contra nuestra, y el beneficio del mundo entero comenzara a fluir en nuestros propios bolsillos americanos."

La risa malignamente empieza a permanecer en la garganta de las bolsas de valores yanquis. Entre el caos europeo un nuevo orden encuentra camino levantando cabeza, el orden comunista. Los conflictos sangrientos y de clases a escala nacional y a escala imperialista; el pueblo que era muy de vanguardia desde el punto de vista revolucionario tardan mucho sino perder de más en más el nivel cuya primer victoria esta ya trás esta. Fuera de la cárcel de los pueblos que era la Rusia zarista, con la liberación de Riga, Vilna y Jarkov, una federación de Repúblicas Soviéticas esta levantándose en nuestro tiempo, frente a nuestros propios ojos. No pueden avanzar, no hay otro camino, para los pueblos de Austria Hungría y la península Balcánica. Un Soviet Alemán unificará esta familia, que de en un mes a otro, podrá también incluir entre sus miembros un Soviet de Italia y un Soviet de Francia. La metamorfosis de Europa en una federación de Repúblicas Soviéticas será una sola solución concebible a las exigencias por el desarrollo a escala nacional de los pueblos, grandes o pequeños sin perjudicar la necesidad centralista de la unificación economía: primero de Europa y después del mundo entero.

Los demócratas burgueses, en sus días, pensaban en un Estado unidos de Europa. Los sueños encontraron un eco hipócrita y tardío en los discursos de los social patriotas franceses en las primeras etapas de la última guerra. La burguesía incapaz de unificar Europa, a causa de tendencias unificadoras del desarrollo económico opuesto a la intención divisiva del imperialismo nacional. Para unir a los pueblos es necesario emancipar la economía de los grilletes de la propiedad privada. Solamente la dictadura del proletariado puede asegurar los requerimientos del desarrollo a escala nacional sin sus límites naturales y legítimos, además de coordinar las naciones en una unidad de cooperación en el trabajo: y esta será una federación de repúblicas Soviéticas de Europa sobre las bases de la libre autodeterminación de todos los pueblos. No hay otra solución. Esta unión se dirigira contra Gran Bretaña, si ese país se retrasara detrás al continente en su desarrollo revolucionario. Junto con un Soviet Británico, la federación Europea podrá dirigir sus golpes en contra a la dictadura del imperialismo de Norteamérica, Hasta entonces cuando la república trasatlántica deja de ser la República del dólar, hasta el triunfo gruñido de la Bolsa de valores de Nueva York en su estertor agónico.

El caos sangriento sigue reinando Europa. Lo viejo se mezcla con lo nuevo. Un hecho tras otro, y la sangre fluye hasta agotarse en circunstancias de esta matanza. Pero fuera de este caos encuentra el camino el orden comunista m%aacute;s resuelto, desde la cual el poder de la burguesía no será rescatado por su tratado de Versalles ni por sus ordas de mercenarios, ni por sus lacayos conciliadores ni por el social patriotismo, ni por su protector transatlánticos de todos los asesinos imperialistas.

Ya no es el fantasma del comunismo que vaga por Europa, como lo hizo hace 72 años, cuando el Manifiesto Comunista fue escrito: son las ideas y las esperanzas de la burguesía las que se tornan en un espectro, mientras el Comunismo marcha dispersándose en Europa en carne y sangre.

El 13 de enero de 1919. Balashov.

Suplemento de "Pravda", el 26 de enero de 1919.