Leon Trotsky

Orden Por el Presidente del Consejo Militar Revolucionario de la República y del Comisario del Pueblo de Asuntos Militares y Navales a la Armada Roja, el 24 de octubre de 1919, No.160, Petrogrado

Escrito: 24 de octubre de 1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Matteo David, Noviembre 2019.


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La flota del Báltico, que fue restaurada gracias a los esfuerzos conjuntos de nuestros mejores trabajadores navales, ha sufrido un duro golpe. Tres destructores se han perdido, habiendo chocado con minas durante una audaz campaña nocturna. A pesar de la tristeza que nos atravesó el corazón cuando escuchamos por primera vez la noticia de este golpe, cada uno de nosotros puede llorar, con legítimo orgullo: ¡el espíritu de la Marina Roja vive!

La campaña en la que se contrató a los destructores presentaba un riesgo excepcional. Todos los marineros que partieron en los destructores sabían claramente lo grande que era el peligro. Y, sin embargo, se fueron alegremente y con confianza a la batalla como si se tratara de un festival: ¡El espíritu de la flota báltica vive!

El peligro es nuestro inevitable compañero de viaje en la dureza de la guerra. Mientras haya guerra, mientras haya peligro, mientras haya peligro, y mientras haya hombres que salgan valientemente a enfrentarla.

Los hombres salen valientemente a su encuentro.

Ya han aparecido nuevos buques para sustituir a los que hemos perdido. Jóvenes y valientes luchadores están tomando el lugar de los héroes caídos. La Marina Roja está viva, su espíritu vive!

Pero el recuerdo de los caídos vivirá para siempre en nuestros corazones. Desde el comandante de la división hasta el más joven de los marineros, nos dieron un ejemplo de valor y solidaridad en la lucha y en la propia muerte. Incluso la radio de las Guardias Blancas estaba obligada a reconocer el valor de la tripulación y la lealtad de los comandantes a la bandera soviética.

Que el recuerdo de este golpe sufrido por el destino de la guerra pueda unir más estrechamente a la familia de los marineros rojos del Mar Báltico. Que sus olas limpien los últimos rastros de disensión. Que la bandera de la flota báltica se convierta en la bandera de la unidad fraterna y del servicio a la emancipación e independencia del pueblo trabajador de Rusia. ¡Gloria a los caídos! Viva la flota del Báltico, y que su espíritu se fortalezca con sus pruebas.●