Leon Trotsky

El movimiento makhnovista

 


Escrito: 2 de junio de 1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Matteo David, mayo 2019.


 

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Esta es la Gran Rusia Soviética y está la Ucrania soviética.

Y además de ellos hay otro estado poco conocido, Gulay-Pole. Esto esta gobernado por el cuartel general de un tal Makhno. Para empezar, tenía un destacamento guerrillero, luego una brigada, luego, aparentemente, una división, y ahora todo esto ha sido pintado casi como un "Ejercito" insurgente especial. ¿Contra quién se rebelan los hombres de Makhno? Hay que dar una respuesta clara a esta pregunta, una respuesta de palabra y de obra.

Makhno y sus colaboradores más cercanos se consideran anarquistas, y sobre esta base echan por tierra el poder Estatal. Entonces, ¿son enemigos del poder soviético? Obviamente, ya que el poder soviético es el poder estatal de los obreros y campesinos trabajadores.

Pero los Majnovistas no pueden decir abiertamente que están en contra del poder soviético. Disimulan y prevarican: dicen que reconocen el poder soviético local, pero rechazan el poder central. Pero todos los Soviets locales en Ucrania reconocen el poder central, que ellos mismos han elegido. En consecuencia, los Majnovistas rechazan no sólo la autoridad central Ucraniana, sino también la autoridad de todos los soviets locales de Ucrania. ¿Qué es lo que reconocen? Reconocen la autoridad de los soviets de Gulay-Pole Majnovista, es decir, la autoridad de un círculo de anarquistas en el lugar donde éste temporalmente ha logrado consolidarse. Esta es en realidad toda la clave de la sabiduría política del movimiento de Majno.

Sin embargo, el 'ejército' Makhnovista necesita cartuchos, rifles, ametralladoras, artillería, camiones, locomotoras ferroviarias y dinero. Todas estas cosas están concentradas en las manos del poder soviético, siendo producidas y distribuidas bajo su dirección. Por lo tanto los Majnovistas tienen que recurrir a ese mismo poder que no reconocen, para pedir dinero y cartuchos. Pero, como los Majnovistas temen con razón que el poder soviético les prive de todo aquello sin lo cual no pueden vivir, han decidido asegurar su independencia apoderándose de las grandes riquezas del país, para luego entablar relaciones de "tratado" con el resto de Ucrania.

En el Uyezd de Mariupol hay mucho carbón y cereal. Pero como los Majnovistas están sentados en el ramal ferroviario de Mariupol, se niegan a permitir que el carbón y cereales se vayan, excepto a cambio de otros suministros. Asi ha ocurrido, mientras rechazaba el "poder estatal" creado por los obreros y campesinos de todo el país, la dirección Majnovista ha organizado su propio pequeño poder semi-pirata, que se atreve a cerrar el paso al poder soviético de Ucrania y de toda Rusia. En lugar de que la economía del país esté bien organizada según un plan y una concepción general, y en lugar de una distribución cooperativa socialista y una uniforme de todos los productos necesarios, los Majnovistas intentan establecer el dominio de ordas: quien ha tomado algo es su legitimo dueño y puede cambiarlo por lo que no tiene. No se trata trueque, sino del robo de mercancía.

Los Makhnovistas gritan: "¡Abajo los partidos, abajo los comunistas, Viva los soviets apartidaríos!" Pero esto es en realidad una mentira miserable. Majno y sus compañeros de armas no son personas apartidarías. Todos ellos son de persuasión anarquista, y envían circulares y cartas convocando a los anarquistas a Gulay-Pole para organizar su propio poder anarquista allí. Si izan la bandera de "apartidistas", es sólo para hechar polvo a los ojos de los campesinos más ignorantes y atrasados, que no entienden nada de los partidos. En realidad, la bandera "no partidaria" sirve como la mejor cobertura posible para los elementos del kulaks. Los kulaks no se atreven a admitir abiertamente que pertenecen al partido de las centurias negras, pues temen ser castigados por ello. Por lo tanto, están más dispuestos a hacer una demostración de ser de los sin partido. En la actualidad, los Eseristas, la peor parte de los mencheviques, los Cadetes, y todos los contrarrevolucionarios, en general, que consideran demasiado peligroso aparecer en público en su aspecto natural, se esconden detrás del "apartidismo'.

Los comunistas no esconden sus rostros ni enrollan sus banderas.

Se presentan abiertamente al pueblo trabajador como un partido. Los obreros y campesinos han llegado a conocer a los comunistas en acción, por experiencia y en dura lucha. Es precisamente por esta razón que el partido de los comunistas bolcheviques ha adquirido una influencia decisiva en las masas, y por lo tanto también en los Soviets.

Los contrarrevolucionarios de todas las matices odian al Partido Comunista. Los Majnovistas comparten este mismo sentimiento hacia los comunistas. De ahí la profunda simpatía de todos pogromistas y centuriasNegristas por la bandera de los Majnovistas de los "sin partido". Los kulaks de Gulay- Pole y los especuladores de Mariupol hacen eco con entusiasmo de las palabras de los Makhnovistas: No reconocemos el poder Estatal que exige carbón y cereales. Lo que hemos tomado lo conservaremos.

En este sentido, como en todos los demás, los Makhnovistas no son diferentes de los Grigoriyevistas; Grigoriyev también se rebelo contra la autoridad central en nombre de los Soviets local sin partido, es decir, contra la voluntad organizada de toda la clase obrera, en nombre de grupos y ordas de kulaks individuales. No fue casualidad que Grigoriyev, cuando izo la bandera del motín salvaje y pogromista y se dispuso a exterminar a los comunistas, llamo al 'Baiko' Majno que concluyera una alianza pogromista con él. Es cierto que Makhno se negó. Pero no por razones de principio. En el Congreso Anarquista en Gulay-Pole Majno llamó abiertamente a la rebelión contra el poder soviético. Si no se rebeló junto con Grigoriyev, fue sólo porque tenía miedo, y evidentemente se dio cuenta de la completa desesperanza de una revuelta abierta.

El "ejercito" de Makhno es Guerrillerismo en su peor momento, aunque hay en él bastantes buenos luchadores de base. No se encuentra ningún indicio de orden ni disciplina en este 'ejército'. No existe una organización de suministro. Los alimentos, los uniformes y las municiones son confiscadas donde quiera que estén a mano, y se gastan de la misma manera negligente. Este "ejército" también lucha cuando se siente así. No obedece órdenes. Los grupos individuales avanzan cuando pueden, es decir, cuando no encuentran resistencia seria, pero al primer empujón firme del enemigo se dispersan en todas direcciones, entregando estaciones, pueblos y equipo militar a un rival pequeño en número. La culpa de todo esto recae plenamente en los comandantes anarquistas disipados y confundidos.

En este 'ejército', los comandantes son elegidos. Los Majnovistas gritan con fuerza: "¡Abajo con los comandantes designados! Esto lo hacen sólo para engañar al elemento ignorante entre sus propios soldados. Se puede hablar de personas "designadas" sólo bajo el orden burgués, cuando los oficiales zaristas o los ministros burgueses nombran a su discreción comandantes que mantienen a las masas de soldados sujetas a las clases burguesas. Hoy por hoy no hay autoridad en Rusia sino la que es elegida por toda la clase obrera y el campesinado obrero. De ello se deduce que los comandantes designados por el Gobierno central soviética se instalan en sus posiciones por la voluntad de millones de trabajadores. Pero los comandantes Majnovistas reflejan los intereses de un diminuto grupo anarquista que dependen de los kulaks y los ignorantes.

El carácter anti-popular del movimiento de Majno se revela más claramente en el hecho de que el ejército de Gulyay-Pole se llama en realidad "Ejercito de Majno". Allí, los hombres armados no están unidos en torno a un programa, ni en torno a una bandera ideológica, sino en torno a un hombre. Fue exactamente igual con Grigoriyev. En los regimientos y divisiones de la Ucrania Soviética y en Rusia soviética están en manos de la clase obrera en su conjunto. En el estado de Gulyay-Pole, los destacamentos armados son armas en manos del ciudadano Majno. Hemos visto dónde conduce esto. El 'ejército' privado del Atamán Grigoriyev primero fue con los Petlyuristas, luego se unió al poder soviético, luego, dirigido por Grigoriyev, se rebelaron en nombre del mismo Grigoriyev. Las masas armadas, ignorantes y engañadas por el lema de los "sin partido", se convierten en un instrumento ciego en manos de aventureros.

Tal es el estado Gulyay-Pole y el 'ejército' de Gulyay Pole. Rasca a un Majnovista y descubrirá un Grigoriyevista. Pero las mayoria de las veces, no es necesario ni siquiera rascarlo: un kulak frenético o un especulador ladra a los comunistas francamente se delata a sí mismo.

El Poder Soviético es la dictadura del proletariado, que ha transformado el poder Estatal en un instrumento de reconstrucción socialista. Al mismo tiempo, el poder soviético tiene que proteger a país socialista desde los ataques rabiosos de la burguesía. ¿Es pensable en tal situación permitir en el territorio de la república soviética la existencia de ordas armadas que se forman alrededor de atamanes y Batkos, ordas que no reconocen la voluntad de la clase obrera, que se apoderan todo lo que quieren y lucha con quien quieren? No, es hora de terminar con este libertinaje anarco-kulak, de acabar con él con firmeza, de una vez por todas, para que nadie quiera volver a caer en esa conducta. ●

El 2 de junio de 1919, Kupyansk Karkov

'En el camino', No.5