Leon Trotsky

LAS CAUSAS DE LA DERROTA EN EL FRENTE SUR

 


Escrito: 8 de junio de 1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Matteo David, mayo 2019.


 

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En el frente Australlas derrotas que sufrimos son muy importantes: desde el punto de vista militar, las pérdidas momentáneas de Riga y Vilna está lejos de la importancia como la pérdida de Tsaritsyn, Novokhopersk, Karkov y Yekaterinoslav. Después de la revolución alemana, en Occidente avanzamos, casi sin combatir. Nuestras fuerzas allí eran escasas. La organización del frente occidental hasta hace poco era rudimentaria y no había razón para sorprenderse si el primer golpe serio por el enemigo nos causa un retroceso. En el frente Occidente aún tenemos mucho trabajo por realizar.

Fue diferente en el frente Austral. Allí había realizado un importante esfuerzo, y nuestros éxitos del pasado invierno en el Frente Austral fueron muy importantes. ¿Por qué en un período de ofensiva victoriosa tuvo éxito uno de graves derrotas?

Hoy hay muchas habladurías acerca de este problema y muchos artículos se han escrito. Debe señalarse que una proporción considerable de estos artículos busca las causas de nuestras últimas derrotas no donde se debe buscar.

Nuestras derrotas se deben a la causa más natural, más fundamental y a la causa más elemental de la mayoría de las derrotas en la guerra: en cierto momento resultamos ser más debiles en buena medida que nuestro adversario. ¿Cómo sucedió esto?

Los ejércitos del frente Austral lucharon contra las tropas de Krasnov. Al principio, retrocedimos cuando el artesanado guerrillero prevaleció en el frente Austral. Cuando la resistencia guerrillera, tanto abierta como encubierta, era superada y con un mando unificado y centralizado establecido, una vez que obtuvimos mayor superioridad e iniciamos la avanzada rápidamente hacia Rostov y Novocherkasak, encerrando al nido contrarrevolucionario en un anillo de hierro. Si el asunto se había limitado a los cosacos de Krasnov, los ejércitos del frente Austral desde tiempo lo hubieran acabado.

Pero detrás de Krasnov, al Sur, estaban las Guardias Blancas de Denikin. ¿Los conocemos? Por supuesto, los conocemos. Pero detrás de las fuerzas de Denikin a su vez estaban los ejércitos soviéticos del norte de Caucasia. Los dos ejércitos se componen de 150.000 o incluso de 200.000 soldados. En todo caso, aprovisionarse para ese número. Sin embargo, no fueron fuerzas adecuadamente organizadas, sino destacamentos guerrilleros, detrás del cual somete a numerosos refugiados parásitos y meros ladrones. No había rastro de ninguna organización adecuada de aprovisionamiento, administración ni mando. Los autoproclamados comandantes no estaban dispuestos a aceptar órdenes de nadie, y se enfrentaban entre sí. Como siempre sucede con las guerrillas, exageraron sus fuerzas en un grado espantoso, tratando con desdén todas las advertencias que recibieron del centro, y luego, después del primer golpe serio de los Denikinistas, comenzaron a ponerse nerviosos y desmoronarse. Cuando esto ocurrío, una gran cantidad de equipo militar cayó en manos del enemigo, y ub grueso número de bajas en el curso de la retirada. En ninguna parte, fue el Guerrillerismo tan costoso a los obreros y campesinos como en el norte de Caucasía.

La derrota rápida de los ejércitos guerrilleros del Norte del Cáucaso soviético a su vez liberará de las manos de Denikin. Dejando sólo pequeñas guarniciones en Novorossiisk, Yekaterinodar, Stávropol, Pyatigorsk y Vladikavkaz, Denikin lanzó sus principales fuerzas, hacia el norte siguiendo el frente del Don y Donets, bien abastecida gracias a la ayuda británica. Nuestros ejércitos del Sur, que marchó cientos de verstas y sufrió fuertes bajas en la lucha con los cosacos de Krasnov, se toparon contra las fuerzas de Denikin, que fueron renovadas y muy numerosas.

Por lo tanto, la causa fundamental de nuestras derrotas en el Sur no son los defectos en la organización de nuestros ejércitos del frente Austral, sino el papel, traicionero en pleno sentido de la palabra, que era jugado por el anticuado Guerrillerismo.

Mientras que los atamanes del Caucaso norte, no están dispuestos a aceptar cualquier orden ni disciplina, permitían que Denikin movilice sus fuerzas sin ningún obstáculo hasta el Don y el Donets, las guerrillas ucranianas estaban llegando a la ayuda de Denikin en el flanco extremo derecho del frente Austral. No obstante, la difícil situación de nuestros regimientos rojos debilitados y cansados después de sus enfrentamientos con los soldados de Denikin, nunca hubiera retrocedido hasta donde sí lo hicieron los Majnovistas no habían abierto las puertas de par en par a través del cual la caballería de las Guardias Blancas pudira agredir a nuestros ejércitos en la retaguardia.

Durante el rápido retroceso había numerosos casos de pánico, desobediencia a las órdenes y desintegración real de unidades. Pero esta pestilencia, también, tuvo su origen en su totalidad en la región de Majno, y se extendió en oleadas, como el tifus o el cólera, primero en el flanco derecho del ejército vecino, luego se trasladó al centro, y así hasta el flanco izquierdo y más allá. Un regimiento resultó ser el peor afectado por la peste, cuanto más cerca estaba, organizacionalmente, siendo un destacamento guerrillero.

Teniendo de su impotencia e inutilidad asegurada que nuestro oponente poseé superioridad numérica, el Guerrillerismo corono todo para una vez más apuñalar a nuestro ejército en la espalda cuando el conflicto decisivo ocurrió. De esto podemos ver el miserable discurso discurriendo de las causas de nuestras derrotas mintiendo en los métodos de organización del Ejército Rojo. La verdad es precisamente lo contrario: Si el frente Austral debilitado no se ha derrumbado, por el contrario ha conservado sus cuadros, esto es precisamente porque había sido bien organizado. Sólo gracias a esto es que el frente Austral es ahora capaz de absorber en sus decenas de estructuras y cientos de miles de combatientes recien reclutados, quienes darán un golpe mortal a las Guardias Blancas.

La organización, como un individuo, se convierte en la mejor conocida para lo que realmente es cuando un momento difícil llega. Tal es el caso ahora en el frente Austral. Precisamente en la desgracia, en la derrota y en el retroceso, demostró plenamente que los más fuertes de todos los regimientos es aquel en que nuestro sistema militar soviético ha sido el mejor y más completamente introducido.

Especialmente miserables son los intentos que se están haciendo para volver a encender una vez más la cuestión de los especialistas militares y exigir que sea "revisado". Naturalmente, bajo la influencia de derrotas, el número de casos de traición incrementó. Pero no solo el traidor ni el renegado, como tampoco todos ellos juntos, hicieron ni podrían hacer mucho daño a la Rusia soviética como lo hizo el Guerrillerismo en el norte de Caucasia y por el Majnovismo y Grigoriyevismo en Ucrania. Por todos los traidores que tenemos ahora cientos de ex oficiales quienes han unido su destino con el Ejército Rojo y están trabajando honradamente y con éxito.

Nuestra contratación de especialistas militares ha sido completamente justificada.

La división del trabajo entre los comandantes y comisarios, junto con la estrecha colaboración entre ambos, ha resistido la prueba de la experiencia y no necesita cambios.

Esto no significa, por supuesto, que todo está bien. No, tenemos muchos defectos - en materia de suministro, en materia de personal de mando, y en el asunto de los comisarios y células comunistas. Pero esto no hace al sistema en cuestión. El aparato de suministro necesita ser mejorado, los comandantes inservibles hay que eliminarlos, los traidores deben ser fusilados. Los Comisarios débiles tienen que ser reemplazados. Las Células comunistas tienen que ser controladas en cuanto a su práctica y purgados de elementos indignos. Este trabajo nunca debe ser negligente, al igual que el trabajo de instrucción militar y formación política de nuestras unidades del Ejército Rojo.

Hoy en día, cuando el frente Austral está recibiendo un número considerable de nuevos trabajadores políticos y comandantes, es seguro de que los ejércitos del frente Austral se regenerará dentro de unas semanas, y se mostrarán a las Guardias Blancos insolentes canallas que el sistema militar soviético, ha demostrado su triunfo en la lucha contra Kolchak, es perfectamente capaz de deshacerse de Denikin también.●

El 8 de junio de 1919

Kozlov