Leon Trotsky

Orden Por el Presidente del Consejo Militar Revolucionario de la República y del Comisario del Pueblo de Asuntos Militares y Navales, el 4 de septiembre de 1919, N º 147, Orel.

Escrito: 4 de septiembre de 1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Matteo David, julio 2019.


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La caballería de Mamontov ha estado llevando a cabo su foranjería hasta ahora casi con impunidad porque hemos organizado tan mal nuestra inteligencia y nuestras comunicaciones. Las autoridades locales a menudo se han basado en rumores oscuros en lugar de en hechos precisos. La incertidumbre es la madre del pánico. Sin embargo, nuestros comités revolucionarios uyezd y volost han permanecido en un estado de incertidumbre. Incluso ahora los órganos locales a menudo transmiten rumores y fabricaciones maliciosas en lugar de proporcionar informes de inteligencia. Todo esto debe terminar.

1. Los comandantes de Mamontov circulan por varios canales los rumores que se ajustan a su estilo - sobre la dirección que va a tomar su caballería, o sobre las innumerables fuerzas denikinitas que se supone que están siguiendo sus pasos. La tarea de los comités revolucionarios y de las autoridades locales soviéticas en general, y especialmente de las instituciones militares, es organizar una inteligencia precisa, controlando constantemente y con rigor cada rumor e informe. Es especialmente importante comprobar nuestras propias patrullas de reconocimiento, a caballo y a pie, porque, como atestiguan los hechos, a menudo evitan el contacto con el enemigo y confían en sus informes en los rumores de habladurías de gallos y toros.

Emito esta advertencia: la distribución de declaraciones no verificadas como si hubieran sido confirmadas será castigada de la misma manera que el alarmismo malicioso. Los susurradores, los charlatanes y los chismosos deben ser procesados sin piedad!

2. Algunas unidades asignadas a la defensa local han mostrado una total falta de firmeza y han abandonado sus posiciones cuando se encontraron con el enemigo. Esto ha resultado en que las bandas de Mamontov invadan aldeas y pueblos, y matan a hombres y mujeres trabajadores desarmados e indefensos.

Emito esta advertencia: la cobardía, el egoísmo, la deserción en el frente interno serán castigados de la misma manera que en el frente externo: con pena capital.

3. Los grupos de trabajo y los destacamentos asignados a la tarea de prevenir el acceso a determinados puntos (cruces ferroviarios, puentes, ciudades...) deben ser objeto de un control estricto. En la medida de lo posible, se deben elegir comandantes experimentados para ellos. Estos grupos de trabajo deben incluir un grupo, aunque sea pequeño, de comunistas firmes. Se debe aplicar un castigo severo a los egoístas.

4. Cuando una fuerza es bastante grande (varios cientos de hombres o más), se le debe asignar una pequeña unidad de policía de combate compuesta por combatientes firmes, capaces tanto de luchar como de tratar con desertores y egoístas.

5. En la lucha contra la caballería de Mamontov hay que tener muy presente que es mejor tener 50 luchadores decididos y abnegados que 500 vacilantes e inseguros. Los cosacos de Mamontov son egoístas y cobardes. No quieren pelear. Muestran audacia sólo en relación con hombres, mujeres y niños desarmados. Cuando se encuentran con un desplante se refugian en la huida. Por lo tanto, cada destacamento debe tener apegados a él a unos pocos temerarios desinteresadamente resueltos.

6. Como los cosacos de Mamontov son meros matones y bandidos, deben ser exterminados por todos los medios disponibles. Nadie tiene derecho a evitar la participación en el acorralamiento de los bandidos y matones de Mamontov, ya sea en grupo o de forma individual. Un comité revolucionario que permite a los bandidos pasar de largo es un traidor a sus vecinos. Tal traición es castigada severamente en tiempos de guerra. En nombre de la Revolución llamo a todos y cada uno a mostrar no sólo firmeza y resistencia sino también heroísmo desinteresado! ●