Capital Monopolista

Vania Bambirra

Outubro/Dezembro de 1969


Fonte: Arquivo Vania Bambirra - https://www.ufrgs.br/vaniabambirra/ - resenha de Monopoly capital. Paul Baran, Paul Sweezy. New York, Monthly Review Press, 1966; edição brasileira: Rio de Janeiro, Zahar Editores, 1966). Fonte: Revista Estudios Internacionales, Santiago de Chile, Vol. 3, n. 11, octubre-diciembre 1969, p. 422-432.

HTML: Fernando Araújo.


La nueva visión de la Sociedad Americana

La gestación de la obra duró diez años; sin embargo, dicen los autores que “trátase, como afirma el subtítulo, de un ensayo y no de un tratado, sin pretensión alguna de abarcar todo”.

Se puede decir que la obra está dividida en dos partes: la primera, que se extiende hasta el capítulo 8, es un análisis del orden económico y está dividida en los siguientes capítulos:

  1. Introducción;
  2. La sociedad anónima gigante;
  3. La tendencia al crecimiento del excedente;
  4. La absorción del excedente: consumo e inversión capitalista;
  5. La absorción del excedente: la campaña de ventas;
  6. La absorción del excedente: la administración civil;
  7. La absorción del excedente: militarismo e imperialismo;
  8. Sobre la historia del capitalismo monopolista.

La segunda parte es un análisis del orden social y abarca los últimos capítulos, que son: 9° Capitalismo monopolista y relaciones raciales; 10° Sobre la calidad de la Sociedad Capitalista monopolista; 11° El sistema irracional.

El ORDEN ECONÓMICO

La obra plantea un cambio cualitativo en el punto de partida del análisis clásico y marxista de la sociedad capitalista, especialmente para la comprensión de su forma más desarrollada, la sociedad americana.

Para “comprender el capitalismo en su fase monopolista no podemos abstraernos del monopolio o introducirlo como un simple factor modificador; debemos colocarlo en el centro mismo de nuestro esfuerzo analítico”.

El marxismo y los clásicos partían del supuesto de una economía que funcionaba en régimen de competenencia. Marx llegó a percibir las tendencias que llevaban hacia un proceso de monopolización, pero debido a lo precario del material empírico disponible en su época y, sobre todo, porque creía que el capitalismo sería destruido antes de cumplir todas suas etapas, no avanzó su análisis hasta dicho proceso.

El fenómeno fue advertido por Engels, Hilferding y Lenin, pero ninguno de ellos trató de incorporarlo al cuerpo mismo, a los fundamentos de la teoría económica marxista.

La ciencia social marxista, después de Lenin, entró en una fase de estagnación, perdiendo mucho de su vitalidad.

Mantener el método de análisis marxista pero cambiar cualitativamente el supuesto de su funcionamiento, o sea, sacarlo de la estagnación y restituirle su vitalidad explicativa, es el objetivo que nosotros creemos han perseguido Baran y Sweezy. En este sentido, la obra tiene la pretensión implícita de ser más que una nueva visión de la sociedad americana; es también una nueva visión de un marxismo creador.

La metodología de la obra

La realidad debe ser analizada científicamente a través de la elaboración de “modelos”. Verdad es que la realidad no se agota en los “modelos”, pero a través de éstos es posible captar sus elementos esenciales y realizar con respecto a ellos, una investigación intensiva.

Partiendo de ese supuesto, los autores intentan construir un “modelo” del capitalismo monopolista.

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Su unidad económica típica “no es la firma pequeña que fabrica una fracción despreciable de una producción homogénea para un mercado desconocido, sino la empresa en gran escala, a la cual cabe una parcela importante de la producción de una industria, capaz de controlar sus precios, el volumen de su producción y los tipos y volúmenes de sus inversiones”.

Ese “modelo” tiene que partir, pues, del análisis de esta nueva unidad que es la moderna sociedad anónima gigante. Tiene que partir del monopolio.

Esas empresas gigantes, bases del capitalismo monopolista, tienen la capacidad de generar un excedente económico creciente.(1) ¿Cómo generan las empresas gigantes ese excedente y en qué pueden absorber ese excedente? La respuesta a esa pregunta proporciona la clave para la comprensión de la sociedad americana.

Para Baran y Sweezy, en el capitalismo monopolista la tendencia al crecimiento del excedente no es contrarrestada suficientemente por el aumento del consumo y de las inversiones. La resultante lógica es un excedente que no puede ser absorbido y por tanto, no puede ser producido. El sistema tiende, pues, hacia la estagnación y se dirige hacia la depresión.

Así, la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia de Marx, que era válida para un sistema basado fundamentalmente en la competencia, ya no lo es para un régimen basado en el monopolio. En éste, la tendencia básica es el de la ley del excedente creciente.

Una vez elaborado abstractamente su “modelo”, tratarán de someterlo a la confirmación histórica, pues un “modelo” sólo puede ser bueno cuando sirve para explicar la historia y cuando es aprobado en el test de la confirmación histórica. Ese test se hará en el capítulo 8, “Sobre la historia del capitalismo monopolista”.

Se supone que si la ley del excedente creciente hubiese sido plenamente confirmada en la sociedad americana, posiblemente el sistema capitalista habría dejado de existir. Ocurre que “aun una buena teoría del análisis de una sociedad, probablemente no encuentre confirmación directa y cabal en los hechos históricos”. Las fuerzas y tendencias pueden ser compenzadas o neutralizadas por la acción de fuerzas y tendencias opuestas y contradictorias. Es, por lo tanto, indispensable identificar cuáles son las fuerzas opuestas, las contradicciones, en el curso real de los acontecimientos, pues si la tendencia es verdadera, ella tenderá a aparecer siempre cuando la acción de esas fuerzas opuestas fueren débiles o desaparezcan. En este momento, la tendencia deja de ser dominada y pasa a ser dominante generando un “punto crítico” que la confirma, hasta que surjan otras fuerzas opuestas contrarrestantes que la dominen, transfiriendo el problema hacia el futuro.

Lo que los autores hacen en el capítulo 8, es determinar históricamente las fuerzas contrarrestantes a la realización de la tendencia en la sociedad americana, que fueron los “inventos que marcaron época” (la máquina de vapor, los ferrocarriles y el automóvil)(2) y las guerras y sus repercusiones en la economía.

Cada vez que la acción de estas fuerzas contrarrestantes deje de actuar, se podrá tratar de determinar empiricamente (a pesar de las limitaciones de los datos estadísticos) el “punto crítico” en el cual la tendencia hacia la estagnación se manifiesta en la sociedad americana.

La metodología del Capital Monopolista es, pues, una excelente demostración del análisis dialéctico. Se parte de un “modelo” abstracto y se construye una teoría general. Inmediatamente después, ese modelo es sometido a una comprobación histórica a través de un proceso de concreción que va hasta la verificación empírica.

Resumen de las tesis básicas

1. La moderna Sociedad Anónima tiene características específicas:

  1. Control en las manos de la administración.
  2. La administración está compuesta de un grupo que se autoperpetúa.
  3. La empresa, dado el volumen de sus negocios y su independencia administrativa, logra la independencia financiera. Esta también determina la independencia administrativa.

El poder en la empresa está en su interior mismo y se basa en sus propios fondos internos que hacen de ella una potencia económica propia, que supera la influencia externa de los “grupos de interés”.

2. Eso hace que la empresa adquiera un carácter de institución propia que tiende a relacionarse directamente con su clientes, desvinculada aparentemente de los hombres que la manejan.

3. Eso determina un nuevo tipo de hombres de empresa. La figura del magnate patriarcal o del vividor cede lugar al administrador eficiente y desconocido. Esos hombres no son una “tecnocracia neutral”, pues vienen de los estratos de clase medianos y superiores. Forman parte de la “élite del poder”. Se dedican a la empresa porque su ascensión en la jerarquía empresarial y social depende de la ascensión de la empresa.

4. Las características de las grandes empresas son cualitativamente distintas de las pequeñas. Además de los factores destacados, la gran empresa tiene una planificación rigurosa y sus relaciones internas son jerarquizadas y burocráticas.

5. En cuanto a los precios, la competencia acepta los precios que son fijados por los monopolios. Pero los monopolios los fijan dentro de ciertos límites – no pueden llegar ni muy arriba ni muy abajo – mas esos límies son muy amplios. Lo que determina el límite es un “punto óptimo” en el cual la ganancia se maximiza. Pero dificilmente una firma puede determinar sola el precio. La “guerra de precios” se convierte en un arma bastante peligrosa debido a la fuerza de las empresas gigantes y su gran capacidad para conquistar los mercados de los competidores. Los monopolios optarán entonces por una política más racional, realista y segura que consiste en la coordinación de sus políticas de precios. Es un frente único contra los bolsillos del consumidor. Eso se hace a través de las cenas, acuerdos secretos, trusts, carteles o mdiante el “liderazgo de los precios” dictados por la más fuerte.

6. Ahora bien, el fin de la “guerra de los precios” no termina con la lucha por mayores mercados; surgen otras formas de competencia, como la “campaña de ventas”.

7. El sistema monopolista, debido al precio de monopolio junto a una tendencia hacia la reducción progresiva de los costos, genera el aumento del excedente. La reducción de los costos (progreso tecnológico) es una nueva arma de la competencia y es un factor de aumento de las ganancias. EL monopolio crea, pues, nuevos impulsos al progreso tecnológico. Eso significa que las ganancias globales se elevan en forma absoluta y como parte del producto nacional. De aquí sale la ley básica del capitalismo monopolista: “el excedente tiende a elevarse absoluta y relativamente en la medida en que el sistema se desarrolla”.

8. El consumo tiende a aumentar en forma absoluta pero declina como proporción del excedente. La parte del excedente que busca la inversión tiende a elevarse pero no tiene condiciones para realizarse. Existen dos tipos de inversión: endógeno – creado por la demanda corriente – y exógeno, que es lo que no se determina por la demanda corriente. Los exógenos son de tres tipos: los que atienden al crecimiento demográfico, pero éste puede reducir el valor de la fuerza de trabajo reduciendo relativamente el mercado interno y tampoco genera un aumento sustancial de la demanda solvente; los debidos al surgimiento de nuevos productos y nuevos métodos productivos, pero el monopolio regula la introducción de innovaciones y ésta progresa, pues, en forma más lenta, y finalmente las inversiones en el exterior, pero éstas generan nuevos excedentes y agravan todavía más el problema.

9. Restarían sólo tres salidas para la absorción del excedente: la campaña de ventas, la administración civil y el militarismo. La campaña de ventas es una forma de conquistar mercados sin recurrir a la competencia de precios. Trátase ahora de una publicidad psicológica que se fundamenta no ya en la proclamación o repetición sino sobre todo en la persuasión.

Los costos de venta pasan a constituir costos socialmente necesarios para la producción y como son costos improductivos generan una caída de la tasa de ganancia.

Los gastos en la administración civil son una salida que tiende a ser limitada por dos motivos principales: pueden chocar con los intereses privados, compitiendo com ellos, o pueden llegar a ser una demostración muy peligrosa de las ventajas de la iniciativa estatal. El New Deal fue el más expresivo ejemplo de estos dos casos.

El millitarismo es una necesidad básica del sistema para mantener el dominio sobre los países dependientes y esa necesidad es mayor con el surgimiento del bloque socialista. El socialismo tiene que ser destruido principalmente porque su expansión amenaza a los mercados externos del monopolio. El militarismo forma parte, ahora más que nunca, del modo de ser del sistema y es también la forma ideal de absorción del excedente, porque no hay en este sector problemas de competencia y el gobierno es un cliente ideal, sin riesgos. Pero también ello tiene sus límites:

a) hace avanzar la tecnología, creando menos empleo (para personal y para producción); b) el avance del militarismo es de tal orden, tanto en el mundo capitalista como socialista, que el miedo a la autodestrucción hace detener la carrera armamentista. Es un hecho que esta posibilidad llevó a un retorno a la fabricación de armas convencionales, pero, por importante que ésta sea, no resuelve el problema.

Baran y Sweezy concluyen que también la guerra, a pesar de poder ser considerada como una categoría esencial del sistema capitalista monopolista no puede contestar en forma totalmente satisfactoria la pregunta ¿en qué absorber el excedente?

EL ORDEN SOCIAL

Supuestos metodológicos

El supuesto metodológico más importante de la segunda parte del libro es que sólo se puede analizar el orden social partiendo de un análisis del orden económico. Dicen los autores que “cualquier intento de contestar seriamente” (los problemas sociales, como el problema racial, tiene que relacionarlos) “con la estructura básica del capitalismo monopolista de la sociedad americana”.

El método consiste pues, básicamente, en condicionar analíticamente lo social a lo económico.

Debemos destacar también que el análisis “Sobre la calidad de la sociedad capitalista monopolista” y sobre “El sistema irracional” es un ejemplo de síntesis de varias de las llamadas ciencias sociales a fin de que se logre una verdadera explicación científica. De esta forma, los autores hacen al mismo tiempo sociología, psicología social e historia, pero todos estos aspectos están referidos a la economía.

El procedimiento metodológico-científico de Baran y Sweezy es, pues, un ejemplo de aplicación del marxismo a las ciencias sociales.

Resumen de las conclusiones principales

1. El prejuicio raical es una justificación ideológica de la explotación de los negros.

2. El proceso de urbanización del negro americano, que se intensifica después de la Segunda Guerra Mundial, no alteró su status. Al contrario, él sigue siendo, más que nunca, el sector más explotado de la sociedad americana. Algunos de los indicadores de esto son: la diferencia entre el sueldo del blanco y el negro, aun cuando ejecutan las mismas tareas; el desempleo – los negros representan el 11% de la fuerza de trabajo, pero foram el 25% de los desempleados -; las muy reducidas posibilidades de educación; la segregación habitacional, etc.

3. Lo que explica la ausencia de movilidad social vertical de los negros es: a) los intereses privados que se benefician de su explotación; b) las presiones psicosociales, o sea, la necesidad de autoafirmación neurótica de los grupos sociales superiores en relación a los inferiores; c) la disminución progresiva de la demanda de trabajo no especializado y semiespecializado.

4. La política de concesiones mínimas por parte de las clases dominantes tiene como objetivo calmar los conflictos y buscar la fidelidad del negro. Esta política va desde la apertura del servicio público al trabajo del negro, pasa por los intentos de soborno o corrupción de su liderazgo, hasta la formación de un grupo minoritario de negros privilegiados que compondrían una burguesía que serviría como ejemplo de democracia del sistema.

5. Los autores creen que el margen de concesiones a la población negra es muy pequeño, que todas las tentativas de reformas son limitadas y que, por lo tanto, “las masas negras no pueden tener esperanza de integración en la sociedad americana tal como está constituida hoy, pero pueden tener esperanzas de ser uno de los agentes históricos de su destrucción”.

6. La cualidad de la sociedad capitalista monopolista es la de una sociedad sin perspectiva histórica positiva, en proceso de decadencia. Los indicadores más expresivos son los suicidios, la delincuencia juvenil, los divorcios, la pauperización progresiva al lado de la riqueza, los problemas habitacionales y de transporte insolubles, el sistema educacional discriminatorio para los pobres y de pésima calidad para los ricos, una intelectualidad inculta e incapaz de romper las limitaciones de la formación que el sistema le proporciona (hay excepciones que surgen a pesar del sistema).

7. La ideología burguesa está en un callejón sin salida, “incapaz de justificar un orden social irracional e inhumano (…) se apega a conceptos anacrónicos y moribundos”. Eso se revela a través de la pérdida de contenido del concepto de la “libre iniciativa”. Su carácter va siendo cada vez más defensivo.

8. Los obstáculos que enfrenta la realización del individuo son grandes: el desemplo, la especialización excesiva del trabajo, la creación de productos y servicios que no son de hecho necesarios a nadie, hacen que la persona trabaje sólo para sobrevivir; el objetivo de su trabajo, en cuanto creación realizadora, cede lugar al objetivo único de la remuneración. En general, el trabajo es una fuga de sí mismo, de la soledad existencial que aumenta en los individuos cuando no están trabajando. Esto sucede porque la posibilidad de amistad, en un sentido de comunicación amplia entre seres humanos, es cada vez más reducida en una sociedad en que existen entre las personas una pseudosolidaridad, tedio, sonrisas profesionales, fingimiento, indiferencia, violencia, frustracciones e incapacidad de amar. Estos son los subproductos de la sociedad capitalista que en la fase monopolista resultan más agravados todavía.

9. La conclusión final de los autores es que “ninguna reforma dentro de la estructura del capitalismo monopolista puede detener la decadencia del conjunto (…) llegados a un punto en que solamente la verdadera racionalidad está en acción para destruir lo que se transformó en un sistema irreparablemente irracional”.

10. Finalmente, los autores preguntan cuáles serán los sectores que tendrán un papel en esa caída. Ellos creen que el proletariado industrial, contrariando la ortodoxia marxista tradicional, está integrado en el sistema; que los desempleados, los campesinos emigrantes, los moradores de poblaciones marginales, a pesar de su gran cantidad son “demasiado heterogéneos, espaciados y fragmentados para constituir una fuerza coherente”. Es pues, “difícil evitar la conclusión de que la perspectiva de una acción revolucionaria efectiva para destruir el sistema es pequeña”. Pero que la revolución mundial, que hoy día ya está en curso, tendría una profunda influencia en Estados Unidos. Su impacto de hará sentir especialmente sobre la juventud. “Algunos síntomas de la reacción contra el sistema ya están presentes en el movimiento negro, en la protesta contra la guerra de Vietnam y, aunque puedan fracasar, no hay razón para apartarnos permanentemente de la posibilidad de un verdadero movimiento en Estados Unidos”. Pero “esto no acontecerá en cinco o diez años, tal vez no en cincuenta o cien: son pocos los grandes dramas históricos que se desarrollan en tan poco tiempo”.

RESUMEN DE LAS DISCUSIONES SOBRE EL LIBRO

1° Es necesario criticar el planteamiento de los autores acerca del control ejercido por la administración desde dentro de la empresa misma.

Esta crítica se fundamenta en la carencia de datos que comprueben esta tesis, aunque alguien podría decir que se justifica debido al carácter fundamentalmente teórico de la obra.

2° Hay que llamar también la atención sobre las limitaciones y los riesgos que se podrían correr en un análisis de la sociedad americana desvinculado del contexto mundial. A partir de un análisis como el hecho por los autores, no es posible deducir conclusiones que vayan más allá del marco del análisis.

3° Conviene también resaltar el hecho de que el monopolio no se opone a la competencia como tal. Los autores, cuando hablan de fase monopolista, se refieren a la fase de la competencia monopolista.

4° En el capítulo sobre “La Campaña de ventas”, los autores no agotan la explicación de por qué la campaña de ventas no resuelve el problema de la absorción del excedente. Sus conclusiones son más implícitas que explícitas y para aclarar un poco más este punto es quizá necesario leer también la obra de Paul Sweezy Teoría del desarrollo capitalista, en los capítulos relativos al monopolio.

5° También es una falla importante la carencia de un estudio sobre los mecanismos financieros del sistema.

6° y por último, nos gustaría formular una duda sobre el planteamiento de los autores acerca del papel del proletariado en las transformaciones de la sociedad americana.

Creemos que Marx atribuía un papel revolucionario al proletariado sobre todo porque partía de un análisis lógico-teórico y no empírico, y Lenín planteaba que la conciencia proletaria de clase para sí es desarrollada de fuera hacia adentro de la clase obrera, porque debido a las limitaciones culturales impuestas por el propio sistema, el proletariado no llega por si solo, espontáneamente, a un razonamiento dialéctico. Esa tarea históricamente fue cumplida por un movimiento revolucionario, dirigido por intelectuales que no pertenecían a la clase obrera.

Si no hubo hasta hoy ese movimiento en Estados Unidos, eso tiene que se explicitado por factores históricos específicos, que no cabe analizar aquí, pero que no podrán tener siempre la misma vigencia.

El que adopte el análisis marxista debe aceptar que el proletariado americano tendrá que superar esa etapa actual de “integración” en la estructura capitalista monopolista, porque eso es planteado por la propia lógica del funcionamiento del sistema.

En este punto Baran y Sweezy no logran demostrar por qué está superada “la ortodoxia marxista” y esta demostración jamás lograrán hacerla los que se limiten al análisis puramente empírico del comportamiento obrero.


Notas de rodapé:

(1) Excedente económico, según la definición de los autores, “es la diferencia entre la producción social total y los costos socialmente necesarios de esa producción”. Esa definición, pretenden ellos que sea más amplia que el concepto de plusvalía que en general es identificado sólo con la suma de ganancia + interés + renta. (retornar ao texto)

(2) Innovaciones que marcan época son las que “conmueven toda la estructura económica y crean, además del capital que absorben directamente, muchos marcados para inversiones”. (retornar ao texto)

Inclusão: 16/11/2021