Basanta

 

El punto muerto del presente y nuestras tareas

 

 


Redactado: Por Basanta, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Nepal (Maoísta), en julio de 2008.
Esta edición: Marxists Internet Archive, octubre 2013.
Fuente del texto: Bandera Roja.


 

 

 

La Revolución de Nueva democracia en Nepal ha alcanzado poco a poco nuevas cotas. El heroico pueblo de Nepal, bajo el liderazgo del PCN (M), ha acabado con una institución feudal de 240 años, la monarquía, en el primer encuentro de la Asamblea Constituyente el 28 de mayo de 2008. Esto ha sentado las bases de la República Democrática Federal de Nepal. A nadie se le escapa el hecho de que este cambio político ha sido posible gracias al liderazgo dinámico de nuestro partido y a la fuerza de su ideología científica, el Marxismo-Leninismo-Maoísmo y Camino Prachanda. Si no fuese por los 10 años de la Guerra Popular en los que se ha politizado a las masas en contra del feudalismo y el imperialismo en todo el país, el levantamiento masivo de abril 2006 no se hubiera producido. Del mismo modo, el establecimiento de la República Democrática Federal de Nepal estaría muy lejos si no fuese por el levantamiento de abril 2006. Lo que ha elevado el nivel de desarrollo de la revolución proletaria en Nepal ha sido la adecuada fusión de dos modelos –aplicados en las revoluciones proletarias del siglo XX-, la insurrección y la guerra popular prolongada.

Nepal es un país semifeudal y semicolonial. Feudalismo e imperialismo, sobre todo el expansionismo hindú, han supuesto barreras para una transformación radical de las relaciones sociales, económicas y culturales y la consolidación de la integridad nacional y la soberanía popular. Después del establecimiento de la República Democrática Federal, la institución monárquica ha sido demolida. Sin duda, el feudalismo se ha debilitado en el sentido político pero la lucha contra el feudalismo aún no ha terminado. La república democrática que tenemos ahora es un sistema político conectado con el orden mundial imperialista. La república burguesa no puede ser el sistema político de las clases, regiones y naciones oprimidas de Nepal.

La consigna de un “Nuevo Nepal”, tan utilizada durante la elección de la Asamblea Constituyente, se puede lograr únicamente destruyendo totalmente el feudalismo y el imperialismo en nuestra tierra. Para que exista un nuevo Nepal es necesario la unión de la dictadura conjunta de las fuerzas patrióticas y democráticas bajo el liderazgo del partido del proletariado. Esto sería una Nueva Democracia.

En Nepal se ha conseguido una República Democrática Federal, una democracia burguesa en la que el PCN (M) juega un papel determinante. A pesar de esto, la vanguardia del proletariado de Nepal no ha alcanzado aún la meta estratégica de la Nueva Democracia, la dictadura conjunta de las fuerzas patrióticas y democráticas bajo el liderazgo del partido del proletariado. La República Democrática Federal es un paso anterior a la Nueva Democracia, según decía el Presidente Mao, pero no una estrategia del proletariado ni un paso separado de la Nueva Democracia.

La actual fase de la revolución, la de la ofensiva estratégica, es un momento crucial. Las fuerzas revolucionarias están luchando para crear una situación favorable para la toma del poder. Las fuerzas contrarrevolucionarias intentan retener el poder y que no se hagan con él los oprimidos. Existe un tira y afloja fuerte y nuestro partido está a la ofensiva aunque no tenga aún la victoria.

En este momento en el que el Partido aún no ha dado un paso táctico claro, hay alguna confusión en la izquierda revolucionaria tanto nacional como internacional, incluso dentro del Partido. Hay distintas tendencias –derecha, centro, izquierda- que generalmente existen en el movimiento comunista, y hasta cierto punto es natural la confusión reinante.

Para que exista semejante confusión debe haber alguna base objetiva. Sabemos que la Segunda Conferencia Nacional del Partido en 2001 había planteado las mesas redondas, el gobierno provisional y la elección de la Asamblea Constituyente como táctica política. La reunión del Comité Central de Chungwang en Agosto de 2004 lo concretó en forma de República Democrática. Ahora, con la elección de la Asamblea Constituyente y la declaración de la República Democrática Federal, la táctica de la reunión de Chungwang ya no es válida. El Partido tiene que definir una táctica apropiada para organizar la ofensiva final y tomar el poder. Si está situación de confusión continúa, puede conducir a que la actual República Democrática sea un paso estratégico anterior a la Nueva Revolución Democrática.

Sin embargo, después de la elección de la Asamblea Constituyente y el establecimiento de la República Democrática Federal, las relaciones sociales y de clase, bajo la misma estructura socioeconómica semi-feudal, semi-colonial, han cambiado bastante en la sociedad de Nepal. La monarquía, la institución feudal más primaria, ha dejado de existir. Aunque existen aspectos feudales en lo económico y lo cultural, los comerciantes burgueses al servicio del expansionismo hindú empiezan a estar en primera línea. El aspecto nacional de la Nueva Revolución Democrática se convierte en dominante frente al democrático.

La lucha política que se está agudizando entre los partidos políticos constituye, en esencia, una lucha de clases en torno a qué clase va a liderar el futuro de Nepal, la burguesía o las fuerzas patrióticas y democráticas bajo el mando del proletariado. El expansionismo hindú quiere mantener sus intereses en Nepal y su influencia sobre los partidos burgueses. La alianza entre el Congreso Nepalí (CN) y los partidos Madhesi que está aflorando en la Asamblea Constituyente, ha roto el acuerdo previo establecido entre nuestro Partido y los siete partidos parlamentarios. Se está produciendo ahora una polarización reaccionaria. Sin duda, el expansionismo hindú está detrás de esto y conspira contra las fuerzas democráticas y patrióticas del pueblo nepalí. La soberanía nacional y la integridad territorial están en serio peligro.

En semejante encrucijada, cuando las fuerzas reaccionarias están formando abiertamente una coalición, es el momento de llamar a las fuerzas democráticas y patrióticas a luchar en contra de esta capitulación nacional y a crear un frente unido para la toma del poder. Solo el poder de las fuerzas anti-feudales y anti-imperialistas bajo el liderazgo del proletariado podrán construir un Nuevo Nepal Democrático y defender así la integridad territorial y la soberanía nacional de la nación. No existe otro modo de salir de este punto muerto en que nos encontramos.

Julio de 2008