Leon Trotsky

Orden Por el Presidente del Consejo Militar Revolucionario de la República y del Comisario del Pueblo de Asuntos Militares y Navales, el 4 de septiembre de 1919, No.146, Tula

Escrito: el 4 de septiembre de 1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Matteo David, julio 2019.


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A la batalla contra las pandillas de bandidos de Mamontov

Bandas de bandidos montados bajo el mando del General Mamontov, un antiguo terrateniente, se han abierto paso hasta Tambov y desde allí hasta Kozlov y Yelets.

Estos bandidos a caballo han destruido ferrocarriles y líneas de telégrafos, están saqueando, violando, quemando, matando a trabajadores y campesinos.

La tarea de Mamontov es aterrorizar a la población trabajadora y ayudar a Denikin a estrangular a los obreros y campesinos y restaurar el poder de los nobles y los capitalistas.

En vista de lo anterior, que se sepa que:

1. Toda asistencia a los bandoleros de Mamontov, directa o indirecta, constituye traición al pueblo y será castigada con fusilamiento.

2.Los comités ejecutivos de las aldeas y volost de las localidades amenazadas deben organizar sus propias unidades de reconocimiento, montadas y a pie, y advertir de los peligros a las estaciones de ferrocarril vecinas y a las autoridades del ejército. El presidente de cada comité ejecutivo será personalmente responsable de la aplicación de esta medida.

3. Cuando se aproxima el peligro, los comités ejecutivos de las aldeas y volost deben retirar los caballos y el ganado, así como los alimentos, a fin de no dejar ningún suministro para los bandidos de Mamontov. Si no se cumple esta orden, los miembros de los comités ejecutivos en cuestión serán castigados por el tribunal de acuerdo con la ley marcial.

4. Los trabajadores ferroviarios, los hombres del Ejército Rojo que defienden las vías férreas y los empleados de los servicios de correos y telégrafos de la zona amenazada deben mostrar la mayor vigilancia y tomar a tiempo todas las medidas necesarias contra el peligro de un ataque de la caballería. Toda persona que sea declarada culpable de negligencia o descuido será castigada por el tribunal como cómplice del enemigo, de conformidad con la ley marcial.

5.Hay una serie de agentes de Mamontov entre los elementos burgueses de la población local, incluyendo los empleados soviéticos. La vigilancia debe redoblarse. Todo ciudadano honesto debe reportar cualquier información que reciba, o cualquier sospecha, a la Cheka más cercana, a la Sección Especial o al comisario de la unidad militar más cercana. Cualquiera que conozca a los agentes de Mamontov pero guarde silencio será castigado como un traidor, de acuerdo con las severas leyes de la guerra.

6.Las células comunistas en los pueblos y volosts, en los ferrocarriles, en el servicio de telégrafos y en las instituciones del ejército en la retaguardia tienen el deber de mantener una vigilancia cuidadosa de todos los elementos sospechosos y poco fiables. Deben, en unión con los Chekas y las Secciones Especiales, aplastar a todos los agentes de Maniontov y Denikin.

7.Cualquier ciudadano de la zona en peligro de extinción en cuyas manos se encuentre esta orden debe convocar a una reunión de su comité ejecutivo del pueblo para discutir medidas prácticas de lucha contra los bandoleros de Mamontov. Entre estas medidas se encuentran la organización de la inteligencia, el establecimiento de una estrecha relación con las unidades militares vecinas, las autoridades ferroviarias y los guardias ferroviarios, el sabotaje de las rutas que deben seguir los transportes o la artillería del enemigo, la organización de emboscadas, el exterminio de las patrullas enemigas y de los bandidos aislados. A partir de ahora, dichas reuniones deben celebrarse diariamente, y todas sus decisiones deben constar en acta. La Cheka provincial y la Sección Especial en la zona amenazada deben revisar estas actas y llamar inmediatamente a los presidentes de los comités ejecutivos que no hayan tomado las medidas necesarias.

8. Cuando pasan los bandidos de Mamontov, las serpientes contrarrevolucionarias locales levantan la cabeza. Realizan servicios a los asaltantes, señalando a los comunistas locales y a las familias de los hombres del Ejército Rojo, y trayendo así a decenas y centenares de personas a la horca. Emito esta advertencia: La caballería de Mamontov pasará, pero el poder soviético permanecerá. Los obreros y campesinos, tanto hombres como mujeres, que han sido asesinados, serán vengados. Las serpientes contrarrevolucionarias serán aplastadas.

Sus propiedades serán confiscadas y entregadas a los campesinos pobres. Cada pobre campesino asesinado será respondido por los kulaks, traidores y contrarrevolucionarios.

Esta orden se publicará en estaciones de ferrocarril, cuarteles, puntos de tránsito y avituallamiento, oficinas de correos y telégrafos, vagones de ferrocarril tanto civiles como militares, y en los locales de los comités ejecutivos de las aldeas y volost. Los comisarios y presidentes de las instituciones soviéticas son personalmente responsables de leer esta orden en las asambleas de los pueblos, en las reuniones de los empleados de los ferrocarriles y de los servicios de correos y telégrafos, en las unidades del ejército local, etc.

Toda la prensa local soviética de la zona en peligro de extinción debe publicar esta orden de manera prominente y ayudar en todo lo posible a darla a conocer y ponerla en práctica. ●