Leon Trotsky

EL PRIMER GOLPE


Escrito: 23 de octubre de 1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Matteo David, Noviembre 2019.


***

Hasta el 21 de octubre Yudenich avanzaba, encontrando sólo una débil resistencia. El 21 de octubre el Séptimo Ejército se consolidó en la línea de Pulkovo y repelió al enemigo. El avance de Yudenich fue detenido. El 22 de octubre el Ejército Rojo pasó a la ofensiva. La resistencia de los Guardias Blancos resultó ser muy obstinada. Durante los días 21 y 22 de octubre, cuando la ofensiva de Yudenich estaba estancada, logró levantar reservas y así fortalecer sus filas. La lucha se intensificó.

En la noche del 23 de octubre habíamos conquistado completamente Dyetskoye Syelo y Pavlovsk. Esto fue un gran éxito. No sólo habíamos detenido la ofensiva del enemigo, sino que también le habíamos dado un golpe muy fuerte.

Nuestras unidades han sido regeneradas. El aparato de comunicación y administración funciona sin interrupciones ni bloqueos. Gracias a los esfuerzos de los mejores trabajadores de Petrogrado, el suministro se ha organizado adecuadamente. Unidades que habían sido tomadas por sorpresa por la ofensiva de Yudenich y amargadas por una serie de derrotas, están ahora rivalizando entre sí en auto-sacrificio y heroísmo.

La primera grieta ha aparecido en las filas del enemigo. En el período anterior apenas se tomaban prisioneros, y los soldados que venían hacia nosotros podían ser contados en cifras individuales. El número de desertores del enemigo y de prisioneros tomados por nosotros ha aumentado repentinamente. Están llegando en docenas, y pronto empezarán a llegar en sus cientos y miles.

Nuestro éxito es grande. Pero aún estamos lejos de haber terminado nuestra tarea. Tenemos que aplastar a Yudenich, borrarlo de la faz de la tierra, y así garantizar la seguridad de Petrogrado de una vez por todas. Hasta ahora hemos dado a las bandas blancas sólo el primer golpe.

El peligro que pesa sobre Petrogrado ha sido rechazado, pero no ha desaparecido. El enemigo está a sólo dos días de marcha de Petrogrado. Por lo tanto, los trabajos de fortificación de la ciudad deben realizarse a toda máquina. No menos energía debe dedicarse al trabajo de mantener al ejército de campaña al día y proporcionarle caballos y todos los suministros que necesite.

Sería imperdonable que nuestro primer éxito fuera causa de una complacencia irreflexiva. Al contrario, debe ser la señal de un nuevo esfuerzo. El enemigo ha sido debilitado pero no aplastado. Lo hemos sacado de una posición importante. Ahora debe ser perseguido incansablemente. Todas las fuerzas y recursos para una ofensiva deben ser puestos en juego: A las bandas de Yudenich no se les debe permitir ningún descanso, ningún tiempo. Hay que mejorar el aparato del ejército, fortalecer las comunicaciones y reforzar la disciplina. Debemos atacar, perseguir y golpear, hasta el final, hasta que se obtenga la victoria completa. Entonces el primer golpe pronto será seguido por el último.●

El 23 de octubre de 1919. Petrogrado. "En el camino", No.100