Escrito: Por Miguelina Acosta, con el seudónimo de "Emedosa",
17 de diciembre de 1917.
Fuente: La Critica, Año I, No. 16 (23 de diciembre de 1917), pág.
6. Consultado en facsímil albergada en la Biblioteca
Digital de la Biblioteca Nacional del Perú:
https://bibliotecadigital.bnp.gob.pe/items/52851139-4110-4e26-b969-70f0bf7033a6
Transcripción: Juan Fajardo, para marxists.org,
31 de agosto de 2025.
Iré a ver a Ud. a su casa, me dijo el Tunante, al saludarle yo, como de costumbre lo hago por que es miope y porque me da placer el hacerlo. Mucha estimación guardo por el Tunante, el viejo, le llamaría yo porque en su periódico “La Integridad” aprendí a leer hace muchos años. Pocos habrán en Lima que no conozcan al Tunante; lo que es en provincias aseguro que muchos como yo habrán aprendido a leer en su periódico, criollo y como criollo sin mucha gramática. —Con razón dirán algunos guasones los que aprenden a leer en “La Integridad” no saben gramática; no importa diré yo, dígase las cosas claras y que la gramática quede para los artistas de las letras....
Me extravié…..Iré a ver a Ud. a su casa para conversar me dijo y vino. Mi espíritu eléctrico gusta de lo exótico y de lo genuino, de lo anticuado y de lo moderno siempre que en unos y otros haya bondad o verdad o belleza. Belleza no hay en el Tu¬nante, que ha de haber, pero sí bondad y verdad, por eso lo aprecio en alto grado Su estilo joco-serio me entusiasma y por eso busco su conversación. EI Tunante, es una paradoja: un tunante que sacrifica su vida en perseguir elevados fines, un tu¬nante que se preocupa por los quo lloran y por los que sufren en silencio, sería un ser curioso, si no fuera un humorista. Ya tiene sus energías casi agotadas y sin embargo empeñado en la lucha que viene sosteniendo solo, completamente solo, pues no son los escritores de hoy los que van a prestarle su concurso. Todavía sigue tras de su ideal.
—No debe “La Critica” seguir el camino que siguen los otros periódicos, me dice; debe dejar la política para los hombres que se han nutrido de ella y viven de ella. “La Crítica” debe tender a la reforma del espíritu de la mujer, para que la buena mujer, haga buenos hijos, buenos esposos, buenos ciudadanos
—Si señor, le digo; a eso aspira “La Crítica'’, pero hay que ir poco a poco, porque si se ataca de lleno se expone a dar el golpe en vacío y
—Nada de eso, insiste, atacar los vicios, las malas costumbres y toda esa bulla de cosas que hay y que atañen directamente a la mujer, debe ser tarea de “La Crítica” para que su labor sea más simpática, y eficaz la obra de las que en ella laboran…..
Acepto lo indicado que trascribo a la redacción y por mi parte procurare en mi próxima correspondencia golpear en bulto como diría El Tunante, mi buen amigo que me hace gozar con su charla larga y tendida, y sembrada de esas expresiones que solo él las usa ahora y que son sin embargo las que deberíamos usar todos porque no andamos lejos de esos tiempos aunque los años trascurren.
Emedosa.