TESIS SOBRE LA TRANSICIÓN HACIA UN
SISTEMA DE MILICIA

28 de febrero de 1920

1. El fin próximo de la guerra civil y los cambios sobrevenidos en la situación internacional en favor de la Rusia soviética ponen en la orden del día el asunto de las modificaciones radicales en el campo militar en función de las urgentes necesidades del país en materia económica y cultural.

2. Por otra parte importa determinar lo que la República Socialista debe considerar peligroso para ella mientras la burguesía permanezca en el poder en los principales estados del mundo. La evolución futura de los acontecimientos puede en cierto momento arrastrar a los imperialistas a nuevas y sangrientas aventuras contra la Rusia soviética al sentir que les falta tierra bajo sus pies. De ahí la necesidad de mantener la defensa militar de la revolución en su nivel adecuado.

3. El actual período de transición puede prolongarse, de manera que debe responderle una organización correspondiente de las fuerzas armadas a fin de que los trabajadores adquieran la indispensable preparación militar con el menor alejamiento posible de su trabajo productivo. El único sistema posible es una Milicia Roja formada sobre una base territorial por los obreros y los campesinos.

4. La esencia misma del sistema soviético de milicia debe ser el general acercamiento del ejército al proceso de producción, a fin de que las fuerzas vivas de determinados distritos económicos sean paralelamente las fuerzas vivas de las unidades militares correspondientes.

5. La distribución territorial de las unidades de milicia (regimientos, brigadas y divisiones) debe coincidir con la distribución territorial de las empresas, a fin de que los centros industriales, incluyendo su cinturón agrícola periférico, se conviertan en los fundamentos de las unidades de milicia.

6. En lo que atañe a la organización, la milicia obrera y campesina debe apoyarse en cuadros rigurosamente instruidos en los dominios militar, técnico y político. Estos cuadros dispondrán de un registro permanente de los obreros y campesinos, aptos para el combate que hayan seguido los cursos de instrucción y que sean susceptibles en cualquier momento de ser retirados de su medio normal.

7. La transición hacia un sistema de milicia debe llevarse a cabo, sin falta, de manera gradual, en función de la situación militar, diplomática e internacional de la República Soviética y teniendo en cuenta una condición expresa: la capacidad de defensa de la Rusia soviética debe permanecer en todo instante, en su nivel adecuado.

8. Con motivo del licenciamiento gradual del Ejército Rojo, sus mejores cuadros deben ser distribuidos de la manera más racional, es decir, en todo el país y en función de las condiciones sociales y productivas locales, a fin de asegurar desde un primer momento la dirección de las futuras unidades de milicia.

9. El personal de los cuadros de milicia debería ser luego paulatinamente renovado con miras a una interdependencia más rigurosa entre el comando y la vida económica de la región respectiva; esta medida tendría que permitirles a los mejores elementos del proletariado local integrarse al efectivo de comando de la división territorial, que agruparía, por ejemplo, empresas mineras y sus aledaños campesinos.

10. Con miras a la renovación de los cuadros, los cursos de comandancia deben distribuirse territorialmente en función de las condiciones industriales locales y de las necesidades de la milicia; los mejores representantes locales de los obreros y los campesinos deben seguir estos cursos.

11. La instrucción militar de la milicia deberá asegurar a ésta una alta capacidad de combate y se compondrá de: a) una preparación anterior a la conscripción; en este terreno el sector militar unirá sus esfuerzos a los del sector de la educación popular, de los sindicatos, de las organizaciones del partido, de la unión de la juventud, de las instituciones deportivas, etc.; b) una instrucción militar de los ciudadanos en edad de ser llamados bajo bandera; el tiempo destinado a esta preparación será cada vez más breve, y el cuartel tenderá en todos los casos a convertirse en un tipo de escuela político-militar; c) breves formaciones de repaso, a fin de verificar la capacidad de combate de las unidades de milicia.

12. Prevista para la defensa militar del país, la organización de los cuadros de milicia debe asimismo adaptarse a la conscripción del trabajo; es decir, debe ser capaz de formar unidades productoras y asegurarles los necesarios instructores.

13. Sin dejar de evolucionar hacia ese lejano objetivo que es el pueblo comunista en armas, la milicia debe actualmente salvaguardar en su organización todas las características de la dictadura de la clase obrera.


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