OBRAS COMPLETAS DE JOSE CARLOS MARIATEGUI

SIGNOS Y OBRAS

 

  

"MONDE"1

 

Con su gran hebdomadario Monde,2 Henri Barbusse reanuda, en cierto modo, el experimento de Clarté, primera época. El comité director de Monde está compuesto por Einstein, Gorki, Upton Sinclair, Manuel Ugarte, Unamuno, León Bazalgette, M. Morhardt y León Werth. No es, pues, un comité de partido. Pero tampoco es un comité heterogéneo. Todos los grandes escritores que lo constituyen, tienen ante los problemas de hoy un gesto más o menos semejante, dentro de sus diferencias de temperamento y disciplina. Todos son hombres de izquierda, en la acepción general de esta clasificación quizás un poco abs­tracta.

Monde no habría sido posible sin la serie de ensayos que significó la existencia de Clarté, desde su aparición como órgano de una Internacional del Pensamiento, hasta su transformación en una revista doctrinaria de extrema izquierda: La lutte de classes.3 El experimento Clarté, como el de la frustrada Internacional de la Inteligencia, han probado la imposibilidad de obtener de la cooperación de un sector muy amplio, y por tanto fuertemente matizado, de intelectuales de izquierda, una acción doctrinal bien concertada. Unamuno no podría suscribir, en muchos puntos, el pensamiento de Barbusse, militante del comunismo, del mismo modo que a Morhardt, no sería sensato exigirle una adhesión rigurosa a las ideas de Upton Sinclair en El libro de la Revolución. Pero Morhardt, que ha aportado al proceso de las responsabilidades de la gran guerra un testimonio documentado y vigoroso, tiene por este lado un estrecho contacto con sus colegas del comité director, parecidamente al sabio Einstein que si, consagrado a otras disciplinas intelectuales, no milita en los rangos del marxismo, colabora en cambio abiertamente con los revolucionarios en la lucha contra el imperialismo. La línea doctrinal es función de partido. Los intelectuales, en cuanto intelectuales, no pueden asociarse para establecerla. Su misión, a este respecto, debe contentarse con la aportación de elementos de crítica, de investigación y debate.

Mas, si se ha demostrado imposible, sobre estas bases demasiado extensas, una revista de doctrina, no está en el mismo caso una revista de información. Y este es el carácter de Monde, que se presenta como hebdomadario de información literaria, artística, científica, económica y social. Periódico de combate, periódico con filiación, porque lucha contra todas las fuerzas y tendencias reaccionarias; pero no de partido, porque representa la cooperación de muchos escritores y artistas, solidarios sólo en la oposición a las corrientes regresivas y, con menor intensidad y eficacia, en la adhesión a los esfuerzos por crear un orden nuevo.

El periódico de partido tiene una limitación inevitable: la de un público y un elenco propios. Para los lectores extraños a su política, no tiene generalmente sino un interés polémico. Este hecho favorece a una prensa industrial que mientras se titula prensa de información y, por ende, neutral, en realidad es la más eficaz e insidiosa propagandista de las ideas y hechos conservadores y la más irresponsable mistificadora de las ideas y hechos revolucionarios.

Hace absoluta falta, por esto, dar vida a periódicos de información, dirigidos a un público muy vasto, que asuman la defensa de la civilidad y del nuevo orden, que denuncien implacablemente la reacción y sus métodos y que agrupen, en una labor metódica, al mayor número de escritores y artistas avanzados. Estos periódicos son susceptibles de adaptación progresiva al tipo industrial, si el criterio administrativo se impone al criterio docente, y de desviación reformista, si los absorbe gradualmente la corriente democrática con sus resquemores y prejuicios anti-revolucionarios. Pero, de toda suerte, constituyen una empresa que es necesario acometer, sin preocuparse excesivamente de sus riesgos.

La presencia de Henri Barbusse, revolucionario honrado de gran corazón e inteligencia, en la dirección de Monde es una garantía de que esta revista, no obstante la liberalidad que se permite en la elección de sus colaboradores, sabrá mantenerse en su línea inicial. Barbusse encuentra, por sus antecedentes, por su talento, por su obra, un largo crédito de confianza en todos los sectores revolucionarios. La extrema izquierda de sus compañeros de Clarté —bajo cuya dirección y responsabilidad se cumplió la segunda etapa de este experimento— le reprocha su insuficiente marxismo. Pero esta es una cuestión juzgada ya, con incontestable competencia, por la crítica rusa. La formación intelectual de Barbusse aumenta el valor de su adhesión a la causa revolucionaria, acrecienta el alcance de su ruptura con el viejo orden social.

La encuesta que Monde ha abierto sobre la literatura proletaria, suscitando un extenso debate internacional, debe la amplitud, que desde el primer momento ha alcanzado, al carácter no sectario, no partidarista de este periódico. En esta encuesta participa una gama intelectual que va de André Bretón y la revolución surrealiste a Paul Souday, crítico del Temps.4 Monde no admite que la literatura proletaria sea una palabra vana. Tiene sus puntos de vista propios. Pero esto no le impide desear y provocar un debate exhaustivo, consultando las más variadas opiniones. Sólo así es dable a un periódico interesar a grandes sectores de público.

Hispano-América tiene una representación autorizada y prestigiosa en el comité de Monde. Así el nombre de Manuel Ugarte, como el del gran don Miguel de Unamuno, que da tan edificante y magnífico ejemplo de fidelidad a los deberes de la Inteligencia, no encuentra sino simpatía y respeto en los pueblos de idioma español. Monde está destinado a conseguir un eco fecundo en la conciencia del continente hispánico.  

 

 


NOTAS:

 

1 Publicado en Variedades: Lima. 24 de Noviembre de 1926.

2 El Mundo.

3 La lucha de clases.

4 Los Tiempos.